Charles Bukowski se pasea por Valparaíso
El problema con el mundo es que la gente inteligente está llena de dudas, mientras que la gente ignorante está llena de certezas, escribió alguna vez Charles Bukowski, eximio representante en su obra literaria del "realismo sucio" que permea nuestra sociedad. Mucho de ello pareciera condecirse con las percepciones y fundamentalismos que nos embargan en bizantinas discusiones que no tienen mucho que ver con modelos de desarrollo o planteamientos elevados, sino con la inmediata negación de la contraparte por el sencillo hecho de que "ellos" no están de acuerdo con lo que creemos "nosotros", que tanta calle y representatividad exudamos.
En la Región los ejemplos son constantes. Así, uno puede ver cómo un día el alcalde de Valparaíso entrega una opinión bastante lúcida sobre el "agobio constitucional" al cual está sometido el país, incluso va más allá "leyendo" la posibilidad de que la sociedad ya "haya disociado" la necesidad de cambios y transformaciones del proceso constituyente; en tanto al día siguiente muestra imágenes escogidas (cherry picking, como dirían en el Frente Amplio) de lo bello que ha resultado el Plan Arcoíris de calle Condell, o se burla del gobierno de Estados Unidos por las matanzas en sus escuelas después de que la embajada aconsejara a sus conciudadanos cuidar sus pertenencias si vienen a Valparaíso. Ya en un par de meses más lo veremos en Miami rogándoles por sus cruceros.
El problema ya no es su legitimidad, que bien ganada la tiene luego de dos triunfos electorales como alcalde (al que con mucha seguridad se sumará un tercero), sino la poca evolución de su pensamiento político (las diatribas contra el pintismo-castrista y el neoliberalismo del primer año no han dado muestras de haber sumado un solo concepto o experiencia más a su acervo, mucho menos en el ámbito económico. Si leyera, sabría que en Jefazo, la estupenda biografía de Evo Morales escrita por Martín Sivak, el líder boliviano reconoce hidalgamente que recién en la presidencia aprendió que imprimir más billetes no era precisamente la solución a la pobreza. ¿Qué ha aprendido él?) Otro defecto es su falta de constancia, manifestada en cruzadas, en principio valorables, que no se concretan sencillamente porque se aburre en el camino. Ejemplos: 1) nueva promesa de actualización del PRC, vigente desde 1984, marcada por un creciente déficit habitacional, ausencia crónica de inversión privada y la negligente caducidad del EAE; 2) el Plan Arcoíris, hoy un confuso y sucio lienzo urbano de rayados y garabatos; 3) la defensa del patrimonio, que llegó hasta la creación de una Corporación (otra más), que casi dos años después de inaugurada no tiene nada que mostrar; 4) un acuerdo portuario vano, que aprovechó las falencias estructurales, los errores de gestión y la soledad de la EPV para impostar transversalidad; y 5) la triste certeza de que, al final del día, los shows, el asistencialismo, las transferencias y el acarreo generan más votos y adhesión que trabajar. Para cerrar, otra cita de Bukowski, que alguna vez se emborrachó con Poli Délano en Los Ángeles: "Qué tiempos tan frustrantes fueron aquellos años: tener el deseo y la necesidad de vivir, pero no la habilidad".