"Un anhelo sería encontrar un fósil de mamífero junto a los dinosaurios del Mundo Jurásico"
"Encontrar un fósil de mamífero junto a los dinosaurios del Mundo Jurásico que hemos ido develando" en la cordillera patagónica, reconstruir el ambiente geológico en que vivieron y formular una nueva hipótesis de la historia geológica de Aysén, son las actuales aspiraciones del doctor Manuel Suárez Dittus.
En 2004, el académico de Geología de la Universidad Andrés Bello sede Viña del Mar halló en ese lugar, junto a su familia, el primer dinosaurio del período Jurásico encontrado en Chile, Chilesaurus diegosuarezi, que vivió hace unos 148 millones de años. Y una década más tarde, en la misma zona, integró la expedición que dio con el Burkesuchus mallingrandensis, cocodrilo prehistórico terrestre del mismo periodo.
La denominación Diegosuarezi del dinosaurio prehistórico responde a que fue Diego, entonces de siete años, hijo del doctor Suárez y de su esposa, Rita de la Cruz, también geóloga, quien durante esa expedición patagónica encontró aquel "pequeño y extraño hueso" que se convertiría en un hallazgo fundamental para el conocimiento sobre la evolución de esa especie.
Luego de ese descubrimiento, que tuvo lugar en la Formación Toqui, cercanías de Mallín Grande, Aysén, a unos 1.500 metros de altura en la Cordillera de la Patagonia, comuna de Chile Chico, Suárez y De la Cruz siguieron recorriendo la zona. Allí, junto a especialistas argentinos, encontraron en 2014 el Burkesuchus mallingrandensis, el cocodrilo terrestre.
Exploraciones
El científico acaba de publicar Mundos del Cabo de Hornos: crónicas de exploraciones de un geólogo y relatos históricos (RIL Editores), donde relata sus largas expediciones a la zona del Cabo de Hornos en la década de los 70, recorriendo durante meses las costas de esas islas en pequeños botes de aluminio y saltando a las rocas, por espacio de varios años.
En cuanto a proyectos científicos, está elaborando una gran cantidad de datos geológicos que obtuvo en antiguos proyectos "y ahora estoy intentando interpretar su significado en cuanto a formación de arcos volcánicos, su duración, sus cambios de lugar, así como cuando y en cuánto tiempo se formaron las cordilleras de Aysén".
Además, dice, "reconstruir el ambiente geológico en que vivieron el Chilesaurus diegosuarezi y los otros dinosaurios y cocodrilos que vivían reunidos en el mismo lugar" es un desafío fascinante, y con gran potencialidad, al igual que el geoturismo, ya que "el nuestro es principalmente un turismo de paisajes y los paisajes son resultado de procesos geológicos. Por ello, se aprecia muchísimo más si a las visitas se le agrega una explicación de cómo fue que se formaron determinados paisajes y cuándo ocurrió ello".
Top de la paleontología
- ¿Por qué se considera que el dinosaurio Chilesaurus diegosuarezi constituye lo ue denominan un verdadero rompecabezas para la ciencia?
- El Chilesaurus diegosuarezi ha sido considerado como uno de los más importantes hallazgos de la paleontología y una piedra angular en la evolución de los dinosaurios. Esto por tener características anatómicas de los dos grandes grupos de dinosaurios, los cuales se distinguen por diversas formas de su esqueleto: los saurisquios (con terópodos y sauropodomorfos) y los ornitisquios (el triceratops por ejemplo, dinosaurios acorazados, con pico de pato y cuernos). El equipo de expertos liderados por Fernando Novas, del Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires, con el cual trabajamos junto a Rita de la Cruz, ha interpretado al Chilesaurus como un terópodo, que eran carnívoros, en cuyo caso el Chilesaurus sería el primer terópodo herbívoro.
- Pero usted señala que existe también otra interpretación.
- Otro grupo de expertos, esta vez de Cambridge, interpretó, en base a nuestros datos, que pertenecería al otro grupo, al de los suarisquios, pero con características de terópodo. Esta discusión demuestra lo asombroso de este animal, al que Novas señaló como un verdadero rompecabezas evolutivo. Al ubicarlo entre los terópodos, donde entró millones de años después el famoso carnívoro Tiranosaurio, se convierte en el primer herbívoro de este grupo. Tenía el tamaño de un caballo pequeño, con brazos robustos y dos dedos muy cortos que terminaban en garras curvas. Se le ha descrito como un puma con cabeza de guanaco y manos atrofiadas como las de un avestruz. No se le conoce antepasados ni descendientes. Es un enigma.
