Frente a las amenazas del Cambio Climático, la agricultura de la Región de Valparaíso ha tenido que asumir como uno de sus principales desafíos la mitigación de sus efectos y, con ello, la adaptación de los cultivos. A esto se suma la gestión de los sistemas agroalimentarios, lo que va desde el uso eficiente del agua y suelo hasta el adecuado desarrollo de los procesos industriales postcosecha.

En este contexto, la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), a través de sus programas de pregrado y el postgrado, ha enfocado sus esfuerzos en responder a las actuales problemáticas a través de la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, tanto en base a soluciones naturales como tecnológicas con foco en la producción y desarrollo de alimentos saludables, funcionales, inocuos y con alto valor organoléptico.

Este compromiso que asume la PUCV con su entorno surge desde el entendimiento de que los aspectos formativos van de la mano con la generación de conocimiento en estas áreas, de modo que sus académicas y académicos realizan investigación de punta para contribuir a los avances a nivel regional, nacional e internacional.

Un claro ejemplo de esto es el estudio realizado recientemente en el Valle de Casablanca por el profesor Alejandro Cáceres, quien al analizar la composición química de la uva cv Sauvignon Blanc en dos zonas distintas, se percató de que las calidades eran distintas dependiendo de su cercanía con el mar, lo que permite ampliar el portafolio de vinos del sector. Asimismo, estos hallazgos permean en los cursos "Análisis sensorial de vinos" y" Vinos y viñas del mundo", ambos realizados por el académico, corroborando así la fuerte conexión entre investigación y docencia.

ACTUALIZACIÓN

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Las distintas áreas del conocimiento impartidas en la Escuela de Agronomía de la PUCV están alineadas con los ejes estratégicos de la investigación e innovación de la Institución, integrando el conocimiento de los ecosistemas con los avances de la bioingeniería e implementando innovaciones tecnológicas del área de la agricultura de precisión para incrementar la eficiencia productiva.

La planificación de los cursos que se están dictando y los que se impartirán a futuro responden precisamente a estos ejes principales: el desarrollo rural se integra con la sustentabilidad y la innovación social, en tanto que la horticultura y fruticultura se entienden como sistemas agroalimentarios complejos que incorporan los servicios ecosistémicos, la industrialización o los avances en biotecnología.

Años atrás era poca la atención que se le prestaba al suelo como factor de influencia en el tratamiento de las plantaciones, visión que hoy ha ido cambiando ya que cada vez son más los estudios vinculados a esta materia. En la Región de Valparaíso, que cuenta con grandes extensiones de terreno para la agricultura, el tema adquiere una relevancia fundamental, por lo que la Escuela de Agronomía ha potenciado su cuerpo académico con la incorporación del profesor Pablo Cornejo, experto en ciencias del suelo. El investigador, que busca introducir aspectos estructurales y componentes biogeoquímicos que modulan las características del suelo, realiza una gran cantidad de trabajos prácticos en sus actividades docentes, donde los estudiantes cuantifican y visualizan distintos parámetros de la tierra.

Asimismo, la unidad académica trabaja en una serie de avances tecnológicos para aplicar una agricultura de precisión que beneficie en la sustentabilidad de los cultivos a través de diversos factores. Entre estos se encuentra el menor uso del recurso hídrico y la adaptación a la crisis climática con los cambios de temperaturas en los años venideros, y las variaciones en las características de cada estación, entre otros elementos que afectan a la región.

Esta área se vio fortalecida con el trabajo del profesor Eduardo Fernández, quien estudia la dormancia en árboles frutales para modelar su requerimiento de frío y hacer frente a condiciones climáticas cambiantes. Su experiencia le permite proyectar los impactos del Cambio Climático e integrarlos en su docencia a través de cursos de bioestadística que se dictan en el postgrado.

La actualización del Modelo Educativo de la PUCV procura la articulación progresiva entre el pregrado, el postgrado y la formación continua, además de avanzar en flexibilizar, innovar y fomentar el trabajo interdisciplinario en los programas ofrecidos por la Universidad. De este modo, la formación de los estudiantes busca no solo la preparación de profesionales para satisfacer la demanda de la sociedad, sino también la formación integral, con una fuerte base científica y compromiso con el medio.

Los futuros agrónomos PUCV no solo requerirán de conocimientos técnicos de los sistemas agroalimentarios, sino también la capacidad de administrar la complejidad de estos, junto con la de desempeñarse en ambientes multidisciplinares, multiculturales y cambiantes.

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