Analistas consideran que cambio de gabinete busca mejorar diálogo
POLÍTICA. Para los académicos consultados hay un giro a la centroizquierda que viene desde la primera modificación, y advierten problemas por Ávila.
Luego de más de tres horas de espera, el Presidente Gabriel Boric concretó el segundo cambio de gabinete de su mandato el pasado viernes. Los ajustes se realizaron en cinco ministerios: Relaciones Exteriores, Obras Públicas, Deportes, Culturas y Ciencia, así como en 15 subsecretarías.
Lo primero que se aprecia en esta modificación es la llegada no sólo de rostros con más experiencia, sino también provenientes del socialismo democrático, y que dejó heridos a los partidos Liberal y Radical (ver página 14). Y quizás lo más relevante fue que mantuvo al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, lo que podría volverse un dolor de cabeza al trabajar con la oposición.
Más dialogante
Para Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones en la Universidad Central, "después de un año, Boric comprobó que 'resultados' es la palabra que encumbra o hunde a un gobierno. De ahí su llamado a 'privilegiar los resultados por sobre la ideología'", dice, citando las palabras del Mandatario en su alocución ante el nuevo gabinete. Y agrega: "Las autoridades designadas tienen experiencia y capacidad de gobierno, por lo que esto tiende a equilibrar la juventud con experiencia".
Felipe Vergara, analista internacional y académico de la Universidad Andrés Bello, considera que "más que un cambio generacional, éste se trata de un cambio con una impronta distinta, más dialogante, con características y trayectorias de mayor bagaje político; estilos que le permitirían negociar de mejor manera los proyectos del programa de gobierno".
Por su parte, el académico y comunicador político de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, pone el acento en que "con la entrada de las personalidades vinculadas al socialismo democrático van a adquirir, sin duda alguna, mayor influencia dentro de estas dos almas del gobierno en función de un intento del control de la agenda política y mediática, a través de la reestructuración de un relato de gobierno; que es, probablemente, el que más ha costado efectuar debido a la instalación, en un primer momento, y debido a, naturalmente, las propias coyunturas y contingencias nacionales".
Equilibrios políticos
En cuanto a los equilibrios políticos, los tres analistas postulan ideas complementarias. "Desde el primer cambio de gabinete, después del plebiscito, el Presidente Boric ha hecho un giro táctico y estratégico hacia posiciones socialdemocrátas. Para concretarlo, ha buscado mujeres y hombres con esa sensibilidad política y experiencia para darle coherencia al viraje hacia la centro izquierda", manifiesta Moreno.
"Esto se hizo evidente en el último movimiento en 15 de las 39 subsecretarías. Hay sectores del oficialismo más fundamentalista que resisten este cambio de dirección", afirma. "Sin embargo, Boric sabe que para cambiar las cosas, tiene que navegar contra la corriente. No hay otra forma de liderar y gobernar", acota.
Al respecto, Vergara analiza que "con este cambio, evidentemente, hay discursos que se van a empezar a caer, como el de la juventud por sobre la trayectoria. Eso puede generar ruido, pero, la verdad, es que el Gobierno no está en un buen pie a pesar de haber mejorado en las encuestas".
Elórtegui, por otra parte, vaticina que el equilibrio podría perderse solo si "llega a haber algún tipo de disputa por las influencias al interior del gobierno. Evidentemente, con la llegada de Ana Lya Uriarte (PS), Carolina Tohá (PPD), ahora Alberto Van Klaveren (IND-PPD) en puestos claves desde el punto de vista de las decisiones estratégicas van a ir marcando que si esa segunda alma de la coalición gobernante adquiere mayor preponderancia, incluso de cara a las futuras contiendas electorales, va a establecer roces".
Es especial si se considera que desde para las elecciones de mayo del Consejo Constitucional, para la cual ya van en listas separadas, por ejemplo.
Cambios en el tintero
A pesar de la llegada de rostros del socialismo democrático a las carteras sectoriales del Gobierno, no son pocos los cambios que se quedaron en el tintero. Es el caso de la permanencia de Marco Antonio Ávila en el Ministerio de Educación, decisión que podría poner en jaque la tensión ya existente con la oposición, e incluso, con el mismo oficialismo.
"Hay un riesgo importante para que el ministro Ávila pueda desplegar su agenda. En el Congreso, además del endurecimiento de la oposición, deberá sumar lo que pueda hacer el Partido Ecologista Verde, que con dos diputados más la suma de otros independientes puede dificultar la tramitación de proyectos e iniciativas del Ministerio de Educación. Pero también puede encontrarse con críticas de actores del movimiento social (estudiantes, organizaciones, feministas) complejizando su gestión en la cartera de educación", advierte Moreno.
Vergara, en tanto, dice que el Ministerio de Economía podría haber tenido un cambio, pues "el ministro Grau no se ha posicionado correctamente desde el comienzo y, siento, que todavía no ha logrado posicionarse en el empresariado y con los diversos sectores económicos".
Elórtegui es tajante al criticar la salida de Juan Carlos García (PL) del MOP: "No la comparto. Creo que estaba cumpliendo un papel interesante, de cada vez mayor presencia mediática. Podría haber tenido mayor crecimiento de popularidad e influencia favorable para el Gobierno, con un buen perfilamiento".
"Las autoridades designadas tienen experiencia y capacidad de gobierno".
Marco Moreno, Director Escuela de Gobierno y Comunicaciones Universidad Central
"Con este cambio, evidentemente hay discursos que se van a empezar a caer, como el de la juventud por sobre la trayectoria".
Felipe Vergara, Analista Unab
"El equilibrio político podría perderse solo si llega a haber algún tipo de disputa por las influencias al interior del gobierno".
Claudio Elórtegui, Académico PUCV