Correo
La incomparable
A los 79 años falleció Mireya Cecilia Ramona Pantoja Levi, más conocida como "Cecilia, la incomparable". Dotada de un carisma, sensibilidad e histrionismo únicos, sumado a sus dotes interpretativas, Cecilia deja un legado de ideas, convicciones y cercanía con el mundo popular, con su pueblo. Desde su natal Tomé, será reconocida como una de las intérpretes icónicas y más distintivas de lo que se conoció como la Nueva Ola Chilena, destacando "Baño de mar a medianoche", "Puré de papas", "Tango de las rosas" y "Dilo calladito", temas que forman parte del repertorio de la música popular y que, a partir de este momento, convierten a "La incomparable" en inmortal. Gracias, Cecilia. Hasta siempre.
Rodrigo Durán Guzmán
Erradicar la violencia
Las estadísticas muestran una cruda realidad. El Ministerio de la Mujer y Equidad de Género indica que Chile registra 19 femicidios consumados y 128 femicidios frustrados en el presente año. ONU Mujeres estima que a nivel global, 736 millones de mujeres han sido violentadas alguna vez en su vida.
No podemos desconocer que hemos avanzado, que día a día distintos organismos y actores de la sociedad civil trabajan para erradicar la violencia contra la mujer en todas sus formas: física, psicológica, sexual, laboral, de género, intrafamiliar, etc. Grandes mujeres y hombres han luchado en contra de prejuicios que obstaculizaban los derechos de las mujeres, muchos de los cuales hoy siguen afectando nuestras vidas. Esta discusión debe instalarse con más fuerza que nunca en nuestra agenda. No podemos permitirnos un retroceso constitucional en estas materias.
Por el respeto y valoración que merecen quienes han luchado y luchan por esta causa, démonos un espacio para reflexionar sobre este flagelo. Y frente a la discusión constitucional, enarbolar con más fuerza que nunca esta bandera de lucha.
Patricia del C. Guerra Garay
Icónicos letreros porteños
Con relación a la desinstalación de los letreros de la Compañía de Seguros La Italia y de la Radio Portales, el patrimonio urbano no está constituido solamente por los edificios y fachadas. Hay múltiples signos, huellas, espacios, que son parte de la armonía o desarmonía que le da sustancia a nuestras calles.
Los letreros publicitarios de la Compañía de Seguros La Italia y de Radio Portales, retiradas de su lugar original y para lo cual se concibieron, que es la calle, la trama urbana, acompañaban el recorrido de todos los transeúntes, por décadas, mostrando un vestigio del Valparaíso señero, que inició muchos procesos en nuestro país, donde hubo una urbe fulgurante, cosmopolita, con un comercio activo.
El edificio de la Cooperativa Vitalicia, del arquitecto Alfredo Vargas Stoller, donde se encontraba la Radio Portales, además de convertirse en el primer rascacielos construido en Chile y uno de los primeros en Latinoamérica, contenía una hermosa armonía entre su estilo art decó y las piezas gráficas comerciales que lo adornaban.
El caso del letrero de la Compañía de Seguros La Italia, hoy retirado para su resguardo, es producto de la migración italiana en una época de un Valparaíso con una enorme actividad mercantil. Si bien el edificio corresponde a una propiedad privada, ahora quedará en manos más privadas, fuera del circuito del ciudadano de a pie que transitaba por una calle donde el pasado se hacía presente en el diario vivir.
Quiero destacar mi preocupación por estas pequeñas muescas y nuestra apatía sobre ello. Somos ciudadanos totalmente pasivos frente a esta lenta desmantelación, sistemática y triste, a vista y paciencia de todos nosotros, de nuestro fervor a la hora de defender el patrimonio y de instituciones ciudadanas y de carácter territorial.
Francisca Ugarte
Rango constitucional
Al dar rango constitucional a los tratados internacionales se cae en el peligro de quedar vulnerable frente a organismos capturados por intereses ajenos a los del país o de clara parcialidad. Qué mejor ejemplo que el caso de organismos de derechos humanos capturados por el comunismo.
María Yolanda Salas Valdés
Capitalismo
El Presidente Boric ha declarado que "parte de mí" quiere derrocar el capitalismo. ¿Podrá explicar el Presidente de dónde saldrá la inversión si no hay capital? Tal vez esté pensando que sólo desde el Estado, o sea, un capitalismo de Estado. Sería conveniente que aclarara su insólita declaración.
Francisco Bartolucci Johnston
Inquietud
La ley que creó el Ministerio de las Culturas ampara una norma que puede prestarse para la politización de algunas instituciones dependientes de esa cartera. Dice el artículo 29 de ese cuerpo legal, que la designación de los directivos de instituciones patrimoniales, como la Biblioteca Nacional o el Museo de Bellas Artes, se sujetará a la establecido en el artículo 8 de la Ley 18.834 (Estatuto Administrativo), lo cual significa asimilar estos cargos a los de "jefes de departamento y los de niveles de jefaturas jerárquicos equivalentes de los ministerios y servicios públicos".
Lo anterior obliga a hacer "concursos en los que podrán participar los funcionarios de planta y a contrata de todos los ministerios y servicios (…) que cumplan con los requisitos correspondientes, que se encuentren calificados en lista N° 1". Sin duda, se trata de una anomalía, puesto que con toda probabilidad las personas más idóneas para conducir entidades como las mencionadas no están en la burocracia estatal, sino que se desempeñan en el mundo de la gestión cultural, en el campo académico, están en el extranjero, o bien son artistas e intelectuales de reconocida excelencia y trayectoria.
Esta norma introduce un factor de opacidad difícil de entender en el escenario actual y, además, importa una severa limitación para la búsqueda de las personas más calificadas para dirigir las entidades patrimoniales. Prueba de lo anterior, para no ir más lejos, es que ninguno de los directores que ha tenido el Museo de Bellas Artes desde 1990 provenía del sector burocrático vinculado con la cultura y el arte, sino que eran distinguidos artistas (Nemesio Antúnez), reconocidos académicos (Milan Ivelic y Roberto Farriol) o destacados profesionales y gestores culturales (Fernando Pérez Oyarzún); otro tanto podría decirse de la Biblioteca Nacional. Urge, por lo tanto, enmendar un yerro legislativo que puede tener nefastas consecuencias.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega