"Hoy día estamos lamentando una situación que se veía venir"
Más de una década en la defensa del borde costero y las dunas de Concón lleva el presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad y consultor en urbanismo y medioambiente, Patricio Herman, quien hoy hace un análisis del derrumbe en el sector de Cochoa, en Viña del Mar, provocado por el colapso de un colector de aguas lluvia, situación que ha dejado en serio riesgo a edificaciones del sector, principalmente el edificio Kandinsky, que se encuentra a sólo metros del socavón.
Convencido de que debe haber estudios minuciosos, por lo menos de dos años, y se debe resguardar la seguridad de las personas, Herman reconoció que lo ocurrido es "una crónica de una muerte anunciada", puesto que siempre se dijo que existía riesgo de construir en un terreno dunar, pero la legislación urbanística, aparentemente, en su momento lo permitió, y hoy hay más de una vivienda en el sector donde se pone en riesgo la vida de las personas que compraron en ese lugar, principalmente por la espectacular vista al mar.
- ¿Cómo ve la situación que pasa hoy a raíz del socavón en las dunas?
- Hay que señalar que este socavón es consecuencia, según la empresa Besalco, de un colector de aguas lluvia, pero la pregunta es saber ¿para qué se utilizaba el colector?, ¿para otros edificios o para el que está al lado del socavón? Hay que tomar en cuenta que la empresa dueña del edificio Kandinsky contrató a una empresa especializada para que hiciera el colector de aguas lluvia. Y respecto a las dunas de Concón debo decir que existe un documento oficial redactado hace 14 años por el abogado Pedro Pierry, que en marzo de 1994 elaboró un documento cuando era asesor jurídico del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y ministro de la Corte Suprema, donde relata, con lujo de detalle, cómo se hicieron los negocios de estas dunas a favor de empresarios privados, con nombre y apellido.
Negocio y responsables
- A su juicio, ¿quiénes podrían ser los eventuales responsables?
- Los responsables fueron, de partida, la gente de Medio Ambiente que en aquella época prácticamente no servía para nada. (...) Eran los funcionarios públicos que tenían el poder político en el área de vivienda y urbanismo. Hubo ministros, intendentes y hubo actores privados que lograron tener el dominio de estos terrenos a través de ventas, que yo califico de truchas, hechas por un gobierno pasado a estos particulares.
- ¿Cuál gobierno?
- Aquí hubo una decisión del gobierno de Pinochet para que, a través del instituto que hoy día se llama IPS, ex INP, se vendiera a dos empresas, Neut Latour y otra de uno de los hijos de un exministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma (DC), las dunas, y lo más grave de todo es que ministros del gobierno de Patricio Aylwin hicieron mucho lobby en el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que no se protegieran las dunas. Esto es de conocimiento público y yo lo reitero. Además, se debe recordar que hay una empresa, hereditaria de las anteriores, Reconsa, que es de empresarios de apellido Soza, uno de ellos que fue concejal de Concón, que ahora es propietaria de las dunas. Hoy día estamos lamentando una situación que se veía venir porque, finalmente, todas las cosas tienen un epílogo. En ese sentido, creo que lo que hay que hacer ahora es una reingeniería total, sobre todo en este gobierno que se autodefine como medioambientalista. Nos debemos poner serios y evitar todo este tipo de locura que se produce por el ansia desmedida de ganar plata.
- Usted dijo, en su momento, que lo que podía pasar en las dunas con todas las construcciones era "una crónica de una muerte anunciada". ¿Lo sigue viendo así?
- Claro, hay una carga de ocupación tremenda, el ecosistema no admite tanta carga y eso lo puede ver hasta un niño, pero parece que las autoridades que autorizaban estos edificios "o miraban para el lado o eran ignorantes, o estaban involucradas en los negocios", eso yo no lo sé. Los responsables no van a ir a tomar clases de ética, ya eso es del pasado, ahora los hombres van a la cárcel, eso es lo que señala la ley.
Negligencia transversal
- De acuerdo a lo que usted me relata, ¿existe una negligencia transversal en esto?
- Aquí hay una trenza de gente que se aprovechó un montón de hectáreas protegidas, desde el punto de vista del CMN, y todo esto se hace en función de generar crecimiento económico para algunos. Por eso yo hablo de acumulación de capital. Esto es una enfermedad de ganar, ganar y ganar.
- ¿Se debería haber construido o no en terreno dunar?
- Bueno, el ideal hubiera sido preservar el campo dunar, hay informes de geólogos, de especialistas que hablan de la necesidad de haberlo preservado, pero eso ya es historia. Hoy día estamos viendo el terreno absolutamente colapsado por torres y no son torres de 5 o 6 pisos, son de más de 20 pisos, y lo que venden las empresas es la vista al mar, que es maravillosa, pero eso también tiene un costo colateral, que es la eliminación del campo dunar y a la peligrosidad a lo que se exponen las personas. Ahora estamos pagando la consecuencia de la negligencia de funcionarios públicos que permitieron esta locura.
- ¿Debe existir una paralización de nuevas obras en el área?
- Dado el alto nivel de colapso que existe en ese territorio, yo sugeriría que las autoridades municipales de Concón como de Viña del Mar con el gobernador, con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con la ministra de Medio Ambiente y con técnicos del Ministerio de Obras Públicas, invitando a la comunidad de académicos, se adopten las decisiones que correspondan. Desde el punto de vista del interés público, sugeriría establecer un periodo de por lo menos uno o dos años para que revise todo lo acontecido y se adopten las decisiones correspondientes en un tiempo más. Si dependiera de mí, no autorizo ningún nuevo permiso hasta que la gente que tiene votación popular se pusiera de acuerdo para generar el término de esta situación por uno o dos años.
"Creo que lo que hay que hacer ahora es una reingeniería total, sobre todo, en este gobierno que se autodefine medioambientalista. Nos debemos poner serios".