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ENTREVISTA. tomás lagomarsino, diputado (Ind.-Radical):

"El oficialismo debe mejorar su posición negociadora y lograr un acuerdo equilibrado"

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Sebastián Mejías O.

Como representante de la bancada del Partido Radical en la negociación constitucional que se retomará hoy en el Congreso, el diputado Tomás Lagomarsino proyecta los principales desafíos del nuevo proceso que se inicia. Al menos está confiado que con el Gobierno fuera de las conversaciones, dedicado a las urgencias, la ciudadanía podrá reencantarse con la necesidad de que el país cuente con una nueva Constitución.

- Desde el plebiscito se ha visto a Chile Vamos más unido que nunca, manteniendo cierto control sobre este nuevo proceso y estableciendo lineamientos comunes. ¿Qué hay del oficialismo?

- Es cierto que hasta el momento Chile Vamos ha tenido una posición fuerte en las negociaciones producto de que ha logrado trabajar como coalición, en contraste con el oficialismo y sus dos almas, que no han logrado tener una posición negociadora en su conjunto que se vea fortalecida. De ahora en adelante, el oficialismo debe hacer esfuerzos significativos para mejorar su posición negociadora y, así, lograr un acuerdo equilibrado.

- ¿Qué sería un acuerdo equilibrado?

- Lo importante es llegar a acuerdos que sobrepasen los 4/7 y en eso hay bastante espacio para que se cedan posiciones y puedan incorporarse los expertos, sin olvidar que no existen los expertos neutrales, dejando espacio también para que se desarrolle la elección de un órgano colegiado y democrático que incluya algunos mecanismos de participación ciudadana.

- ¿Ya se habla del contenido?

- Quiero ser muy claro con esto: al día de hoy no estamos abordando los contenidos de una propuesta de nueva Constitución, sino elaborando los límites y bordes del proceso que nos permitirá tener ese segundo texto y que pueda ser aprobado en un plebiscito de salida. Es probable que esos límites influyan en lo que será la propuesta de nueva Constitución, aun cuando sus contenidos siguen más bien abiertos.

- Hay quienes proponen que un preacuerdo gestado por un comité de expertos sea un insumo de una nueva Convención. ¿Comparte ello?

- Creo que ese anteproyecto sería bastante positivo para ganar tiempo y generar algunos consensos previos, aunque también si es que finalmente hay un órgano electo popularmente, que es la opción que preferimos como bancada, debería tener capacidad para agregar, enmendar, cambiar y eliminar los puntos que sean necesarios de este anteproyecto.

"Hay un margen"

- ¿Cuánto podrá influir y limitar la negociación parlamentaria al nuevo proceso?

- Estoy convencido que hay un margen para que un acuerdo parlamentario pautee en varias cosas el trabajo de una nueva Convención Constitucional, sin sobrepasarse, claro. Si logramos tener un órgano electo democráticamente, habrá mucho más margen para dejar algunas cosas preestablecidas.

- ¿Qué tipo de cosas preestablecidas?

- Desde hoy tendremos que avanzar en una propuesta de nueva Constitución menos maximalistas y menos identitaria. Sin embargo, eso no puede ser pauteado de sobremanera por parte del poder constituido. Al contrario, el poder constituido solo deberá generar los bordes y límites de una nueva etapa del proceso, para que la democracia pueda expresarse en un órgano colegiado que represente la distribución política de la sociedad chilena.

- ¿En las negociaciones se ve que el mundo político y en particular el oficialismo recibió el golpe y la lección del plebiscito?

- Creo que se hizo la autocrítica de que este nuevo proceso no debe ser igual al primero. Tiene que tener características diferenciadoras, sobre todo porque la gran mayoría de la ciudadanía no tiene entre sus prioridades el tema constitucional. La seguridad, la inflación y la salud es lo que importa ahora, y eso obliga a este nuevo proceso a ser breve, concreto y con resultados efectivos, moderados y ampliamente compartidos por la sociedad chilena.

- ¿Cómo reencantar a la ciudadanía con la necesidad de tener una nueva Constitución?

- Creo que es muy difícil reencantar a la ciudadanía. Para lograr algo así el Gobierno deberá abstraerse públicamente de este proceso y, al contrario, dedicarse a los problemas más urgentes de las personas. El Gobierno debe dejar solo al Congreso para que defina los mecanismos de un nuevo proceso constitucional que sintonice mucho más con los deseos y esperanzas de los chilenos.

"La seguridad, la inflación y la salud es lo que importa ahora, y eso obliga a este nuevo proceso a ser breve, concreto y con resultados efectivos".

