Drones siguen golpeando blancos militares en el corazón de Rusia
GUERRA. Segunda jornada de ataques alcanzó aeródromo de Kursk.
Agencias
Drones enemigos continuaron ayer, por segundo día consecutivo, golpeando objetivos militares en territorio ruso, ataques de los que Moscú acusa directamente a Kiev, que intentaría ralentizar así la brutal campaña de bombardeos masivos contra su infraestructura civil.
"La línea de continuidad de esos ataques terroristas, abiertamente declarada por el régimen ucraniano, es un factor de peligro. Por supuesto, lo tenemos en cuenta y tomamos las medidas pertinentes", afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Por ese motivo, Ucrania espera en los próximos días una nueva lluvia de misiles contra su territorio en represalia por sus atrevidas acciones de sabotaje contra los aeródromos de la aviación estratégica rusa.
El primer objetivo el martes fue un aeródromo situado en la región de Kursk, que tiene frontera con Ucrania y donde rige desde hace meses un alto nivel de amenaza terrorista, según su gobernador, Román Starovoit.
"Como resultado del ataque con dron se incendió el tanque de almacenamiento de petróleo del aeródromo", escribió Starovoit en Telegram.
Trenes especializados en extinción de incendios fueron enviados desde Moscú para poder extinguir el fuego, cuya humareda se podía ver a varios kilómetros de distancia.
El aeropuerto de Kursk fue cerrado para la aviación civil el 24 de febrero, día del inicio de la campaña rusa en Ucrania.
Dos drones también alcanzaron durante la madrugada depósitos de combustible situados a escasos metros de una fábrica en la región de Briansk, también vecina de Ucrania. En cambio, los depósitos estaban vacíos en ese momento, por lo que apenas hubo que lamentar daños.
Drones enemigos, operados desde Ucrania, según el diario "The New York Times", atacaron el lunes dos aeródromos en las regiones de Sarátov y Riazan, donde murieron tres militares y otros cuatro resultaron heridos.
Según los expertos, estos ataques, que incluirían en algunos casos la incursión de grupos de sabotaje ucranianos en territorio ruso, fueron los más atrevidos y los más profundos en territorio ruso perpetrados por el Ejército ucraniano desde el inicio de los combates en febrero.
Putin convoca reunión
Los ataques de esta semana han disparado las críticas de los expertos y blogueros militares rusos por la falta de previsión de las autoridades.
Por eso, Putin convocó ayer con urgencia al Consejo de Seguridad de Rusia para abordar las medidas para "garantizar la seguridad interna del Estado".
El vocero del Kremlin precisó que las autoridades están adoptando "medidas adicionales" para proteger su infraestructura petrolera en el sur del país.
Al respecto, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, ordenó no suspender "ni un segundo, incluso en invierno", la construcción de fortificaciones y refugios antiaéreos, especialmente en la frontera con Ucrania.