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Una segunda oportunidad

- Cuando el Partido Republicano transparentó su postura a pocos días de presentado el borrador, desde su sector tildaron la decisión como "apresurada". ¿Cuán profundo ha sido el proceso de reflexión que les ha permitido tomar una determinación ahora?

- Insisto en que esta no es una elección entre la derecha y la izquierda, porque eso tiene que ver con otras cosas, creo que le ha pasado a los bloques lo que le está ocurriendo a los chilenos. No podemos desentendernos de que aquí ya se tomó una decisión en cuanto a un texto constitucional en el plebiscito anterior y fue por una diferencia muy amplia, y creo que uno como demócrata tiene que hacerse cargo de esa diferencia. Lo sorprendente es que ese mandato que se entregó con el espíritu de generar una casa común para todos y no hacer Chile de nuevo se tradujo en lo inverso: tratar de partir de cero y hacer a casi todos diferentes, con una desigualdad intrínseca desde su concepción y es eso lo que ha ido generando que mucha gente que votó por Apruebo sienta que las razones por las cuales lo hicieron no se reflejan en el texto que están proponiendo, y como tal, les gustaría tener una segunda oportunidad. Pienso que muchos chilenos quieren una segunda oportunidad porque si bien hay coincidencias en un texto constitucional modernizado, se ha ido generando una consideración amplia respecto a que el texto que están sometiendo a consideración no es el adecuado.

- Más allá de esa diferencia inicial, ¿se ve haciendo campaña junto a Republicanos o a su juicio son distintos los objetivos de cada conglomerado, pese a compartir la misma posición para el referéndum?

- No, yo creo que esta es una campaña que no tiene que ser instaurada dentro de la lógica de los partidos, los partidos solo tenemos opinión. Aquí no estamos resolviendo solo una respuesta política, estamos resolviendo temas sociales, económicos, morales, y en eso la diversidad de visiones del mundo de la sociedad civil es decisiva, entonces creo que sería un error plantear esta elección como si fuera cualquier otra elección. Esto no tiene nada que ver con las votaciones de presidente o las de parlamentarios -donde usted vota entre opciones para ocupar cargos por un período determinado-; no, aquí está haciendo una cosa distinta, está decidiendo qué tipo de país quiere para los próximos 40 años y eso no tiene una óptica solo política.

- A propósito de esta definición, el diputado Francisco Undurraga aseguró que están trabajando en "una reforma constitucional para que, en el caso de que el Rechazo triunfe, se pueda habilitar un nuevo proceso". ¿Cuáles debiesen ser los pilares de ese acuerdo?

- Comparto su visión y es que aquí la lógica del Apruebo es aprobar el texto específico que nos está proponiendo los constituyentes; mientras que el caso del Rechazo es entender que hay una segunda oportunidad, que hay otra forma de generar ese texto. La gracia es no anteponer el contenido del texto, tenemos que repensar en conjunto y ojalá con especialistas, no en esta cosa improvisada, farandulera, con ser electo -digamos- con trampa como Rojas Vade o votar desde la ducha como otros convencionales (Nicolás Núñez). Creo que Chile se merece poder rescatar de distintos lugares qué es lo que nos une, probablemente algunas cosas -no son muchas- del texto actual pueden servir. Me habría gustado que hubiesen sido más, pero también hay muchas cosas de otras visiones, las mismas cosas que nosotros hemos ido modificando en el tiempo pueden ser insumos muy importantes.

Disponibles para llegar a acuerdos

- El diputado Gonzalo Winter apuntó que "si gana el Rechazo (tanto RN como la UDI) van a hacer lo que han hecho en la totalidad de su historia, que es impedir los cambios". ¿Qué transformaciones proponen ustedes en lo esencial?

- Lo que dice el diputado yo lo entiendo como eslogan de campaña, pero él sabe perfectamente que cuando ha habido necesidad de llegar a acuerdos -y el 15 de noviembre es un ejemplo- siempre hemos estado disponibles, lo que pasa es que no a cualquier acuerdo sino que un acuerdo que sea capaz de entenderse. Cuáles pilares; los pilares de un país unido, no uno plurinacional; un país con igualdad ante la ley y con reglas únicas para todos que es lo que nos corresponde; y el fomento de la libertad, del orden, de la seguridad, de la capacidad de generar el desarrollo, el progreso. Hay gente que me dice "oye, no quedó tan malo esto, no quedó tan malo esto otro", pero ojo; considero que en general el texto es muy deficiente, pero más allá de eso, lo más complejo es el sistema político. Hoy día, por ejemplo, en muchas materias el Presidente tiene facultad excluyente, cosa que ayuda mucho a ordenar económicamente al país y el texto de la constituyente nos dice algo distinto; un grupo de parlamentarios puede proponer cualquier cosa, incluso que suponga gastos y solo al final el Presidente se ve forzado a aceptar o no.

- Desde lo electoral, ¿sería muy fuerte para el conglomerado que usted integra un revés en el plebiscito? Pensando, por ejemplo, en lo que ocurrió en el anterior referéndum y en los comicios de convencionales y presidenciales.

- Sería un revés para un Chile unido al que yo aspiro. No le asigno una lógica meramente partidista, yo le doy una votación mucho más amplia, que es construir las bases del país de los próximos 40 años. Eso es lo que está en juego, no si ganó la derecha o la izquierda -eso es otro tema-, eso se da en las elecciones, hay mil momentos para compararse o para medirse, esta es otra cosa; este es el momento en que uno dice qué es lo que quiero más adelante. 2

Inversión, crecimiento e inflación: los grandes problemas económicos del país

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- ¿Qué opinión le merece la premura con que el gobierno anunció la presentación de su reforma tributaria, fijada para el 30 de junio? El presidente de la CPC, Juan Sutil, cuestionó la falta de un diálogo prelegislativo más profundo.

- Diría que Chile tiene tres grandes problemas en materia económica: primero, un muy bajo crecimiento -el 1,5% nos genera un estancamiento productivo muy relevante, que influye, entre otras cosas, en los sueldos de las personas-; tenemos un segundo problema muy serio, y es que la inversión está en los niveles más bajos de los últimos años, o sea, hoy día no hay inversión en el país; por último, tenemos una altísima inflación, producto de un exceso de caja, en parte por malas políticas que se tomaron en algunos momentos. (…) Entiendo que es perfectamente legítimo plantear la reforma tributaria, lo que yo no capto es por qué se desacopla esa propuesta de un tema urgente; cómo mejoramos la inversión, cómo subimos el crecimiento y cómo contraemos el gasto fiscal para enfriar la inflación, eso es lo que a mí no me calza.

- El ministro de Hacienda, Mario Marcel, sostuvo que el proyecto se basará, principalmente, en un impuesto a las personas de mayores ingresos, royalty minero, medidas anticorrupción e impuestos correctivos. ¿Bastan estos elementos para tener una propuesta sólida?

- Es que solo conocemos las pinceladas, pero mi primera pregunta sería: si son la inversión y el crecimiento los grandes problemas que tenemos hoy día, ¿esto va ayudar? Por lo menos algunos de esos impuestos no me parece, cuando hablas de impuestos patrimoniales no soy partidario, cuando hablas de aumento a quienes al final invierten. También se ha planteado subir más el impuesto específico de los combustibles, pero hoy día estamos pagando cantidades impresionantes de gasolina, y eso que estamos con el Mepco, y en el fondo estamos postergando los impuestos específicos para cuando el precio internacional baje, y cuando eso ocurra, se va a volver a cobrar este impuesto específico y la bencina siempre va a subir. 2