Terrapuerto Rapa Nui alista el estudio de mitigación vial para buscar la aprobación de obras
VALPARAÍSO. Impulsores de la iniciativa tienen desde 2018 una carta del Servicio de Evaluación Ambiental que desestima la necesidad de este procedimiento.
El ambicioso y millonario proyecto Terrapuerto Rapa Nui Valparaíso ha generado entusiasmo pero también un grado de preocupación a nivel de autoridades locales, pronunciándose, a su vez, expertos sobre el impacto urbano y vial de la iniciativa por la ubicación de esta en la avenida Santos Ossa.
Sin embargo, el equipo de arquitectos que está detrás de su diseño, Jorge Olazábal y María Inés Miranda, sostiene que la planificación de una edificación de estas características ha pasado por la exhaustiva revisión del Ministerio de Obras Públicas, la Dirección de Obras Municipales de Valparaíso y también del Servicio de Evaluación Ambiental de la región.
Estudios de impacto
Según las disposiciones de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, específicamente lo señalado en el artículo 116, la "construcción, reconstrucción, reparación, alteración, ampliación y demolición de edificios y obras de urbanización de cualquier naturaleza, sean urbanas o rurales, requerirán permiso de la Dirección de Obras Municipales, a petición del propietario, con las excepciones que señale la Ordenanza General".
En este caso, fue a principios de 2018 que la construcción de Terrapuerto Rapa Nui de Valparaíso contó, oficialmente, con la aprobación de su anteproyecto por parte de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Valparaíso.
Gracias a ello, la obra pudo continuar el proceso para convertirse en el proyecto que es hoy: una instalación que estima al menos ocho plantas que pondrían diversos servicios a disposición de la comunidad porteña.
Junto a la aprobación del anteproyecto, un año más tarde llegó el visto bueno a estudios que fueron realizados en el terreno y que contemplan medir el impacto que podrían tener las obras en su entorno.
"Ahora, el paso siguiente consiste en solicitar la aplicación del Informe de Mitigación Vial (IMIV)", detalló Jorge Olazábal, agregando que es "un estudio que entró en vigencia recientemente y viene a reemplazar al Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU)".
Este nuevo informe forma parte del Sistema de Evaluación de Impactos en la Movilidad (SEIM), que entró en vigencia en noviembre de 2021, de la mano de la Ley de Aportes al Espacio Público, la cual exige que "los proyectos de crecimiento urbano por densificación deberán contribuir a mejorar los espacios públicos de la ciudad en que se emplazan".
Otras evaluaciones
Además de los estudios viales y urbanos, los arquitectos solicitaron al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) una opinión formal sobre la pertinencia de este tipo de procedimiento.
En enero de 2018, tras un análisis del proyecto, el SEA fue categórico y concluyó que "el proyecto no se ejecutaría dentro de áreas colocadas bajo protección oficial, (...) es decir, zonas clasificadas como áreas protegidas, zonas vírgenes, santuarios de la naturaleza". Por tanto, estima que no debe obligatoriamente someterse a un Estudio de Evaluación Ambiental (EIA).
Con esto en mente, es importante consignar que otro de los grandes objetivos de las instalaciones de Terrapuerto sería la "recuperación de parque nativo del Estero de las Zorras", para crear un parque que cuide la flora y fauna del sector, además de implementar lugares propicios para una zona de paseo y miradores.
Respaldo político
Tras sostener una reunión con el gobernador regional, Rodrigo Mundaca, el equipo de arquitectos, junto a su gerente de negocios, Cristián Tello, tuvo la oportunidad de presentarse ante el pleno del Consejo Regional celebrado esta semana, para poder exponer planos y otros detalles del proyecto.
Al respecto, el consejero Manuel Millones, vicepresidente de la Comisión de Vivienda, campamentos y territorios, señaló que "la inversión privada que resuelve problemas públicos es más que bienvenida. Este proyecto cuenta con una inversión de más de $120 millones de dólares y solo necesita del respaldo público para salir adelante. (...) Es un mérito, además, que pese a todo lo alicaída que se encuentra la ciudad de Valparaíso, aún existan inversionistas que crean que es posible que se pueda recuperar".
"Estamos impresionados también por la increíble calidad arquitectónica del proyecto. Prácticamente tiene todo aprobado. También tiene un objetivo claro y un sueño, que es el de construir en un sector medio y poder conectar a las personas. En la medida que construyamos y acerquemos a la gente a las soluciones que ellos requieren, mejor va a ser para la ciudad", agregó.
Por otro lado, el consejero también se refirió a los temores por el posible impacto vial negativo al sector, señalando que "sería injusto que este y otro proyecto de características similares, que consideran la conectividad vial, deban hacerse cargo de cuestiones que le corresponde resolver al Estado. Es necesario que el Ministerio de Obras Públicas enfoque sus esfuerzos en la relicitación de la Ruta 68, o si no, este y otros futuros proyectos corren el riesgo de caerse".
Manuel Lanas, core que también estuvo presente en la exposición, se sumó a las palabras de Millones y agregó que "Valparaíso necesita de proyectos que lo levanten. Después de lo que fue el estallido y la pandemia, está muy alicaído. La gente siente que el Estado, que las autoridades de Valparaíso, la ha dejado de lado. Queremos que vuelvan a creer que queremos que Valparaíso salga adelante".
"Considerando eso, mi única observación a los arquitectos fue de que ojalá incluyeran a los vecinos y los hicieran parte de este proceso, porque es un proyecto muy invasivo que, evidentemente, va a cambiar el entorno", finalizó.
Ambas autoridades están de acuerdo en que se debe seguir profundizando en los posibles alcances que tenga el futuro Terrapuerto Rapa Nui en su entorno.
Sin embargo, esperan con optimismo que se mantengan las conversaciones con otros actores políticos y vecinales y que también se lleven a cabo todos los estudios que sean necesarios para que el proyecto pueda continuar su camino en obtener el apoyo público necesario antes de poner fecha al inicio de sus obras.
"Valparaíso necesita de proyectos que lo levanten. Después de lo que fue el estallido y la pandemia, está muy alicaído."
Manuel Lanas, Consejero regional
2017 fue el año en que el proyecto fue tomando forma. En 2018, el SEA informó que no necesita un EIA.
8 plantas pondrían a disposición diversos servicios primarios y de entretención para la comunidad.