Correo
Acciones y sequía
Diversos dirigentes y funcionarios del Estado nos comunican que tienen todo preparado en el caso de que sea necesario racionar el agua; están satisfechos por ser tan previsores, así que esta larga sequía de 12 años nos hará poca mella en el caso de inexistencia de lluvias este invierno. Pero yo no estoy tan jubiloso por las medidas anunciadas, pues muestran la desidia de nuestras autoridades en materia hídrica.
El robo de agua, el término del riego, los camiones aljibe, son muestras de la irresponsabilidad de quienes nos gobiernan y nos han gobernado de hace muchos años. La falta de cuidados a la naturaleza parece ser casi una opción de fe.
Pero hubo personas que demostraron su amor a la patria pensando soluciones. En 1970, un distinguido ingeniero de la Corfo, don Héctor Fouquet, realizó un proyecto para traer agua desde el sur a Santiago. Se trataba de traer por la cordillera tubos de plástico de gran tamaño, dispuestos de tal forma que se pudiera aprovechar la fuerza de gravedad producida por declives, un inteligente aprovechamiento de la física puesta al servicio del país. Desafortunadamente, el proyecto no se implementó debido al golpe de Estado. Un homenaje para este ingeniero.
Eso nos haría falta, una gran coordinación de ministerios, universidades, centros de investigación de otros países con experiencia en sequías y personas con gran creatividad en estos temas de agua y sequía, traslados y prospecciones acuíferas de zonas inexploradas. Esto debe funcionar contra el tiempo y sin resignarse al puro racionamiento. No podemos seguir esperando hipotéticas lluvias para que las autoridades canten bajo ellas.
Rodrigo Larraín Sociólogo y académico UCEN
Tratados internacionales
Si el texto de nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional transgrediere lo establecido en el inciso final del artículo 135 de la Carta Fundamental -"El texto de nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes"- dentro de diez días contados desde la fecha de publicación del decreto que fije el día de la consulta plebiscitaria, el Senado o la Cámara de Diputados podrán requerir al Tribunal Constitucional que resuelva las cuestiones que se susciten sobre constitucionalidad con relación a la convocatoria a un plebiscito" (Art. 93, Núm. 5° y 16°, Inc. 8 CPR).
Adolfo Paúl Latorre
Gestión del Gobierno
Los ministros Giorgio Jackson y Camila Vallejo han reiterado en diversas oportunidades y a lo largo de los primeros 100 días, que el programa de Gobierno del Presidente Boric depende de que el 4 de septiembre gane la opción Apruebo. Han llegado incluso a tal punto, que el mismo Jackson ha señalado que el nuevo Gobierno y la Convención Constitucional están hermanados bajo un mismo proceso. Y puede que sea verdad.
Pero más allá de la prescindencia que debiese tomar el Gobierno como garante de la elección, resulta preocupante que un Gobierno se juegue el todo o nada en septiembre. Si ganara la opción Rechazo por voluntad mayoritaria de la ciudadanía, ¿qué pasaría? Ya las encuestas parecieran reflejar que las fluctuaciones de cada opción dependen de cómo le está yendo al Gobierno. En ese caso, el ministro Jackson logró su objetivo y más que un plebiscito constitucional, será uno sobre la gestión del Ejecutivo. Y difícil es cuando la casa es solo de ellos.
Pablo Enrique Aldunate Allegro Fundación para el Progreso
Impuestos
Ad portas de una nueva reforma tributaria, revisé en la página web de la Dirección de Presupuestos los presupuestos históricos de 1990 a la fecha: el gasto de 2021 fue ocho veces el de 1990, expresados ambos en moneda equivalente, en pesos de 2021.
Me pregunto si vale la pena seguir exprimiendo los bolsillos de los trabajadores si no tenemos servicios públicos, seguridad ni educación ocho veces mejores o más abundantes que en 1990. Debo reconocer que tenemos mucho más y mejor infraestructura vial que en 1990, aunque en buena parte pagada por los usuarios.
¿Dónde se va el resto de nuestros impuestos?
Eduardo Troncoso Unwin
Desafío educacional
Nuestra región cuenta con aproximadamente 25.000 docentes distribuidos en la educación parvularia, básica y media en establecimientos reconocidos oficialmente por el Estado, quienes representan aproximadamente un 10% del total de docentes en Chile. En los últimos años, a nivel nacional, se ha logrado identificar una baja en el número de matriculados en las carreras de Pedagogía, un positivo aumento de las horas no lectivas y un déficit de profesores en ciertas disciplinas, provocando que algunas comunidades educativas inicien el año escolar con grados de incertidumbre sobre su planta docente.
Mientras esto sucede y las políticas públicas en educación buscan soluciones a esta realidad, desde el terreno hemos observado una carencia de profesores que se va acentuando en la medida que nos alejamos de la capital regional y principalmente de las carreras de Ciencias y Matemáticas. En la sala de clases de los colegios con los más altos índices de vulnerabilidad vemos cómo estudiantes con menos oportunidades sufren la incertidumbre de contar o no con docentes que les permitan alcanzar sus sueños.
En Enseña Chile trabajamos para enfrentar este problema que viven cotidianamente miles de estudiantes. Es así como hace más de una década, atraemos, seleccionamos y formamos a profesionales docentes y no docentes en competencias pedagógicas que permitan generar un cambio de trayectoria en las salas de clases de nuestra región. Con ese propósito buscamos revalorizar la carrera docente seleccionando por competencias a los futuros profesores y colocar al estudiante en el centro de nuestro trabajo en aula, con el único objetivo de que un día todas y todos los niños reciban educación de calidad sin importar su lugar de origen ni su situación económica.
José Miguel Pérez Director de la Región de Valparaíso Fundación Enseña Chile
Medidas
Están ocurriendo muchas cosas en el país y las estamos aceptando como normales. Los mapuches hacen de las suyas a su amaño, los terroristas se muestran desafiantes a todo y el país se sume en la desesperación. Por ello, estimo que el Estado debe declarar estado de sitio en la Araucanía y de excepción en el resto del país, lo que permitirá controlar esta situación, pues de otra manera nos hundiremos inexorablemente en una anarquía.
Guillermo Díaz Orellana