"Una de las razones por la que estoy aquí es para popularizar el clown"
En el marco de la iniciativa para dar a conocer la profesionalización del clown de hospital en Chile, la ONG Ritmo colaboró junto a la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y la Embajada de Israel en Chile para hacer dos jornadas de un seminario práctico y otro teórico con el primer Ph.D. en el mundo en clown de hospital, Amnon Raviv.
La instancia también sirvió para dar a conocer qué es el clown médico o clown de hospital, fenómeno que ha adquirido suma importancia en los últimos años, sobre todo durante y después de los puntos más críticos de la pandemia por covid-19. Israel es uno de los países donde la especialidad de clown de hospital ha tenido un mayor desarrollo, y de hecho en la mayoría de los hospitales el clown es considerado parte del equipo médico, colaborando y acompañando a los pacientes en diversos procedimientos.
Raviv empezó su carrera como clown de hospital en 1995, cuando su madre fue diagnosticada con cáncer. En 2004 se unió al proyecto "Dream Doctors". Actualmente es instructor de medical clowning, donde mezcla sus habilidades de músico y actor. También hace clases en la Escuela de Medicina de la Universidad Ben-Gurion mientras continúa con su labor de clown de hospital.
- ¿Cómo es que los profesionales se especializan en clown de hospital?
- Cuando empezamos, tuvimos que encontrar la manera para profesionalizarnos más y más, sobre todo sacando adelante distintos estudios sobre lo que hacemos. Así, poco a poco, hemos ido adquiriendo una mejor idea de lo que hacemos y así, ser profesionales.
- ¿Ha pensado en llevar el clown de hospital hasta otros espacios, como oficinas, terapias o escuelas?
- Sí. Hemos trabajado en casas de reposo, otros han empezado a moverse en las escuelas y también personas con necesidades especiales, como niños con autismo o síndrome de down, por ejemplo.
- Tengo entendido que también hay profesionales de esta área en zonas de guerra. ¿Usted estuvo ahí?
- Hay algunos clowns en esas zonas, pero nunca he estado ahí, así que no podría hablar realmente por los demás sobre detalles de este tipo de experiencias.
- Entonces, volviendo a los hospitales, ¿qué pasa cuando se hace muy cercano a sus pacientes? ¿Cómo separa a Amnon del personaje del payaso?
- Depende. Todos los clowns tienen su propio estilo para trabajar y deciden por su cuenta cuál es la distancia entre ellos y los pacientes. Yo creo que es necesario tener empatía para este trabajo, porque si no, no sirves para ello. Recuerdo que un doctor me dijo una vez que sí es necesario ponerse en los zapatos del paciente, pero "no andar con ellos". Para mí, por ejemplo, me es más cómodo ser muy cercano con ellos (los pacientes), porque solo así sé que estoy ayudando al paciente, cuando me acerco a él. Sin embargo, en esas ocasiones en que debes despedirte, no es fácil.
- ¿En algún momento sintió que era mirado en menos por otros médicos?
- Al principio, hace 20 años, la gente no entendía qué era lo que estábamos haciendo. Tuvimos algunas reacciones negativas, pero lentamente empezaron (los médicos) a entender que mientras estás en un hospital, sabes que eres un clown de hospital y saben qué es lo que estás haciendo, así que ya no recibo comentarios. En mi caso, todos en el hospital me conocen.
- ¿Cuál cree que ha sido su mayor aporte a esta área?
- Después de conocer a miles de pacientes durante los años que llevo haciendo esto, he notado que he impactado en la vida de muchas personas, de muchas familias. Incluso años más tarde, ellos (los familiares) me lo recuerdan. Así que saber que he aportado tanto para ellos es el aporte más importante que he podido hacer. Otra cosa que considero que han sido un aporte son mis estudios e investigaciones y los libros que he escrito.
- ¿Cuál cree que sea el futuro del clown de hospital a nivel internacional?
- Creo que tenemos que extender el amor. Aquí en Chile hay clowns excelentes. De hecho, una de las razones por las que vine aquí es para intentar promover de alguna manera el trabajo que para mí es tan importante y que así puedan verlo en otros lugares. Los pacientes chilenos deberían beneficiarse de los clowns tanto como el resto del mundo. Creo que he logrado mucho por mi cuenta, pero ahora quisiera contribuir popularizando esta iniciativa y así hacer que estén al tanto de lo importante que es el clown de hospital.
"Creo que tenemos que extender el amor. Aquí en Chile hay clowns excelentes. De hecho, una de las razones por las que vine aquí es para intentar popularizar esto".