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Ha-Joon Chang, el jueves hicieron lo propio varios destacados referentes y políticos de izquierda, entre los que se encuentran el filósofo estadounidense Noam Chomsky, el ex líder de Partido Laborista Jeremy Corbyn y el ex candidato presidencial francés Jean-Luc Mélenchon. Chang, el jueves hicieron lo propio varios destacados referentes y políticos de izquierda, entre los que se encuentran el filósofo estadounidense Noam Chomsky, el ex líder de Partido Laborista Jeremy Corbyn y el ex candidato presidencial francés Jean-Luc Mélenchon.

Pese a la importancia que puedan tener estas figuras en sus respectivos campos, el analista político de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Felipe Vergara, considera que el impacto que puedan tener estos rostros y particularmente las misivas que firman, es bastante reducido, ya que a su juicio se ciñen mucho a las élites.

Al respecto, el experto en marketing político hace hincapié en que estos escritos "no se publican en un diario más popular o se transmite en la radio para todo el mundo, sino que aparecen en medios muy específicos y eso hace que sean de poco acceso al resto de la gente. Entonces, no le veo mayor efecto, salvo para ciertos sectores que quieren reforzar su voto y que consumen estos medios de forma más habitual".

En ese sentido, Vergara pone como ejemplo la carta que adscribieron Mazzucato y Chang, la cual "no tuvo ningún efecto". Al respecto, el catedrático repara en que este fenómeno se acentúa aun más cuando los intelectuales son extranjeros, ya que si uno no tiene claridad de su trayectoria, currículum o corriente de trabajo, "evidentemente se hace mucho menos relevante".

"Ahí se vuelve a caer en el mundo de las élites que los conocen, así que pueden reafirmar su voto, pero no necesariamente cambiarlo porque un personaje internacional venga a hablar de una situación país, que ese es problema: la noción que se tenga de Chile a la distancia y la percepción respecto de la Constitución, es bastante subjetiva cuando no estás inserto en la realidad que se vive en los países a los que cada uno pertenece", subraya.

Atrapados en una burbuja

Una mirada similar es la que tiene el cientista político Nicolás Freire, quien hace hincapié en el carácter "elitista" en el que se mueven muchas de las declaraciones a favor o en contra de la propuesta de nueva Constitución, lo que redunda en que el efecto de estas apariciones sea bajísimo y no sean significativos desde el punto de vista electoral. Eso sí, el doctor en Estudios Americanos se detiene a explicar las motivaciones tras estas apariciones.

En primer lugar, el académico asevera que "en algunos casos -los menos-, hay un genuino alivio espiritual e intelectual de transparentar la propia posición, sobre todo en condiciones en que hacen parte de un entorno-burbuja, pero mucho más politizado. Entonces, un decano quiere dar a conocer a su comunidad cuál es su pensamiento, porque hay una presión interna en las instituciones, en los partidos, en las universidades, respecto de tomar posición".

"Pero además, nacen de un oportunismo con dos lecturas: el oportunismo de oler el entorno institucional y por lo tanto, tomar una posición que vaya en la misma sintonía; y por otro lado, es un oportunismo en términos de que finalmente se definen de una u otra manera a pocas semanas de una elección tan importante como el Apruebo o Rechazo", complementa.

El analista también pone de relieve el surgimiento de una crítica a las universidades como instituciones, a las cuales se las acusa de "haber vivido en la torre de marfil", por lo cual las intervenciones de sus académicos son solo "un tibio intento de salir de esta burbuja".

A modo de ejemplo, remarca que "causa mucho más impacto una posición de Pedro Pascal, que es actor y hace parte de otro tipo de esferas culturales, que no es la de un decano o rector; estas tomas de posiciones van a generar impacto en el mundo académico -que es tremendamente reducido- y en las instituciones donde se desarrollan. Ellos no van a mover una cantidad de votos, pero Pedro Pascal sí, por el solo nivel de conocimiento que se tiene de él".

"ha sido una desiluSión"

"Son declaraciones de lealtad a la tribu, tanto del mundo del Apruebo como el Rechazo, es decir, 'yo estoy acá y me la juego públicamente'", asegura el académico de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson, quien también vislumbra un impacto electoral acotado de esta "guerra de rostros", tomando en cuenta la rigidez que han exhibido algunas encuestas en el último tiempo, donde las personas han declarado que no estarían dispuestas a cambiar su preferencia, sea desde el Apruebo o el Rechazo.

El doctor en Historia admite que los escritos podrían tener alguna incidencia en el voto de los indecisos, "pero ninguna de ellas va a tener un impacto estructural de la intención de voto en el corto o mediano plazo".

Wilson coincide con Freire y Vergara respecto del reducido círculo desde el cual provienen la mayor parte de estas cartas, puntualizando que se trata de sectores técnicos muy especializados o de políticos que "están muy alejados de la vida diaria". Lo anterior, a su juicio, nos lleva al debate que instalaron las listas de independientes representadas en la Convención Constitucional, que "es el hecho de evitar que una elite se convirtiera en la gestora o definidora de estructuras sobre las cuales se confeccionara el borrador y, posteriormente, tuviera el liderazgo del proceso".

