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Plasticina, aves y plantas al servicio del cuidado ambiental

Obra para niños desde los siete años busca concientizar sobre la biodiversidad, con imágenes de animales y especies vegetales del archipiélago vulnerables o en riesgo de extinción.
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Un libro que busca concientizar sobre la biodiversidad y el cuidado del planeta desde la infancia es el que acaban de presentar las científicas Rocío Cares y Javiera Silva, y las artistas visuales Constanza Araya y Fernanda Núñez. Se trata de Mi primer libro de fauna y flora de Juan Fernández (Ediciones Libro Verde), dirigido a niños a partir de los 7 años, en cuyas páginas encontrarán las más admiradas especies -vulnerables o en peligro de extinción- que no pueden hallarse sino en ese paraíso insular de la Región de Valparaíso.

La Fardela blanca, ave marina que nidifica sólo en el archipiélago e Isla Mocha y que a partir del otoño emprende vuelo hacia la costa oeste de América, llegando hasta Canadá; el Picaflor de Juan Fernández, delicada y colorida especie aparentemente sedentaria que nidifica solitaria en los árboles insulares de luma; o el Cachudito, que puede levantar las plumas de su cabeza en forma de "cachos" y cuyo hábitat se reduce exclusivamente a la isla Robinson Crusoe, son algunas de las especies incorporadas en el libro.

Las que describe la obra están graficadas de manera original, ya que Constanza Araya y Fernanda Núñez optaron por un camino largo y minucioso, como fue el de representar las figuras de animales, árboles y plantas con un material fuertemente reconocido por la infancia como es la plasticina, que tras ser sometidas a posteriores procedimientos gráficos, se despliegan por las páginas del libro, aportándole cercanía y calidez.

Las autoras plantean que la información y el saber es el comienzo para tomar conciencia y que este es uno de los objetivos que buscan con la obra, pues cuando los niños y niñas saben sobre un tema su mirada cambia y es más comprometida. Y si bien en este libro se informa sobre el ecosistema de una zona específica del país, invita también a que cada uno se pregunte qué puede hacer por el medioambiente en el que vivimos.

Junto con la representación gráfica de las especies están los símbolos que indican si están en peligro de extinción o si son vulnerables, si son endémicas, es decir, propias de la zona, o si son invasoras, al ser introducidas desde otros lugares. Incluye además algunos conceptos como polinización, depredación, qué es un bosque nativo, las diferencias entre las focas y los lobos marinos y cuáles son las aves pelágicas y las aves rapaces, entre otros conocimientos.

Especies endémicas y vulnerables

Constanza y Fernanda estudiaron artes visuales con mención en escultura y se conocieron cuando optaron por una especialización en pedagogía. Motivadas por el deseo de hacer un trabajo que aportara a la educación medioambiental del país a partir de un libro ilustrado, investigaron opciones temáticas y optaron por Juan Fernández, principalmente porque "el archipiélago tenía mucha fauna y flora que sólo existe allí y que está en peligro de extinción".

"El libro está basado en revisión de literatura e investigación de lo que ya ha sido publicado sobre el archipiélago. No hemos tenido la posibilidad de ir, pero la idea es hacerlo y poder ver en vivo la fauna y la flora", señalan las ilustradoras en alusión a las dificultades de acceso al territorio insular que ha impuesto la pandemia.

"En todo caso, hemos tenido a través de redes sociales muy buena acogida de la gente local. Recibimos en un principio ayuda y apoyo de algunos expertos que trabajan en Juan Fernández para elegir, por ejemplo, las especies de plantas y animales más significativas a realizar. Además, en el lanzamiento pudimos contar con la compañía del alcalde del archipiélago, Pablo Manríquez", relatan.

Los aspectos que más las cautivaron los describe Constanza, señalando que a través de la revisión bibliográfica aprendieron muchas cosas sorprendentes acerca de las islas, su historia y el hecho de que la mayoría de su población vive de la pesca artesanal. "Lo impresionante es que hay especies de animales y plantas que sólo habitan la isla de Robinson Crusoe, por ejemplo, el Picaflor y el Cachudito de Juan Fernández, el Cernícalo o la Chonta, que es una de las dos especies de palmas que tenemos en Chile".

En relación con los principales problemas que a su juicio experimenta el archipiélago, Fernanda plantea que aquí se presentan especies de animales y plantas únicas en el mundo y propias de ese ecosistema, lo que se traduce en que "sean altamente vulnerables a alteraciones en su hábitat".

En este mismo sentido, agrega, "la fauna y flora del archipiélago se está viendo amenazada por factores antrópicos -impacto directo o indirecto del ser humano- tales como la introducción de especies exóticas invasoras, las cuales compiten por recursos y muchas veces depredan a las especies del archipiélago; la contaminación marina, sobre todo por microplásticos, y la pesquería industrial, entre otras".

Flora y fauna de las regiones

En lo que respecta al libro y su público objetivo, los más pequeños, relatan que les ha tocado realizar talleres en diversas escuelas con niñas, niños y adolescentes en relación a esta temática, con buena acogida e interés de su parte.

"Los niños basan parte de su aprendizaje desde la visualidad y materiales que sean vistosos para ellos. Teniendo la experiencia en ello, decidimos abocarnos desde allí en nuestro quehacer visual con materiales como la plasticina", además de lo cual, en conjunto con las autoras Rocío y Javiera, "tomamos la decisión de no ver a los niños como un mero observador inexperto, ya que ellos muchas veces tienen más conocimiento y sensibilidad que los adultos sobre temáticas medioambientales, sino más bien como participantes activos en la construcción de su sociedad".

Luego del desafío que representó esta publicación -disponible en www.libroverde.org- les gustaría, dice Fernanda, "seguir trabajando en conjunto sobre este mismo proyecto, desarrollando libros de educación ambiental para niños, en especial, fauna y flora de los diversos ecosistemas y regiones del país", y de hecho tienen pensado poder realizar una colección con esa serie.

Siempre se dice que el tesoro de Juan Fernández no es el que rastrea Bernard Keiser, sino el conjunto de islas. ¿Dirían lo mismo? "De todas maneras", afirma Constanza. "El archipiélago de Juan Fernández es en sí mismo un tesoro. Hotspot de la biodiversidad, con paisajes únicos en el mundo, tanto la flora como la fauna que habita sólo en este lugar, además de las innumerables historias y mitos que alberga, lo hacen muy valioso no sólo para quienes buscan riquezas materiales, como Bernard Keiser, sino para todos aquellos que encuentran en la naturaleza el verdadero valor". 2

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl