Paralización de Ajunji podría extenderse por falta de respuestas
CIUDAD. Movilización, que concluirá el lunes, busca que se mejore infraestructura y presupuestos para jardines infantiles.
Un total de 1.300 asociados se han plegado a la paralización de 72 horas convocada por la Asociación de Funcionarios de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Ajunji), suspendiendo las actividades en 110 establecimientos educativos dentro de la región (70 clásicos y 60 alternativos), afectando a alrededor de 10.000 infantes.
Entre las causales del paro, la asociación indica jardines infantiles inundados con las lluvias, con sistemas eléctricos defectuosos y peligrosos, sin licitación (como el jardín Melodía en Glorias Navales), sin calefacción, con emanación de gases (como el jardín Abejita), sin agua caliente, sin reemplazo de licencias médicas, sin equipos de funcionarios de aseo y mantenimiento, sin infraestructura básica (algunas parvularias deben usar su tiempo después de clases para volver a armar sillas con un destornillador), sin espacios para almuerzo de los funcionarios, y sin materiales fungibles.
"Una educadora ganó, desde marzo a ahora, $124.000. Eso fue lo que le han pagado. Entonces ¿quién va a querer trabajar por eso?", acusa Vielka Araya, dirigenta regional de la Ajunji. "Es una cuestión de consciencia", agrega, "estamos frente a una falta de planificación. La autoridad nos ha pedido los cuatro años del último gobierno, ¿va a seguir ahora, este año también? ¿Dónde está el dinero que nos corresponde como institución para dar un servicio de calidad educativa a los niños y niñas de la región? Es la primera vez en mis 22 años que estamos en tan precarias condiciones".
Estos problemas, según apunta Silvia Silva, presidenta nacional de la Ajunji, habrían sido comunicados a la vicepresidenta subrogante de la Junji, Mónica Morales Seguel, acusando que "no habrían encontrado respuesta alguna". Sin embargo, otras delegadas de la Asociación destacan que una respuesta llegó este miércoles, pero la misiva agravó más la situación. "La directora nacional dice que está todo solucionado, pero su carta no tiene evidencias", acota Vielka Araya, señalando que la Ajunji levantó estudios autónomos que desacreditan lo apuntado en la carta por Morales.
Otras regiones que comparten estos problemas son O'Higgins, Arica y Coquimbo. "Está muy tensionada la institución", acota Silva, y agrega que "si ya se están viviendo los procesos de transición porque se está instalando el gobierno actual, no tienen por qué pagar los costos de ese dolor político, de ese resentimiento los funcionarios, o particularmente los niños".
"Vamos a seguir en paro"
Tras el punto de prensa levantado durante la mañana del viernes, dos representantes de la delegación nacional de la Junji se acercaron a las de la Ajunji para escuchar sus problemas y recibir sus documentos y demandas.
No obstante, de no haber un desenlace rápido, seguro y eficaz, Vielka Araya asegura que "nosotros vamos a seguir en paro, con el apoyo de las comunidades educativas, con las familias, porque las familias entienden que sus hijos no pueden estar pasando frío y necesidades en un lugar que debe ofrecer protección. Eso es lo importante para nosotros, tanto los derechos laborales, como los de los niños y las niñas", concluyó la dirigenta.