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ENTREVISTA. Alfredo MOreno, exministro de RR.EE., Obras Públicas y de Desarrollo Social, habla sobre el nuevo gabinete:

"Creo que es bueno hacer un cambio, aunque me parece que no es un cambio muy grande"

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Cristián Rojas Molina

El ingeniero civil industrial y empresario Alfredo Moreno habla con propiedad sobre el reciente cambio de gabinete que hubo en el Gobierno, dado que en los mandatos de Sebastián Piñera encabezó dos de las carteras que sufrieron modificaciones: Relaciones Exteriores y Obras Públicas, y también como ministro protagonizó un movimiento similar en la anterior administración, aunque esa vez no salió de La Moneda, sino que fue trasladado desde Desarrollo Social a Obras Públicas.

"Hubo muchos errores de gestión, muchos problemas en los distintos ministerios -los casos son conocidos públicamente-, así que creo que es bueno hacer un cambio, aunque me parece que no es un cambio muy grande. No cambiaron ministerios que son la clave del comité político, o Hacienda, pero hubo algunos cambios técnicos que apuntan a tener una gestión mejor", dice de entrada.

No obstante, hace notar que "hay algunos que uno habría esperado, como Educación, por ejemplo, que también hubieran sido cambiados. Creo que hay algunos nombres buenos, como Alberto van Klaveren, como es el caso de la ministra (Jessica) López en Obras Públicas, que son personas que tienen una amplia trayectoria en esos rubros".

- ¿Cree que debieron haberse hecho cambios en el comité político y no en carteras como Deportes, Culturas y Ciencia?

- Claro, aunque no digo que no haya que hacerlo, seguramente también lo requieren, pero no son claves. Ahora, el problema de fondo -que está por verse por si se resuelve, pero no hay elementos que lleven a eso-, es la diferencia entre las denominadas dos almas, dos maneras de pensar, dos maneras de ver las cosas, que tantos problemas le ha traído al Gobierno: no tener claridad con respecto a lo que tienen que hacer.

- En ese sentido, ¿qué le parece que el Gobierno le esté dando cada vez más espacio a la centroizquierda?

- Yo creo que la centroizquierda lo que tiene es que encuentra gente que tiene mayor experiencia, que tiene más capacidades técnicas y políticas para realizar las tareas específicas. Pero insisto, los problemas no necesariamente están sólo ahí, como por ejemplo en la Cancillería, que obviamente tenían que ver con algunas personas de la Cancillería, pero tiene que ver también con un diseño donde había personas que pensaban muy diferente, o de errores que se cometían, ya sea por el Presidente o por el segundo piso (de La Moneda), y que se contraponían con lo que se decidía en cada parte. Bueno, todo eso es algo que está por verse si se va a resolver.

- Usted mencionó a Educación. Muchos esperaban más que una reprimenda al ministro Ávila por el exabrupto que tuvo con una diputada ecologista, justo en el Día de la Mujer y siendo parte de un Gobierno que le da gran relevancia a las mujeres. ¿Qué le parece ese caso?

- Sin duda, ese caso es lamentable. Pero tanto o más importante es que la gestión en Educación, que es un campo tan importante, no está dando frutos; por el contrario, sólo se persevera en situaciones que son muy inconvenientes. Tenemos 50 mil niños que han abandonado el sistema escolar y no vemos ninguna iniciativa que lleve a resolver ese problema, las consecuencias de lo que se hizo durante la pandemia hoy día son muy relevantes y hay que recuperar todo eso; tenemos problemas en los liceos emblemáticos, hoy la gente no quiere estar en esos liceos, producto de la violencia, de la falta de trabajo educacional en ellos. Entonces el problema, más allá del altercado muy inconveniente que tuvo el Ministro, el problema es la educación, que es la tarea a la cual tiene que estar dedicado y que él lidera.

- De todos modos, sorprendió que se le mantuviera pese a que el incidente con la diputada fue ad portas de la votación de la reforma tributaria, lo que al parecer fue clave en que no se alcanzaran los votos para aprobarla...

- En eso hay una cosa que tiene relación con que, en materia del manejo del Congreso, el Gobierno tiene que tomar conciencia de que no tiene mayoría, y que los propios diputados o senadores que están más o menos en su idea. Sabemos que el sistema político está lleno de iniciativas particulares, de personas que llevan adelante sus propias iniciativas y que nadie puede contar con ellos realmente.

- El Partido Ecologista Verde se había cuadrado con sus votos, pero la diputada Viviana Delgado se ausentó de la Sala en la votación y todo indica que fue por el altercado con el ministro de Educación...

- Sí, pero se puede suspender la votación y se puede hablar con esas personas para tener esos votos. Pero más allá de que la reforma tiene muchos elementos negativos y que se pensaba que se iban a poder corregir en el Senado, la responsabilidad de lo sucedido en la Cámara tiene que ver con las propias fuerzas que apoyan al Gobierno, que eran los responsables de tener sus votos.

