Salpimentando las elecciones del 7/5
El PDG quedó fuera por errores, Chile Seguro en veremos por una torpeza, y un candidato PPD ya le puso su música a los comicios.
El último lunes se cerró la inscripción de los distintos pactos y listas que competirán por los cinco cupos regionales para consejeros constitucionales del próximo domingo 7 de mayo, en comicios de corte obligatorio.
La primera lectura arrojó un par de certezas y varias dudas: dentro de las primeras, el poco oficio del Partido de la Gente, cuyas candidaturas fueron rechazadas por problemas administrativos y errores en la entrega de información de respaldo. En tanto, en las segundas, la poco lógica dentro del pacto de Chile Seguro, integrado por Evópoli, RN y la UDI, en el cual asoma más de un nombre en cupo de un partido que poco o nada tiene que ver con su biografía política y actuar público de los últimos años. Uno de aquellos casos es el de Tiare Cáceres, exintegrante de la Casa del Rechazo, y marcadamente vinculada a Republicanos, tienda a la cual recién renunció en agosto del año pasado, incumpliendo para efectos del Servel la Ley Antidíscolos que le exige una mayor prescindencia partidista antes de postular por otra tienda. Hoy la centroderecha se metió solita en un lío, que seguramente será resuelto de una u otra manera, pero que levanta un manto de dudas sobre la prolijidad y las verdaderas intenciones en la confección de su lista.
Dicho eso, otra certeza innegable es el regreso del expresidente PPD de la Cámara de Diputados, también exintendente de Valparaíso, y candidato de Todo por Chile, Marco Antonio Núñez, quien como nos tiene acostumbrados, se ha dedicado a desordenar la comarca y mosquear a sus adversarios con sus -hay que decirlo- bastante ingeniosos sobrenombres. Tal como alguna vez maliciosamente lo bautizaron a él (con el apodo de un conocido menor de edad famoso por meterse en problemas y que entraba y salía de residencias del Sename), Núñez apeló esta vez al mote de "la lista de Jaime Bassa" para referirse a la subdivisión regional del pacto Unidad por Chile, también motejado como "lista del indulto" (Guido Girardi dixit), deslizando una suerte de cofradía frenteamplista y comunista que, según sus palabras, mantendría secuestrada a la Universidad de Valparaíso y a su exrector, hoy también candidato, Aldo Valle. Todo esto desató un vendaval de críticas y reacciones por parte de los militantes de la lista aludida, pero que solo le entrega más pantalla y posicionamiento a Núñez.
Ya en el pasado el médico tuvo salidas de esta misma laya. ¿Cómo olvidar cuando llamó a la entonces candidata a la Cámara Alta por la Región de Valparaíso y directa competidora suya, Isabel Allende Bussi, la "senadora por Atacama" en medio de una conferencia de prensa en la zona interior, en abierta referencia a la lejanía de esta última que Núñez intentaba explotar como rival directo?
Si su intención es la de salpimentar las elecciones, por Dios que lo consigue, más allá de estar dispuesto a que le rayen "repetidamente la pintura", como ya ocurrió en esta última ocasión con diputados de la República recordando antiguas querellas de una expareja en su contra.
Por último, parece quedar también clara la apuesta del PS con dos candidatos muy potentes (Valle y Schilling), la solidez de Eluchans en Chile Seguro y la mosca en la sopa que serán el republicano Barchiesi y el propio Núñez.