EN LA VIÑA DEL SEÑOR El rinconcito de la consentida
POR GABRIELA CHOMER GABRIELA CHOMER
Cualquier revuelo se generó luego de la petición hecha por el alcalde Jorge Sharp, vía judicial a través de su encargado jurídico, Nicolás Guzmán, quien ingresó un reclamo de ilegalidad en contra del Consejo para la Transparencia (CPLT), una vez que este organismo mandatara al municipio porteño a entregar toda la información sobre sumarios por acoso sexual y maltrato laboral que se solicitaron, pero que la administración porteña se ha negado sistemáticamente a transmitir. Cabe destacar que esta solicitud la realizó una mujer que ha pedido mantener en reserva su nombre, pero que no ha dejado de utilizar los mecanismos jurídicos para obtener la información.
Uno de los principales argumentos esgrimidos por la municipalidad apunta a que "representa una infracción flagrante a la privacidad de los afectados en los sumarios" y que "razonar sobre la base de que el simple tarjado de los antecedentes (...) es suficiente para evitar la determinación de su persona es erróneo, toda vez que los sumarios contienen una serie de elementos que de manera sencilla pueden producir a que pueda determinarse de quiénes se trata".
Todo esto ocurre debido a la gran cantidad de sumarios pendientes y que desde hace mucho tiempo están a la espera de su resultado, llegando incluso a que los afectados -aburriéndose de las eternas esperas- hayan decidido renunciar a sus cargos.
Tal fue el caso de la entonces directora de Cultura de la alcaldía, Isabella Monsó, quien denunció acoso laboral, sin que el municipio separara de sus funciones al supuesto acosador. Es más, ella misma dijo que la persona acusada se enteró y siguió acosándola incluso con mayor fuerza, tras lo cual ella habló nuevamente con el alcalde Sharp, quien le dijo que confiara en el sumario. Pero éste no tuvo movimiento alguno y la dejó a ella con una gran impotencia, lo que terminó acelerando su renuncia.
Otro caso que ha generado mucha expectativa es el sumario que está pendiente desde el año 2018 en contra de Romina Maragaño, quien ejerció al comienzo como directora de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad, pero que una vez que se evidenciaron los casos de mala utilización de los recursos que disponía el estadio O'Higgins, ubicado en el cerro del mismo nombre, terminó saliendo del municipio, siendo contratada por la Cormuval. Con todo, Maragaño presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valparaíso debido a la excesiva demora en el sumario en su contra. Este recurso lo presentó hace más de un año y la Corte porteña lo falló en favor suyo, diciendo que éste debía concluir a la brevedad. Pero, una vez más, esto no ha ocurrido. Algunos dicen que es la "maña" que tienen en el municipio para poder mantener bajo presión a la gente, cuando ésta sale de su círculo de confianza.
Otro caso similar es lo ocurrido con Claudio Sepúlveda, quien también se encuentra bajo investigación sumaria, pero sin avances. Recordemos que Sepúlveda era jefe de Inspectoría Urbana, pero "cayó en desgracia" luego de haber apoyado a Marcela Cortés en la última campaña municipal. Ahora Sepúlveda está esperando aún el resultado de su sumario.
Pero lo que más ha llamado la atención es el buen trato que terminó recibiendo el entonces encargado de prensa municipal, Patricio Aeschlimann, debido a una denuncia por acoso sexual que lo llevó a un exilio dorado en las dependencias de la avenida Argentina. La funcionaria que acusó al amigo de Paulo Gómez, siempre se sintió en la misma situación de Isabella Monsó y terminó renunciando al municipio. Al final del día, como dice mi jefe haciéndose el importante, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato y cómo se completa la oración. Yo solo me remito a dejarles las alternativas a usted, mi más que paciente lector, para que marque su(s) opción(es) a su entero gusto.
Los sumarios en la Municipalidad de Valparaíso son más lentos que:
a) caracol con asma.
b) inyección de paté.
c) reclamo en el Compin.
d) patada de astronauta.
e) corporación para la administración de Sitio Patrimonial.