ENTREVISTA. Andrés Longton, diputado (RN):

"El Socialismo Democrático jugará un importante rol para no volver a cometer errores"

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Sebastián Mejías O.

El jefe de la bancada de Renovación Nacional (RN), el diputado por el Distrito 6 Andrés Longton, será uno de los representantes de Chile Vamos en la negociación constitucional, en la búsqueda de instalar la necesidad de establecer "bordes" que impidan a los futuros convencionales, si es que los hay, sobrepasarse en la redacción de los contenidos de una nueva Constitución. A su juicio, que un comité técnico-político -que sea proporcional a las fuerzas parlamentarias- redacte un anteproyecto es una buena idea. Si no hay acuerdo, "recobrará fuerza un nuevo plebiscito de entrada", advierte.

- Chile Vamos viene de una serie de reuniones y acuerdos para retomar estas conversaciones. ¿Cómo enfrentarán la discusión de hoy?

- El compromiso por una nueva Constitución nunca se ha puesto en duda, hay que aclarar eso. Sin tener una bajada definida que, creo, se tiene que ir desarrollando en la medida que se gesten ciertos acuerdos, para Chile Vamos lo importante es establecer ciertos mínimos o bordes para evitar que una nueva Constitución caiga en excesos refundacionales o maximalistas, que traigan al país incertidumbre y que nos hagan retroceder en todo lo que se ha logrado.

- ¿Significa que la negociación implicará no solo mecanismos de un proceso, sino también contenidos?

- Tenemos que dar una conversación sobre la forma de elegir a las personas que redactarán la Constitución, pero también sobre una propuesta de borrador que sirva como un insumo a los futuros convencionales.

- ¿Ve en el oficialismo a sectores dispuestos a ceder en esos mínimos?

- Todos estos lineamientos deberán darse producto de acuerdos y de una conversación que deje los extremos de lado. En ese sentido, el Socialismo Democrático juega un rol muy importante para no volver a cometer errores. Es necesario determinar bordes que den certezas y garantías a la ciudadanía, de que aquellos que redactarán la nueva Constitución tendrán ciertos mínimos de los cuales no pueden salirse y que son fundamentales para mantener instituciones, así como algunos elementos que son fundamentales en una democracia.

Puntos sobre la mesa

- A su juicio, ¿a qué temas hay que poner bordes?

- Estoy hablando de mantener los tres poderes del Estado, la autonomía del Banco Central, que somos un Estado unitario, o garantizar el derecho de propiedad y la libertad de elegir. Son elementos que causaron mucho resquemor y mucho rechazo el 4 de septiembre y deben estar puestos sobre la mesa en amplios acuerdos, teniendo en consideración que se deben conseguir 4/7.

- ¿Mantener la bicameralidad?

- Mira, sobre la bicameralidad se podría discutir respecto a las atribuciones y cómo mejorar los procedimientos legislativos. Por mi parte, creo que también hay que establecer al bicameralismo como un mínimo.

- Sobre lo que proponen, ¿con cuánta rigidez enfrentarán la negociación?

- Lo que es rígido es que tiene que haber ciertos bordes y ciertos mínimos; lo que no es rígido es que esos bordes y mínimos deben ser objeto de una discusión y objeto de acuerdos. Lo importante es que haya un consejo técnico-político designado en base a las distintas posturas que hay en el Parlamento, proporcionalmente, que tenga incidencia en la redacción del nuevo texto.

- ¿Cómo debe incidir ese consejo técnico-político?

- Es importante tener un elemento objetivo delineado para el órgano que en definitiva va a redactar la Constitución. Si no están esos elementos objetivos y bordes para un nuevo texto, puede recobrar fuerza la posibilidad de un plebiscito de entrada.

- ¿Si no hay acuerdo se volvería al principio?

- Es que no podemos eternizar la discusión. Necesitamos entregar certezas y certidumbre. No podemos encasillar a nuestro país en esta vorágine constitucional eternamente y por eso la prioridad de los temas sociales es fundamental. Por ejemplo, hoy la seguridad está desbordada y debe ser la prioridad. Paralelo a eso se trabajará en una nueva Constitución, sin el afán de eternizarse si es que los acuerdos no llegan a buen término. Si eso pasa, un nuevo plebiscito de entrada permitiría a la ciudadanía determinar el futuro del proceso.

"No hay que eternizarse si es que los acuerdos no llegan a buen término. Si eso pasa, un nuevo plebiscito de entrada permitiría a la ciudadanía determinar el futuro del proceso".