Correo
Cambio de local de votación
En la última elección, junto a mi esposo, me tocó votar a sólo cuatro cuadras de mi casa. Ambos, con más de 80 años, nos fuimos caminando a cumplir con nuestro deber cívico. Ahora, el Servel nos sorprende con una desagradable noticia. Nos cambió de local de votación, a más de 20 minutos en auto. Una inentendible decisión que hace pensar si iremos a votar o no.
María Teresa Proust C.
"Te quiero Valparaíso"
El clivaje derecha/izquierda es completamente insuficiente para explicar la nueva realidad. Y esto no es algo que esté ocurriendo recién ahora, sino que viene desde hace décadas.
Basta con observar el envilecimiento de la vida cotidiana en el plan de Valparaíso o la expresión desatada del mundo de la droga apoderándose de barrios completos para comprender que la alternativa de ser de izquierda o de derecha se torna vacía y carente de significado.
De ahí el valor que cobra el insistir en promover un cambio cultural, poniendo en el centro de la acción política la convivencia y el fortalecimiento del sentido de lo público y de un horizonte común como nación y pueblo, tal como ocurre con iniciativas como la convocatoria "Te quiero Valparaíso", organizada por la Fundación El Buen Puerto, que lidera María Cecilia Toledo, cuyo trabajo está enfocado, en sus propias palabras, "a revitalizar Valparaíso, sumando voluntades para generar un cambio cultural de cariño y confianza en la ciudad desde la fuerza de un capital humano joven que no debemos desperdiciar, sino que, por el contrario, debemos remotivar y reencantar para que quieran quedarse a cumplir sus sueños".
Ello se suma a otras iniciativas que al día de hoy se han venido promoviendo en nuestra ciudad a fin de estimular los deberes ciudadanos y la colaboración y el cuidado de los espacios públicos, todas las cuales van en la dirección de entender que la situación del presente no es un problema de signo político, sino cultural. Y todo indica que no hay otro desafío en el presente, aunque pueda sonar utópico, siendo muy preferible vivir y apoyar una utopía como ésta y no un conjunto de eslóganes vacíos en los que algunos todavía siguen empantanados.
Rodrigo Díaz Yubero
Fiscalización de ruidos molestos
Son varios los años que vecinos del local Alcazaba han manifestado su molestia por los altos decibeles emitidos. Las quejas incluso fueron recogidas por este medio en más de una oportunidad, así también contra otros locales nocturnos emplazados en pleno corazón del plan viñamarino. Quiero destacar y agradecer a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y sus funcionarios, que por fin acompañaron a los vecinos afectados y realizaron las mediciones que respaldan la queja, como también a la junta de vecinos encabezada por su presidenta, Carolina Ríos, quien en silencio y sin estridencia ha insistido en denunciar esta falta como también los problemas de delincuencia que azotan a nuestro barrio.
El listado de locales nocturnos que incumplen la norma es extenso y son cientos los habitantes de la Población Vergara que se ven afectados. El municipio y todo organismo estatal debe hacer su trabajo normativo, especialmente en lugares de interés turístico como el viñamarino. Sin duda, la droga está íntimamente asociada a las incivilidades diarias y nocturnas que amenazan indudablemente al turismo de Viña. Nosotros, los residentes, valoramos la acción de la SMA, porque nos regala un poco de confianza en las instituciones.
Octavio Quiroz
Chile cambió
Hemos pasado del "refundar" al "reforzar" Carabineros. Quienes se encargaron de desprestigiar a la institución, hoy son duramente cuestionados. Los estados de excepción son cada vez más aceptados y hasta pedidos por la ciudadanía. Lo que fueron franjas con mucha carga octubrista, hoy no hacen mención al estallido ni a la Convención Constitucional. La plurinacionalidad ni se menciona. La palabra "dignidad" ha sido sustituida por la "seguridad".
Quienes se han opuesto sistemáticamente a los cambios, hoy parecen ser otros; y quienes antes se sentían mayoría, hoy se ven minoría. El péndulo se ha movido lentamente pero con fuerza hacia el otro extremo. ¿Será la clase política, esta vez, capaz de dar soluciones reales a la ciudadanía? ¿Hasta qué punto llegará este movimiento pendular? ¿Ayudará a que volvamos a un estado de normalidad o nos mantendremos de extremo a extremo? ¿Llegaremos a un octubrismo a la inversa? Todo depende de que las fuerzas políticas, de forma responsable, hagan las cosas bien; alejarse del populismo, la demagogia y los extremos y dar soluciones reales a un Chile real.
Gabriel Mora Fundación para el Progreso
Ley 40 horas
Un importante avance en materia laboral ha dado Chile, al despachar el proyecto de ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas; una normativa que, según las autoridades del Ministerio del Trabajo, buscará implementarse de manera gradual en los próximos cinco años, a partir de 2024. Uno de los grandes desafíos que dejó la discusión en torno a la nueva normativa es cómo mantener y aumentar la productividad en paralelo a reducir la jornada laboral. Actualmente, Chile es uno de los países con menos productividad por hora, según la OCDE; y de acuerdo a estudios internacionales, la reducción de la jornada permitiría tener organizaciones más productivas.
Pero para mejorar estos procesos debemos tener en cuenta la realidad de nuestro país. Se recomienda trabajar en estrategias de educación y capacitación para los colaboradores, logrando así incrementar su capacidad para aprovechar el tiempo disponible para el trabajo y complementarlo con su vida personal.
Será fundamental mirar profundamente para entender cómo están funcionando actualmente las organizaciones de forma interna, definir claramente los objetivos y KPIS (sigla de Key Performance Indicator, Indicador Clave de Desempeño) y que los equipos trabajen en conjunto para implementar correctamente esta ley, para que tanto las empresas como los colaboradores sean beneficiados. Los cambios laborales debemos construirlos entre todos.
Diego Tala Director de Laborum Chile