EN LA VIÑA DEL SEÑOR
POR GABRIELA CHOMER GABRIELA CHOMER
El rinconcito
de la consentida
Ayer martes se llevó a efecto la primera Cuenta Pública del gobernador regional de la Región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, en la aconcagüina comuna de Catemu.
Había mucha expectativa, ya que, como está dicho, se trataba de la primera de su gestión y se esperaban muchos invitados. Pero, por diferentes motivos, la concurrencia fue escasa y con notables inasistencias.
En el gimnasio del colegio Salesianos de Catemu se echó de menos a los parlamentarios de la región, quienes no estuvieron presentes y la excusa fue que era día de Parlamento y no pudieron asistir, aunque Mundaca esperó confiado la visita de su amigo Jorge Brito (diputado RD, D6), ausencia que llamó fuertemente la atención de los presentes.
Pero el problema principal no fueron los invitados que no llegaron: todo comenzó con malos ratos para nuestro gobernador regional, ya que desde muy temprano en la mañana se instalaron unos carteles artesanales preguntándole maliciosamente a Mundaca cuándo asumía, en directa crítica a las promesas electorales en la zona que no han podido materializarse y que el gobernador aún tiene presentes. A pesar de aquello, Rodrigo Mundaca trató de dialogar con quienes habían instalado los carteles; sin embargo, su gestión fue infructuosa y no se pudo concretar.
Ya con esa tardanza, el jefe regional llegó con cerca de 30 minutos de retraso a la actividad y con ganas de que comenzara todo luego ("parece que el jefe viene cabreado" se le llegó a escuchar a su fiel escudero Rodrigo Faúndez), de manera de dar una señal para que todo comenzara rápidamente y así no seguir con este mal trago.
Y aunque las luces de iluminación nunca le acomodaron, ya fuera por su colorido o por lo directo que apuntaban hacia él, no fue eso lo que le provocó mayor complicación, sino más bien el micrófono, revisado en innumerables ocasiones, pero displicente justo en los momentos críticos, provocando la frustración del orador, quien miraba a su equipo para pedirle explicaciones, o mejor dicho, que alguien subiera y solucionara prontamente el problema.
En la primera fila lo acompañaban la delegada presidencial, Sofía González, ya recuperada de su covid, sumada a la delegada provincial, Scarlett Valdés. Ante la notable falta de parlamentarios, se notaban aún más las ausencias de su "corte": los consejeros regionales. Solo pudimos divisar a menos de un tercio de sus miembros, faltando los rostros más representativos y conocidos, como por ejemplo los jefes de bancada. Asimismo, muchos comenzaron a apostar si llegarían los "Cuatro Jinetes" (Millones, Crichton, Marín y Murillo), pero ninguno de ellos se hizo presente en Catemu.
A los únicos que divisé fue a Victoria Rodríguez, Edith Quiroz y Tania Valenzuela, además de Sebastián Balbontín, Iván Reyes y Jorge Mora.
Y aunque nadie esperaba a Jorge Sharp, que por ese rato estaba paseándose por las bóvedas de la Bolsa de Valparaíso ("¡Déjenlo adentro!", me cuentan que gritó el pesado del director de este Diario) para la histórica reinauguración del edificio de calle Prat, algunos sí albergaban esperanzas de que se asomara la alcaldesa de Viña, Macarena Ripamonti, la que tristemente tampoco se hizo presente.
Lo más llamativo viene ahora, ya que la que sí estuvo muy presente y bien ubicada fue la presidenta regional de Revolución Democrática, Alejandra Toledo, muy conocida por su guerra fratricida con el entorno de Ripamonti, después de la denuncia que interpuso en contra del brazo derecho de la alcaldesa, Janna Sakalha, acusándolo por violencia de género cuando éste la trató de "Alejandro" en medio de un Zoom del partido.
Ahí comenzaron las suspicacias: ¿Ripamonti y Brito declinaron asistir por la presencia de Toledo en la Cuenta Pública de Mundaca?
¿Los "Cuatro Jinetes" montaron el desaire a propósito para mostrarle al gobernador quién tiene el verdadero poder regional?
¿Dónde estaba la diputada Carolina Marzán, la gran aliada de Mundaca?
¿Cuánto hay de realidad en la crítica ciudadana de que el gobernador no ha cumplido en un año de ejercicio con las promesas que hiciera desde su sitial en Modatima? ¿Ah?