La llegada de los Cuatro Cardenales
La renovación de los más altos cargos de las cuatros universidades públicas de la Región de Valparaíso bien merece una reflexión.
Pocos han reparado en el sugerente giro que ha tomado el poder académico de las cuatro universidades públicas de la Región de Valparaíso en las últimas semanas, comenzando a dejar atrás la que quizás sea la década más virtuosa en términos de influencia y expansión universitaria en la zona, de manos de aquella poderosa tetrarquía agrupada en el Consejo de Rectores Universitarios de Valparaíso (Cruv) e integrada por Claudio Elórtegui Raffo (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso), Aldo Valle Acevedo (Universidad de Valparaíso), Darcy Fuenzalida O'Shee (Universidad Técnica Federico Santa María) y Patricio Sanhueza Vivanco (Universidad de Playa Ancha).
Ya sea por motivos políticos, coyunturas históricas y muchos otros factores, nunca habían coincidido cuatro jefes universitarios con la impronta y la decisión de los llamados Cuatro Mosqueteros, quienes hoy están en el amargo pero inevitable proceso de convertirse en aquello que el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar -citando a Felipe González- llamaba "jarrones chinos": muy bellos y valiosos, pero de discutible utilidad y a los que nadie sabe dónde ponerlos.
La Región de Valparaíso deberá agradecerles el crecimiento realizado, no solo en términos de infraestructura, sino de número y calidad de estudiantes, amén de otros guiños (editoriales, culturales, científicos, de innovación, internacionalización, etc.) y, más que nada, la voz política que todos ellos tuvieron en los turbulentos días del acoso sexual, la irrupción del feminismo, las demandas estudiantiles, las sobreideologizadas tomas de los últimos años y, cómo no, el Estallido Social y el posterior debate constituyente, en el cual destacaron por separado las voces del G-9 en representación de las públicas no estatales (Elórtegui y Fuenzalida) y aquella base de los fundamentos del recambio institucional (Corrales y Sanhueza).
Pero hoy ya es el tiempo de los Cardenales, más cercanos a la astucia y las estrategias de figuras históricas como Richelieu y Metternich que a la lisa y llana acción de capa y espada de los personajes llevados a la ficción por Dumas. El primero de todos, el historiador Nelson Vásquez Lara, ya ha dado algunas señales de ello en sus primeras semanas en la PUCV, al igual que el sicólogo Osvaldo Corrales Jorquera, ya con un recorrido más largo en la UV. En la UPLA, en tanto, se está a la espera de los primeros movimientos del ganador de las elecciones, el representante de la disidencia a Sanhueza y actual coordinador de la Unidad de Acompañamiento Docente, Carlos González Morales, profesor de Matemática y Computación de la antigua Universidad Técnica del Estado, actual USACH. Y, finalmente, la UTFSM decidirá el próximo jueves 1 de septiembre entre la vicerrectora y candidata del continuismo, la ingeniera civil química Carolyn Palma Toloza, y la bandera opositora, en la cual debiesen aunarse las candidaturas restantes, representada por el ingeniero civil electrónico, Juan Yuz Eissmann.
¿Volverá a darse la complicidad y el fiato de los Mosqueteros en los nuevos rectores? Hasta el minuto, pareciera que no, que cada uno atenderá a sus propios fantasmas antes de abocarse a un proceso mancomunado. Como nunca, esperamos estar equivocados en esta plomiza predicción.