De un modo u otro, la falta de probidad aparece en el ámbito municipal, donde la figura de algunos alcaldes se empaña ante graves acusaciones que llegan a los estrados judiciales. Ahora ha estallado en la Región el caso de Margarita Osorio, alcaldesa reelegida de la comuna de Nogales, quien ha sido formalizada por una estafa que afecta a 450 modestas familias de la localidad de El Melón, en la comuna señalada, y de Cabildo, Provincia de Petorca.

En audiencia de formalización el fiscal Patricio Toro, detalló que la alcaldesa Osorio, junto a la exconcejala de Cabildo Juana Zamora y el arquitecto Mauricio Torres, ofrecieron a los afectados "la posibilidad de participar en un proyecto social habitacional, fingiendo seguir el proceso regular para el desarrollo de un proyecto inmobiliario que nunca fue ejecutado". Para participar los interesados pagaron $168 millones en la comuna de Cabildo y $5.850.000 en la localidad de El Melón.

Según el persecutor, ante el retraso en lograr la anhelada meta habitacional, las tres personas implicadas "usando siempre un lenguaje técnico, les dieron a los afectados explicaciones falsas sobre la tardanza en la tramitación del cambio de uso de suelo y los proyectos de Agua Potable Rural".

Ante las revelaciones detalladas por el fiscal, el juez de garantía, Nelson Fernández, reconoció la existencia de "antecedentes acreditatorios y probatorios, que dan cuenta de una arquitectura destinada a obtener recursos económicos, en este caso dinero, proveniente de gente especialmente modesta, carenciada, ilusionada con el fin que es, y yo diría que todas las personas tenemos, el de la casa propia".

Tras las pruebas, resultado del trabajo de dos años de la Unidad Regional Anticorrupción de la Fiscalía, el tribunal estableció un plazo de investigación de 90 días, fijando la cautelar de arresto domiciliario total para la alcaldesa Osorio, que mantiene su cargo, y nocturno para la exconcejala Zamora. La medida incluye arraigo nacional y prohibición de cualquier contacto con las víctimas.

Margarita Osorio rechazó los cargos, afirmó que se trataba de una "persecución política" y anunció un recurso ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso.

Este ilícito, con resoluciones tras una larga indagación de la Fiscalía, evidencia, una vez más, la explotación del problema habitacional de familias modestas, explotación que además de inmoral, cae en lo delictual mediante formas sofisticadas, como la presente estafa, hasta otras que llegan al homicidio, caso de Alejandro Correa, asesinado por un sicario en Concón. Además, la gravedad de la situación de Nogales y Cabildo reside en que personas revestidas de autoridad -una alcaldesa y una exconcejala- usan su condición para cometer un grave delito. Esta utilización debería constituir una agravante a la hora de la sentencia.

Chile y el mundo tienen compromisos trascendentes que cumplir para la concreción de los 17 objetivos para el desarrollo sostenible al año 2030 (ODS). Se trata de temas urgentes, multidimensionales y complejos que afectan a todo el planeta y que constituyen desafíos para organismos internacionales, gobiernos, instituciones y la sociedad toda. Estos desafíos son para las políticas nacionales e internacionales, la economía, los modelos de desarrollo, las vidas individuales y colectivas, que apelan a la conciencia de todas y todos.

Durante este tiempo vemos que el avance y desarrollo en la concreción de estas medidas ha sido lento, especialmente respecto de las medidas que deben adoptarse. Este no es un compromiso unilateral, sino multilateral, que requiere acuerdos, alianzas, pactos y visión amplia y responsable respecto del futuro. Tenemos que hacer posible la vida en un mundo y revertir los daños causados por la aplicación de un modelo cuantitativo de desarrollo solo material. La felicidad se ha traducido en consumo y acumulación.

Hasta la fecha, se han hecho muchos discursos, reuniones y conferencias respecto de esta importante materia, se han logrado algunos compromisos, pero estamos al debe y atrasados en el avance de las acciones necesarias para cumplir con las metas propuestas. A ocho años del cumplimiento del plazo, sentimos la urgente necesidad de avanzar con más celeridad, colaborar más, establecer nuevas alianzas e incrementar las relaciones internas y externas que permitan asumir en forma conjunta esta tarea.

Las universidades están aportando a la concreción de algunos de estos ODS. Sin duda, una de las tareas es formar personas más comprometidas con los problemas de la sociedad. Para ello, los desafíos de vinculación con el medio han sido grandes.

El paradigma aplicado es que la universidad se debe a la sociedad y debe contribuir a resolver sus problemas. La mirada bidireccional de vinculación con el medio permite un más pertinente involucramiento con los problemas sociales, reconociendo también un saber social que se suma al saber académico y que propone soluciones pertinentes y conjuntas.

Uno de los problemas urgentes que tiene nuestra sociedad es la inmensa crisis hídrica que padecemos en nuestra región y en el país. El trabajo que hacemos desde el HUB Ambiental de la UPLA, con otros centros de investigación, sumado a las voluntades del Gobierno Regional y la colaboración internacional, y el diálogo permanente con las comunidades ayudan a un trabajo conjunto para aportar a resolver un inmenso problema como es el del agua, que afecta tan directamente a la calidad de vida de las personas y comunidades. Así, junto a muchas otras acciones que desarrollan las universidades, contribuimos con granos de arena a avanzar en el cumplimiento de los ODS.