Juro que quería hablar del retorno de las ligas europeas, del clásico de Manchester, del Betis de Pellegrini, de la vuelta de Palacios a Colo Colo, de Wanderers y su Reineteam, de los torneos de verano, etc., pero no puedo. La última canción que dedicó Shakira al ex de Barcelona Gerard Piqué es una fuerza que me supera.

Antes de explicar por qué, quiero aclarar que no lo digo musicalmente. No hay que ser experto para reconocer que la canción es pésima y como si eso no fuese suficiente, hay una artista que acusa a la colombiana de plagio. No sé si la denuncia la hizo con vergüenza u orgullo, pero antes de cualquier pleito, basta con que un juez la escuche para saber que nadie en su sano juicio podría copiar algo tan malo.

El punto es que detrás de todo este show mediático, hay un gran negocio donde todos los actores implicados, "por anga o por manga", se llevan un pedazo de la torta, mientras los giles sigamos hablando de ellos.

Y es que la unión de una exitosa artista con un deportista famoso es el cielo de cualquier representante, productor o periodista, desde la miel y amor del inicio hasta la hiel y el odio del final. Un dos en uno, una colisión estelar que duplica al instante los seguidores, las portadas, notas del deporte y revistas del corazón…más aun cuando estas se terminan estrellando y su luz permanece por un buen tiempo.

Esta fórmula de la unión de dos estrellas es tan antigua como el hilo negro. Durante su paso por Racing de Argentina, la prensa vinculó al "Sapito" Livingstone con la actriz Mirtha Legrand en la década de los cuarenta, cuando la conductora de televisión aún no conocía a su cirujano.

A propósito del quiebre de Shakira, la prensa también ha recordado el matrimonio entre Carlos Reinoso, figura en el América de México, y la cantante mexicana Lupita D'Alessio cuando ambos estaban en el mejor momento de sus carreras. Pese a tener una boda padrísima, el matrimonio fracasó. No existía internet ni redes sociales, pero la "play list" de D'Alessio deja claro que la unión no fue un jardín de rosas: Mentiras; Qué ganas de no verte nunca más y Mudanzas, entre otras.

Unos años más tarde, el fallecido rey Pelé copó las portadas ya no por los goles, sino por su relación con una joven modelo de nombre Maria da Graça Xuxa Meneghel. El romance no tendría nada de malo, salvo por un detalle que en esa época "pasaba colado": la rubia tenía 17 años. De hecho, se conocieron en una sesión de fotos de una célebre revista donde a Xuxa la habían invitado no por su simpatía, sino para exponer su cuerpo.

Volviendo a Chile, un rumor de los ochenta era que el seleccionado nacional Marco Cornez había logrado atajar a la icónica actriz y bailarina de esos tiempos, Maripepa Nieto. Cornez, como buen arquero, jugaba al límite: la vedette española era la pareja de Álvaro Corvalán, hoy condenado a más de 100 años de cárcel por sus acciones en la CNI.

Antes de que acabara el siglo, el matrimonio que llenó portadas de la prensa amarilla y rosa, así como vendió millones de verdes, fue el de David Beckham con la Spice Girls Victoria Adams. Contra todo pronóstico y a punta de botox, la fashion pareja avanza firme hacia los 25 años de casados.

Shakira y Piqué, en cambio, no llegaron ni a la mitad de eso. Es curioso, mientras Piqué con su metro noventa y cuatro centímetros era un cancerbero en el área, fuera de ella, Shakira, con 35 centímetros menos, ha logrado burlarlo y dejarlo indefenso a punta de canciones, sin importar lo malas que sean.

Si el exfutbolista escuchara menos reguetón y se hubiese quedado con los clásicos, podría habérsela pensado dos veces antes de ser infiel. Le faltó oír a Los Visconti, fanáticos de Ferrocarril Oeste, cuando cantaban Veneno y que hoy le viene como anillo al dedo a la barranquillera: "Engaña tu figura, por ser tan diminuta / tu cara es la trampera, donde tu corazón/ oculta sus maldades, con toda simpatía / pero tu alma es fría, no tienes corazón".