Correo
Responsabilidades
Nos sorprende cada vez que pasamos por el borde costero la osadía de construir sobre arena (me recuerda el cuento de los tres cerdos) y la valentía de comprar y habitar sin mirar el suelo y sólo viendo el ancho mar.
Sin embargo, son las instituciones del Estado las que deben proteger a sus habitantes cuidando el suelo para autorizar dónde se construye, como para que usted o yo podamos comprar con confianza el anhelado bien. Eso ya no ocurrió.
Son razonables las críticas de todo orden y siempre pareciera que el factor común es el Estado, ya sea por falta de servicio o ausencia del mismo. Hoy son las torres de las dunas, pero a espaldas de ellas, a un par de kilómetros, están las extendidas tomas instaladas sobre tierra fértil y nuevamente tenemos el mismo problema: un Estado ausente y habitantes desprotegidos. En el caso de Ventanas lo mismo, un Estado consciente de lo que se estaba permitiendo construir y sin medir sus efectos sobre la tierra y su gente. Sólo como sugerencia: clases de ética para los futuros miembros del Estado, incluidos los políticos.
Octavio Quiroz
Trabajos de mitigación
El socavón ubicado al costado del edificio Kandinsky de Reñaca, se debió a una falla en el colector de aguas lluvia, el cual puede haber tenido un problema de diseño, construcción, mantención o una combinación de ellas, responsabilidades que deberán ser establecidas por una investigación.
Por otra parte, lo más probable es que dicho edificio aún se encuentre sin daños estructurales debido a que su sello de fundación está bajo los seis metros de profundidad, según se establece por norma para este tipo de suelos arenosos y con pendiente.
En función de lo anterior, y dado que el diseño e inicio de los trabajos de reparación tomarán varios meses, hoy lo relevante es prevenir que el problema se acreciente y llegue a generar un daño estructural real al edificio. Para ello, previo a nuevas lluvias, es recomendable ejecutar dos mitigaciones: evitar que se acreciente el socavamiento por medio de la instalación de mangas plásticas que encausen el agua lluvia y estabilizar el terreno socavado al costado del edificio por medio de un relleno.
Mauricio Moltedo M.
Campo dunar
Ante la polémica desatada por el socavón, conviene recordar las irregularidades cometidas en el otorgamiento de permisos de edificación para las gigantescas torres de departamentos en el campo dunar de Viña del Mar.
Infringiendo la Ley de Urbanismo y Construcciones, el municipio permitió construir en un gigantesco paño de terreno que no se encontraba urbanizado, pues nunca fue loteado. La ley define como loteo como el "proceso de división del suelo, cualquiera sea el número de predios resultantes, cuyo proyecto contempla la apertura de nuevas vías públicas y su correspondiente urbanización". En el caso en comento, se trató de una simple subdivisión de terrenos, resultantes de la partición de una herencia, resquicio que permitió a los propietarios ahorrarse los inmensos gastos que implica urbanizar.
Así, no se cedieron los terrenos para áreas verdes y espacios de usos comunitario, exigidos por la ley al lotear, usurpándose a la ciudad de una superficie superior a los 20.000 metros cuadrados. Tampoco se contemplaron adecuadas vías de acceso, lo que obligó a construir la "vía caletera" en Camino del Alto, y quizás lo más grave, no se exigió la construcción de un adecuado sistema de evacuación de aguas lluvia.
Mauricio Román B.
Casa Italia
Es portada en varios periódicos la aprobación de la venta de las ruinas de la ex Casa Italia por los accionistas de la inmobiliaria propietaria del bien. Que esta edificación llegase al alto nivel de destrucción en que se encuentra actualmente es producto de la desidia de sus propietarios(as), especialmente del directorio, quienes debían velar por su mantención y adecuada conservación.
La declaratoria como Monumento Nacional y el rechazo a la solicitud de demolición interrumpieron el proceso de venta a una inmobiliaria. Ante esta realidad se abandonó a su suerte el edificio.
En una información publicada, un consejero regional esbozó la posibilidad de que la institución privada que va adquirir el bien inmueble en ruinas pueda acceder a financiamiento público para invertir en una nueva construcción. La Inmobiliaria Casa de Italia S.A. va a recibir $3.400 millones por la venta, entregándola a otra institución, también privada, en condición de ruina, estado al que se llegó por no tomar las precauciones necesarias para evitar su deterioro.
¿Por qué se deben invertir fondos públicos, que se presumen serían 2.500 millones de pesos, en la recuperación de ese bien? ¿Por qué no mejor invertir en edificaciones educacionales públicas que están en funcionamiento y que requieren urgentemente una intervención por el estado deplorable de su edificación? Ejemplos de esto sobran en Valparaíso, Viña del Mar y otras comunas de la región.
Ángela Herrera
Redestinación de recursos
Ante los desastrosos efectos que produjeron los recientes temporales en la zona centro-sur del país, parece del todo conveniente que el Gobierno suspenda las conmemoraciones de una fecha que divide significativamente a los connacionales y destine todos los recursos financieros que dichas celebraciones implican al urgente y absolutamente necesario proceso de reconstrucción.
Sergio Cabezas Ferrari
Gestión de desechos
Cada vez que llueve en abundancia se obstruyen los sistemas de alcantarillado y los canales de riego por basuras sólidas. Los alcaldes cumplen con dar el servicio de retiro de basura domiciliaria y algunos ciudadanos reciclan sólidos menores en los puntos limpios, pero nadie recibe sólidos de gran tamaño, como refrigeradores, televisores, colchones, lavadoras, neumáticos, etc. Pagar individualmente un flete del domicilio a un botadero no es una solución económica.
Los alcaldes deberían solucionar el problema en origen, contratando camiones que retiren periódicamente, con un horario establecido o a pedido, los sólidos de gran tamaño en su territorio, prorrateando su costo entre todos sus contribuyentes.
Onofre Torres Colvin