"Estas cartas son básicamente alineamientos dentro de la élite, destinadas al interior de ese segmento que se está definiendo respecto al plebiscito. Es decir, ellos están con o en contra, y en ese eje, eso es una decisión de élite, destinada al consumo por otros miembros de la misma. Todas son declaraciones orientadas a una caja de eco, es decir, para actuar o confirmar su lealtad a un proyecto dentro de una comunidad que sin importar si va ganando o perdiendo, hay que demostrar afecto y compromisos", puntualiza Wilson.

Por último, el académico lamenta que hoy por hoy, para un importante segmento de la población "el proceso constituyente ha sido una desilusión y finalmente, hay también un hastío, porque esto lleva cerca de dos años y fracción, y si bien el plebiscito es obligatorio, no veo a nadie en la calle definiéndose por la Constitución. Es decir, estas cartas no están tocando la tecla adecuada, dentro de una vida social que está dominada mucho más por el miedo a la delincuencia, el problema de la inflación, temas mucho más directos y concretos en la vida diaria".

Desconfianza generalizada

Pedro Fierro, investigador de la Fundación P!ensa a cargo del área de opinión pública, disiente un poco de la lectura del resto de los expertos, enfatizando en que todo depende de quiénes son los rostros que profesan cada una de las alternativas.

"Sin duda hay algunos personajes que cumplen un rol muy relevante a nivel de elites, rompiendo ciertos paradigmas y prejuicios que se habían ido generando en el proceso. Eso debiese permear en algunos círculos más masivos, en un nivel quizás más simbólico", explica el también académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y doctor en comunicación de la Universidad de Navarra.

En la misma línea, Fierro es claro en señalar que quienes podrían tener un mayor impacto, sin duda, son los rostros nacionales e incluso los locales. En ese sentido, argumenta que "ya hemos visto que la política está bastante descentralizada, no solo en Chile, sino que en todo el mundo. La gente actualmente tiene una desconfianza generalizada, pero que parece acentuarse incluso más en las relaciones impersonales y distantes. Si el que me está convenciendo en favor de una opción es mi vecino o mi alcalde-al cual suelo ver por mis calles-, puede que el impacto sea distinto. Hay más legitimidad y credibilidad".

Por su parte, el académico de la Universidad de Talca e investigador asociado del Núcleo Milenio para el Estudio de la Política, Opinión Pública y Medios en Chile (MEPOP), Mauricio Morales, sostiene que "a estas alturas, es difícil que un rostro por sí solo genere un cambio en la intención de voto de las personas. Según algunas encuestas, los expertos podrían tener cierta incidencia, pero de ser así, su efecto es muy acotado. Hay electores racionales que observan la situación del país y votan en función de eso, y electores más emocionales que se dejan de llevar por líderes de opinión o por imágenes que provocan sensaciones proclives a algunas de las opciones". 2

Hay algunos personajes dentro de las élites que cumplen un rol muy relevante a nivel de elites, rompiendo ciertos paradigmas y prejuicios".

La noción que se tiene de Chile a la distancia y la percepción sobre la Constitución, es bastante subjetiva".

Estas cartas son alineamientos dentro de la élite, destinadas al interior de ese segmento que se está definiendo".

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Causa mucho más impacto una posición de Pedro Pascal, que es actor y hace parte de otro tipo de esferas, que no es la de un decano o rector".

La intervención de ricardo lagos que marcó el camino de apruebo y rechazo

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Contrario a lo que ocurre con las intervenciones de los académicos y políticos ya mencionados, una carta que sí marcó un antes y un después en el camino al plebiscito, fue la que publicó el expresidente Ricardo Lagos a principios de julio. En el texto de dos páginas, quien gobernara el país entre 2000 y 2006 hizo hincapié en que "el actual proceso constituyente no finalizará el 5 de septiembre tras el plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana", a la vez que detalló una serie de aspectos que le parecían correctos de la propuesta de nueva Carta Magna, y otros que, en caso de imponerse, debían ser corregidos.

Sus palabras generaron gran revuelo en el mundo político. Y es que más allá de algunas críticas -principalmente desde la izquierda-, lo cierto es que posterior a la difusión del texto, los bandos que estaban detrás de cada opción matizaron un poco sus estrategias, llamando a acuerdos amplios dentro de sus propias coaliciones. Todo esto, mientras las apariciones públicas de Eduardo Frei y Michelle Bachelet, fueron quedando en el olvido.

Sobre este fenómeno, Pedro Fierro remarca que "el factor que hace relevante la carta de Lagos tiene que ver con la imprevisibilidad. Todos, más o menos, sabíamos lo que iban a opinar Michelle Bachelet o Eduardo Frei, allí no hubo mucha novedad. La decisión de Ricardo Lagos, sin duda, requería algo más de coraje. Era él quien naturalmente -por su rol histórico- estaba llamado a tensionar y desequilibrar el sistema. Creo que, sin duda, lo hizo".

Nicolás Freire, en tanto, destaca que la toma de posición del expresidente "sigue estando muy presente en el debate. Él anticipó eventos. Hoy día la discusión, por lo que vemos en los medios, lo que habla el gobierno o lo que aparece en las campañas, ya la discusión no es aprobar o rechazar, sino que aprobemos para mejorarla o rechacemos para ir a otro proceso. Y así han sido las acciones que han seguido".

Esto último, en referencia tanto al acuerdo alcanzado por el oficialismo para cambiar algunos puntos de la propuesta, como el proyecto anunciado por senadores DC para facultar al Mandatario para llamar a un nuevo proceso constituyente. 2