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LA TRIBUNA DEL LECTOR Infierno

POR EUGENIA GARRIDO, MAGÍSTER EN HISTORIA Y EXALCALDESA DE VIÑA DEL MAR
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Las 896 páginas del libro Se desataron todos los infiernos (Editorial Crítica) se presentan con la autoridad que Max Hastings, periodista e historiador de una veintena de obras referidos a la historia militar, avala con su conocimiento y su minucioso y profundo estudio de los hechos y circunstancias en que ocurrieron. En ellas dice que no hay referencias detalladas de los grandes líderes, sino del simple ciudadano. De su lectura aflora otro mérito: la profunda humanidad con las que fueron escritas, basadas estas en las numerosas conversaciones que Hastings sostuvo con los protagonistas, gente común, que vivió el drama de la guerra.

Sabe nuestro autor transportar al lector al campo de batalla o llevarlo tan pronto a un avión de combate, o bien cómo sumergirlo en un submarino. El título del libro hace honor a esta gran tragedia que afectó al mundo y que costó millones de vidas. En veintiséis capítulos, en los que resalta los hechos más relevantes de la guerra refrendado por comentarios y experiencia personal, va narrando lo ocurrido, un verdadero infierno que se vivió desde sus inicios, en 1939, hasta su término, en 1945.

Una a una desfilan escenas que dieron forma a uno de los hechos más dramáticos que vivió el mundo en el siglo XX. Hastings inicia este libro monumental refiriéndose en su primer capítulo a la traición que sufrió Polonia cuando, el 1 de septiembre de 1939, fue invadida por Alemania, mientras Varsovia, su capital, conocida por ser "la París de la Europa del Este", gozaba de todo su esplendor, con magníficas manifestaciones artísticas que le imprimían a la ciudad una especial distinción. Veintidós teatros hacían de ella el centro de las artes, tales como el ballet, conciertos y representaciones teatrales, exposiciones; mientras en los cafés se discutía de filosofía, se hablaba de literatura o, simplemente, se charlaba… todo, menos de la guerra.

Es el momento en que Francia e Inglaterra le declaran la Guerra a Alemania, provocados por el insólito inesperado actuar del líder nazi. Las acciones bélicas se suceden unas a otras. Ni Hitler ni Stalin respetaron sus pactos. Días después de la invasión de Alemania a Polonia, esta es invadida por el Este por el ejército ruso. Stalin reclama su botín de guerra. Y, así, la guerra se inicia en plenitud. Propuesto por uno de sus generales, Hitler acepta y se entusiasma con realizar la Blitzkrieg (Guerra Relámpago) inicia esta nueva estrategia invadiendo Noruega, lo que le permitirá contar con una base naval y aérea. Invade Francia, intentando apoderarse del máximo de territorio, causando un gran impacto emocional frente a la visión del ejército alemán marchando triunfante por el corazón de París. Las situaciones bélicas se sucedieron unas a otras, se combatió en la tierra, en los cielos y en el mar, Europa se convirtió en un campo de batalla, sumándose además dos ideologías opuestas: el nazismo y el comunismo, haciendo historia en el continente Europeo.

Fiel a sus convicciones, Churchill no aceptó, a pesar de las múltiples presiones que recibió, negociar con Hitler. Inolvidables sus palabras: "Europa no puede estar en manos de un tirano. Nuestra libertad y la de los pueblos sometidos por el terror nazi deben ser defendidos hasta la última gota de sangre". Enardecido, Hitler se prepara para invadir Inglaterra y esta será una de las gestas más heroicas que Inglaterra enfrentó.

El 13 de agosto de 1940 se da inicio a la Batalla de Inglaterra: durante cuatro semanas el cielo inglés es escenario de enfrentamientos día y noche, ciudades, bases aéreas, fábricas, bases militares, son el objetivo de los cazas y Stukas alemanes. Un heroísmo, más allá de lo imaginable, opusieron los ingleses frente a la desventaja por la superioridad numérica del enemigo. La pericia de sus pilotos, el espíritu y coraje de estos, la red de radares que les permitió informarse de la posición enemiga, el aporte del avión Spitfire que otorgaba gran posibilidad de maniobra, el haber descifrado la máquina alemana Enigma, destinada a enviar mensajes cifrados, fueron todos factores influyentes en el desempeño británico.

Son parte de esta batalla las Operaciones León Marino y Día del Águila. Triunfadora será Inglaterra de esta heroica batalla. Vendrán luego la apuesta de Mussolini y el intento alemán de apoderarse de Moscú y Leningrado, en el que además de morir por las balas, se moría por hambre.

El proyecto más ambicioso de Hitler fue, sin dudas, la llamada Operación Barbarroja, cuyo objetivo principal era extender sus fronteras por Europa del Este, apoderándose de nuevos territorios. La incursión a Rusia no tuvo el éxito esperado, constituyendo la más significativa derrota del ejército alemán. Quedan muchos capítulos a disposición del lector, desde esa Polonia traicionada a victoriosos y vencidos, conclusión de este libro que nos cuenta del horror de la guerra y del que pueden obtenerse lecciones del comportamiento humano.

Nos quedamos con la frase de Churchill: "Nunca en el campo de los conflictos humanos, tantos debieron tanto a tan pocos".