Recuperando Valparaíso
La apertura del exColegio Alemán del Cerro Concepción y del antiguo edificio de la Bolsa de Valores de calle Prat es una señal potente. Por mucho que a tantos no les guste, ambas iniciativas responden a esfuerzos privados y académicos, no a la gris burocracia municipal-estatal.
Buenas noticias hemos recibido a través de El Mercurio de Valparaíso por estos días respecto de la recuperación de dos inmuebles históricos de la Ciudad Puerto, partiendo por la noticia dada a conocer en la edición de ayer sobre el exColegio Alemán -el emblemático Deutsche Schule, donde estudiaran tantas generaciones que engrandecieron estas latitudes-; y en el diario de hoy, del antiguo edificio de la Bolsa de Valores de calle Prat, hoy el nuevo Instituto de Innovación de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM). Ambas iniciativas se suman, enre otras, a la adquisición del edificio de calle de Cochrane que albergaba al antiguo Bar Inglés por parte de la familia González, el futuro Archivo Histórico de Valparaíso, el Parque Barón o el edificio La Nave.
Pero quizás lo más relevante es que esta vez no hablamos de planes, proyectos, sobrediagnósticos (como bien decía hace un par de semanas Emilio de la Cerda), sino de avances concretos en la restauración patrimonial de la ciudad y que, por mucho que a tantos no les guste, responden exclusivamente a iniciativas del mundo privado y académico (el empresario Eduardo Dib en el caso del Deutsche Schule y la firme decisión del rector Darcy Fuenzalida y el directorio de la USM en el de la Bolsa) que, contra viento y marea como diríamos en estos días del Mes del Mar, consiguieron sacar adelante apuestas complejísimas y amenazadas por el poco apoyo de las autoridades, la incertidumbre del estallido social y la pandemia, además del profundo estancamiento económico que vive no solo la ciudad, sino también el país y el mundo.
Simultáneamente, y asumiendo los distintos tiempos que maneja el aparato estatal y ese complejo arte que es el ponerse de acuerdo en una ciudad como Valparaíso, se está a la espera de que de una vez por todas comience a operar la Corporación Municipal para la Administración del Sitio Patrimonial de Valparaíso, conformada por autoridades locales, gubernamentales, la sociedad civil, la academia y los privados, la cual hasta el momento no pareciera tener mucha prioridad por parte de la Gobernación Regional ni el Ejecutivo. Prueba de ello fue la comedia de equivocaciones y mezquindades en la cual terminó la olvidable visita a Valparaíso de la directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azulay, quien solo se reunió con unos cuantos privilegiados e incluso se dio el lujo de vetar a los medios de comunicación locales tan solo 24 horas después de haber celebrado en Montevideo, Uruguay, el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
Al final del día, el próximo sábado 28 de mayo, Día del Patrimonio, los porteños tendrán la oportunidad de visitar el exColegio Alemán, donde se emplazará el futuro Museo del Inmigrante; y recorrer los pasillos y la famosa sala de la Bolsa, sitio en el cual el emprendimiento y la innovación debiesen comenzar a alumbrar las penumbras del alicaído Valparaíso. Eso ya es más de lo que nos prometieron.