Irán: al menos 17 fallecidos en violenta ola de protestas por muerte de Mahsa Amini, la joven detenida por llevar mal puesto el velo
INDIGNACIÓN. Gobierno iraní bloqueó internet y limitó redes sociales. Condena mundial va en aumento.
Las protestas que sacuden Irán desde hace siete días por la muerte de Mahsa Amini, joven de 22 años detenida por llevar mal puesto el velo, habían dejado, hasta el cierre de esta edición, un saldo de al menos 17 personas fallecidas, informó la televisión estatal iraní.
Entre los muertos "hay policías", afirmó la cadena IRIB con datos no gubernamentales, mientras que la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo, informó que al menos 31 civiles han perdido la vida en los enfrentamientos.
Hasta ayer, los datos oficiales daban cuenta de ocho personas muertas, entre ellas tres agentes de seguridad.
Las protestas comenzaron el viernes y se han ido extendiendo por Irán luego de conocerse la muerte de Amini, quien había sido arrestada por la llamada Policía de la moral.
Con gritos como "justicia, libertad y no al hiyab obligatorio", "mujeres, vida, libertad" o "muerte al dictador", los manifestantes han mostrado su indignación en al menos 20 ciudades de Irán, en protestas en las que la violencia se intensificó con las fuerzas de orden recurriendo a elementos antidisturbios.
En los choques de la noche del miércoles, los manifestantes quemaron al menos dos comisarías y varios vehículos.
En la ciudad de Rasht, una anciana marchó sin velo mientras gritaba "muerte al dictador", según mostró uno de los videos de las manifestaciones.
En otros registros se ve a mujeres quemando velos, imágenes que se han convertido en símbolos de las protestas.
El bloqueo
Ante la ola de indignación callejera, el Gobierno bloqueó este miércoles internet móvil casi completamente y limitó aplicaciones como WhatsApp e Instagram, en un aparente intento por controlar las protestas.
Las redes sociales, en especial Twitter, están jugando un papel importante, con los manifestantes publicando cientos de videos en ellas.
Ante esta situación, la poderosa Guardia Revolucionaria de Irán calificó ayer las protestas de "sedición" y pidió al Poder Judicial que juzgue a los que "diseminan rumores y mentiras" en las redes sociales y en las calles.
A la petición se sumó el diario ultraconservador "Kayhan", cuyo director es elegido por el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, que criticó al Poder Judicial por, aparentemente, no condenar a nadie que haya participado en las protestas.
"No tengan piedad con estos criminales", pidió el medio.
Amini
Amini fue detenida el martes de la semana pasada por la llamada Policía de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y fue trasladada a una comisaría para asistir a "una hora de reeducación" por llevar mal puesto el velo.
Murió tres días más tarde en un hospital al que llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.
Su muerte ha logrado movilizar a miles de iraníes a través del dolor y la empatía, a diferencia de otras ocasiones en las que las manifestaciones se redujeron a fragmentados grupos sociales movilizados por la economía.
Por su parte, las autoridades insisten en que las protestas están incitadas por el "enemigo extranjero" con la intervención de embajadas y servicios de inteligencia de otros países.
Luego de pronunciar un discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, regresará hoy a Teherán desde Nueva York, en una jornada en la que las autoridades planean marchas de apoyo al régimen.
Sin embargo, en otros países las muestras de indignación van en aumento, con protestas en naciones como Turquía y Grecia, mientras que la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que "el brutal ataque a las valientes mujeres en Irán es también un ataque a la humanidad".
El Gobierno iraní ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta. El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 que lideró el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban "desnudas".