Cocodrilo prehistórico
- ¿Y qué misterio podría develar el cocodrilo Burkesuchus mallingrandensis?
- Este pequeño cocodrilo, de unos 70 cms. de largo, que vivía entre las patas del Chilesaurus, fue descubierto por nuestro equipo chileno-argentino, años después del hallazgo del famoso Chilesaurus y en la misma sucesión de estratos. Era un animal de cuatro patas que poseía una postura intermedia entre aquella que era vertical en los antepasados de los cocodrilos y la de los cocodrilos vivientes, cuyas patas se proyectan hacia afuera. Su cuello, lomo y cola estaban cubiertos por una doble hilera de placas óseas de función protectora, superpuestas de modo parecido a un tejado. Algo al menos para defenderse de sus vecinos dinosaurios, aunque aún no hemos encontrado carnívoros en esas capas de la Formación Toqui.
- ¿Era desconocido el cocodrilo terrestre hasta que ustedes lo encontraron?
- De los cocodrilos marinos, del Jurásico, de mucho mayor tamaño, se conoce bastante, pero no así de los terrestres, de los que poco se sabe a nivel mundial y nada se conocía en América del Sur hasta que dimos con el Burkesuchus. Esta nueva especie de cocodrilo nos habla de los orígenes de los cocodrilos modernos y cómo, ya hace 150 millones de años, comenzaron a modificar su anatomía, adoptando un modo de vida anfibio. La información acerca de este cocodrilo se dio a conocer en Scientific Reports de Nature.
- Usted ha dicho que hallazgos como los mencionados ayudarán a cambiar nuestro entendimiento sobre la evolución de los reptiles que dominaron la Tierra en la Era Mesozoica.
- El hallazgo de dos nuevas especies, una de un dinosaurio y la otra de un cocodrilo, con características en su anatomía que son intermedias entre otros grupos de esos animales, han impactado fuertemente en cómo explicar su evolución, discusión que aún sigue viva. Han entrado a rellenar parte del puzle evolutivo de estos animales.
- ¿Hay un boom de la paleontología en Chile?
- Sí y no. Han existido hallazgos importantes, y hay más jóvenes interesados en la paleontología, pero si vamos a los museos o a las universidades, no hay un gran avance. En el Museo Nacional de Historia Natural, hay solo dos paleontólogos. Solo en la Sección de Paleovertebrados del Museo de La Plata, en Argentina, hay 29 investigadores, más 13 becarios. Muy pocas universidades chilenas tienen paleontólogos entre sus profesores de planta, por lo cual no tienen investigadores en paleontología. Por otro lado, gran parte de los paleontólogos en el país trabajan en los proyectos de línea base, trabajo muy importante, pero que no es de investigación ni de formación.
Paleontología "no prende"
- ¿A qué se debe esto, en su opinión?
- A niveles más altos de la administración del país aún no prende la idea de desarrollar la paleontología. Es un error, ya que uno de los motores de nuestra economía es el turismo, que es un turismo de paisajes y los paisajes son resultado de procesos geológicos. En Aysén, el hallazgo del Chilesaurus, del cocodrilo y los otros dinosaurios, al sur del lago General Carrera y del plesiosaurio, el reptil marino que encontramos al norte de este lago, agregó otro elemento a la identidad de un territorio, y una atracción importante para un visitante.
Geología de aysén
- ¿En esta área de la ciencia, ¿cuál es su máxima aspiración?
- En los comienzos de mi carrera, trabajando en la zona del Cabo de Hornos, en una época en que se conocía bastante poco de la geología de Patagonia, me movía la expectativa de "qué habrá más allá de esa isla". Luego, durante los estudios en Aysén, ya iba construyendo diferentes hipótesis a medida que avanzábamos en las investigaciones. Y hoy día estoy vislumbrando una hipótesis nueva de la historia geológica de Aysén, que me parece fascinante y aspiro a poder concretar la formulación de ella en un artículo científico. Pero sí, ha habido algo en cuanto a los animales del pasado que sería un anhelo: encontrar un fósil de mamífero junto a los dinosaurios del Mundo Jurásico que hemos ido develando. Algo permanente durante estos estudios ha sido el estar consciente del privilegio de recorrer montañas, lagos de gran belleza y desentrañando la historia profunda de un territorio.
"Han existido hallazgos importantes, y hay más jóvenes interesados en la paleontología, pero si vamos a los museos o a las universidades, no hay un gran avance".
"A niveles más altos de la administración del país aún no prende la idea de desarrollar la paleontología. Es un error".