- Uno de los argumentos de la oposición para votar en contra de la reforma tributaria fue que perjudicaría a las Mipymes. Sin embargo, la presidenta de Unapyme, Gianina Figueroa, dijo que "nuestros gremios nunca promovieron que se rechazara la idea de legislar la reforma, por el contrario, habíamos iniciado un diálogo para incorporar mejoras". ¿Cómo se explica aquello?

- No la conozco, ni conozco sus declaraciones, pero más allá de lo que haya dicho, dirigentes como Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial que convoca a empresas pequeñas de todo tipo, han sido muy claros desde que se estaba gestionando esto. Ellos hicieron ver numerosos elementos en los cuales discrepaban.

- En el caso del exministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, algunos analistas consideran que lo estaba haciendo bien y les sorprendió su salida; mientras otros dicen que hubo factores como la demora en los ascensores de Valparaíso. Usted fue ministro de Obras Públicas, ¿cuál es su visión?

- Más que referirme a la gestión en particular, pues no estoy allí hoy día, sin duda es un Ministerio clave en la inversión pública. Como la economía está muy complicada, la inversión pública es un factor relevante, ya que el principal inversor del sector público es ese Ministerio, y ha habido problemas en la ejecución del presupuesto, no se ha podido ejecutar la totalidad, ha habido una inversión menor a la que había el año anterior, cuando lo que se requiere es aumentarla y había un presupuesto mayor. La única concesión que se puso en licitación en todo el año pasado fue una que se hizo antes del 11 de marzo, y eso va a significar en el mediano plazo un retraso muy importante en las inversiones de concesiones, estamos hablando de muchos millones de dólares anuales. Entonces creo que, efectivamente, ahí hay diferencias, pero el por qué sale el Ministro es algo que sólo sabe el Presidente.

- ¿La burocracia del Consejo de Monumentos Nacionales, su poco personal y el que esté centralizado en Santiago retrasa mucho los proyectos cuando se encuentran restos arqueológicos?

- El mayor problema que tenemos en los proyectos en general, no solamente públicos, también en los privados, es la burocracia. Hay unas demoras enormes, ya sea por temas de regulaciones territoriales, o ya sea por razones medioambientales, por el nivel de conflicto en el cual caen las aprobaciones de los distintos proyectos, entonces eso hace que cualquier proyecto se demore enormemente. E incluso, una vez que se tienen los permisos, o cuando se están ejecutando, son detenidos por hallazgos de restos arqueológicos que hay que revisar, o por problemas que son de tipo medioambiental, y cada vez es más difícil prever cuál es el resultado de un proyecto, cuánto tiempo va a demorar, si es un proyecto que se va a aprobar o no, y lo lógico es que las reglas sean claras, precisas, que permitan a los gestores de los proyectos saber a priori si son viables o no. Y en segundo lugar, que una vez que se aceptan se tenga la seguridad jurídica de que se puedan realizar y no tengan una permanente lucha en tribunales, en aspectos administrativos, en fin, para poder sacarlos adelante.

- Otro ministerio que usted encabezó fue el de Relaciones Exteriores. ¿Qué le pareció el movimiento que hubo ahí?

- Bueno, el nuevo Canciller es una gran persona y un gran profesional. Tuve la suerte de trabajar con él, mientras yo era Canciller él era agente, tiene mucha experiencia, cosa que es necesaria por lo que vivimos durante todo este año. Como se hizo un cambio completo del equipo, incluyendo a Ximena Fuentes (exsubsexretaria de RR.EE.), que no parecía estar involucrada en los conflictos que se han conocido, hay que ver cómo funciona el equipo. Pero Alberto van Klaveren es un gran profesional, lleva muchos años, no es un diplomático de carrera, pero ha sido subsecretario, ha sido embajador, es un académico que trabaja en este tema; así que creo que tenemos una posibilidad de tener un gran ministro y estoy seguro de que en lo que a él corresponde va a hacer una gran labor. Es de esperar que las otras fuentes de conflicto que han habido allí, que son diferencias en el equipo y también problemas con el segundo piso de la Presidencia, donde hay gente que tiene gran injerencia en materia de relaciones internacionales, no sean un motivo para que esa tarea no pueda realizarse en buena forma.

- ¿Estima que esa cartera era una de las que debían modificarse a raíz de la serie de polémicas que hubo ahí?

- Sin duda. Sin referirme a quiénes tenía que cambiar, pero el resultado que teníamos era una política exterior llena de conflictos, llena de actuaciones que no iban en beneficio del país, no sólo conflictos internos, también conflictos con otros países, que eran completamente innecesarios; y que tenía, además, un grupo de personas, tanto en la Cancillería, como en quienes ven este tema en La Moneda, que piensan completamente diferente, y por lo tanto, era imposible llevar adelante la tarea en buena forma.

"Hay algunos que uno habría esperado, como Educación, que también hubieran sido cambiados. Creo que hay algunos nombres buenos, como Alberto van Klaveren, como la ministra López en Obras Públicas".

"Creo que la centroizquierda lo que tiene es que encuentra gente que tiene mayor experiencia, que tiene más capacidades técnicas y políticas para realizar las tareas específicas".