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Haití al borde del caos con protestas, violencia, saqueos y "muro"que se levanta en la frontera

CRISIS. Presidente dominicano justificó levantar la división porque la situación del país vecino es una amenaza. "Miles están muriendo", asegura.
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Agencias

La violencia, los saqueos y las manifestaciones para forzar la dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry, volvieron a marcar ayer la vida en un país en el que la situación se agravó a tal punto que varias embajadas cerraron su puertas y República Dominicana, país con el que comparten la misma isla, construye una cerca de separación en la frontera.

La capital haitiana y varias ciudades del país vivieron una nueva jornada de multitudinarias manifestaciones, cada vez más violentas y saqueos. Tanto empresas públicas como negocios privados fueron objeto de estos actos de pillaje.

Todas las actividades seguían paralizadas al cierre de esta edición, incluido el comercio, organismos públicos, bancos y transporte, y los actos de vandalismo se multiplicaban con barricadas ardiendo y locales y calles en llamas.

Legaciones como las de España, Francia, República Dominicana o Canadá, entre otras, permanecieron cerradas, aunque mantienen operativos los teléfonos de emergencia.

Incluso República Dominicana, cuya frontera con Haití afirma que "está asegurada", evacuó al personal civil de su embajada y consulados para proteger "la integridad física del personal", según un comunicado del Gobierno.

Las bandas armadas han causado ya la muerte de al menos 300 personas y la huida de la zona capitalina de unas 3.000.

Jimmy Cherizier

Una de las marchas en la capital fue encabezada por Jimmy Cherizier, alias Barbecue, jefe de la banda G-9 y uno de los criminales más temidos de Haití.

En las manifestaciones en Puerto Príncipe se oyeron gritos como "Vamos al supermercado, Ariel Henry pagará", anunciando los saqueos.

El principal botín es la comida, en un país donde más del 40% de la población sufre inseguridad alimentaria.

Se sumaron los incendios de instituciones como Cáritas o del Programa Mundial de Alimentos, organismos y oficinas públicas en Puerto Príncipe y algunas ciudades como Gonaïves.

En la capital las dependencias de la televisión pública fueron saqueadas, los manifestantes se llevaron equipos y prendieron fuego a tres vehículos.

A pesar de la intervención de la Policía Nacional, que lanzó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, el caos y la violencia eran incontenibles.

También establecimientos en la carretera de la zona capitalina de Delmas fueron objeto del vandalismo de unos manifestantes, furiosos, que amenazan con poner al país bajo fuego y sangre para obligar al Gobierno a dar marcha atrás en su decisión de aumentar el precio de los derivados del petróleo.

La anunciada subida agravará aún más la situación económica de una población que ya vive en extrema precariedad, lejos de servicios básicos como el agua, la electricidad y la salud.

Haití atraviesa desde hace años una crisis sociopolítica y económica sin precedentes, marcada por el aumento de guerras entre bandas, ataques armados, asesinatos, robos, violaciones y secuestros.

Todo ello ha incrementado aún más la miseria entre los habitantes del país, donde 4,9 millones de personas, el 43% de la población, necesitan ayuda humanitaria para poder vivir.

El "muro"

El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, defendió ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) la construcción de una cerca en la frontera con Haití, porque la crisis que sufre ese país es "una amenaza para la seguridad nacional" de los dominicanos.

"Nuestro Gobierno hará todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar la paz de nuestros ciudadanos. Por ello, hemos iniciado la construcción de una verja perimetral en las áreas más sensibles", dijo Abinader.