El Mercurio, cambios y espíritu de servicio
La longevidad de este Diario se basa en la acogida y confianza que le entrega la comunidad a través de tres siglos de existencia. La supervivencia de este Diario y de los medios de comunicación, en general, no es fácil. A las dificultades propias de cualquier empresa se suman intentos por controlarlos.
Desde que nace la prensa nacional, en 1812, hasta que aparece El Mercurio de Valparaíso, el 12 de septiembre de 1827, se editaron en el país 96 periódicos. De ellos, solo este Diario se mantiene vigente hasta hoy. La misma "Aurora de Chile" de Camilo Henríquez solo alcanza a lanzar a las calles 58 ediciones. Cuando se inicia la publicación de El Mercurio de Valparaíso la ciudad tenía poco más de 20 mil habitantes y el nivel de alfabetización de país era bajísimo. Pero pese a esas condiciones adversas, la ciudad era una estrella naciente por su condición portuaria que exigía como base para sus operaciones un medio de comunicación que entregara opinión e información, entendiéndose la publicidad como información valiosa, precisamente orientada al servicio de la ciudad y de la actividad marítima y portuaria en desarrollo gracias a la reciente apertura internacional del país.
Nace así este Diario como un startup, en tiempos en que no se soñaba siquiera el término, pero donde se cumplía el sentido de un emprendimiento diferente, innovador, con proyecciones y hasta audaz.
Este Diario, se ha dicho reiteradamente, es el periódico más antiguo del mundo en habla hispana. Son tres siglos de publicación continuada. ¿Cuál es la clave de esa subsistencia? Su permanente espíritu de servicio público en un ambiente local, nacional e internacional cambiante. Y ese sentido de servicio en medio de cambios que movilizan a toda la sociedad se puede apreciar de muchas maneras.
Sin ser autorreferentes, tenemos la edición de ayer "Mujer, Región & Reactivación", que marca el paso del Diario a un nuevo año existencia y lo acerca a los 200 de publicación ininterrumpida. Allí se ofrece una mirada a la decisiva presencia femenina en múltiples campos. Presencia ya definitiva y en crecimiento que aporta nuevos enfoques, valores y energía a la sociedad actual. Es la tarea de servicio público lo que explica la vigencia siempre actual de este diario, asumiendo nuevas tecnologías y perfeccionando procedimientos editoriales que aseguren a la comunidad información y opinión de calidad a través de ediciones en papel y plataformas digitales. La supervivencia de este Diario y de los medios de comunicación en general no es fácil. A las dificultades propias de cualquier empresa se suman los intentos refundacionales y mesiánicos por controlarlos o limitarlos, a veces con el disfraz de buenas intenciones por mejorar la calidad de la información o con estructuras comunicacionales oficiales que dificultan el acceso a las fuentes, vieja tentación de silenciarnos que se estrella con la voluntad de un medio fundamentada en la acogida que la comunidad le ha prestado a través de tres siglos. Y es esa acogida la que nos da energía para seguir adelante apoyando y participando en cambios que nos lleven a mejores tiempos.