Gobierno respaldó a policías que dieron muerte a asaltantes
DELINCUENCIA. "Cumplieron con su deber", afirmó el ministro del Interior subrogante acerca de los casos de dos carabineros y un detective que repelieron delitos.
El Gobierno respaldó la acción de tres policías que repelieron asaltos durante la jornada de ayer, lo que terminó con la muerte de dos delincuentes. Durante la jornada, el ministro del Interior subrogante, Manuel Monsalve, afirmó que los funcionarios "cumplieron con su deber".
Se trató de una seguidilla de casos muy similares ocurridos en menos de 12 horas. El primero fue el intento de asalto durante la madrugada a una conductora en Macul, ante el cual un carabinero de franco disparó al agresor y le causó la muerte. El segundo involucró a un detective escolta del director general de la PDI, Sergio Muñoz, quien esperaba que lo pasaran a buscar en su casa en Maipú cuando un sujeto lo tomó por el cuello para robarle y él le disparó: el delincuente falleció. Y el tercer hecho no tuvo desenlace fatal: un individuo trató de robarle la bicicleta a un carabinero que iba hacia su trabajo y éste disparó. El ladrón fue detenido.
Por estos hechos ninguno de los efectivos policiales fue detenido, pues se consideró que todos actuaron en legítima defensa. Y Monsalve afirmó que "si usted me pregunta si el Gobierno respalda que las policías frente a la comisión de un delito flagrante hagan uso de sus facultades y que frente a una amenaza por arma de fuego respecto a un policía o a un civil hagan uso de sus armas de fuego, por supuesto que el Gobierno lo respalda".
Luego agregó que "en los tres casos hubo amenazas por parte de delincuentes con armas de fuego a los funcionarios policiales o a otras víctimas civiles de las cuales fue testigo un funcionario policial. En ese contexto es que los funcionarios policiales hacen uso de su arma de fuego".
La autoridad recalcó que "evidentemente siempre detrás de un hecho de esta naturaleza hay una investigación desarrollada por el Ministerio Público y por lo tanto nosotros respetamos las conclusiones a las que llegue esa investigación".
Sin embargo, reiteró que "aquí hubo amenazas con armas de fuego a funcionarios de las policías o a civiles. Y en ese contexto las policías cumplieron con su deber que frente a delitos flagrantes actuar protegiendo la vida de las personas y la seguridad del país".
"Mil perdones"
El caso del delincuente muerto en Macul tuvo un giro dramático cuando su padre llegó al lugar donde estaba su cadáver aún tirado en la calle: el hombre se disculpó por el actuar de su hijo.
"Si mi hijo es culpable de algo, pido mil perdones a toda la gente. Si mi hijo causó daño a alguna persona, en nombre del señor, pido mil disculpas. Nosotros somos cristianos, gente trabajadora, nos sacamos la porquería trabajando, pero uno se demora 20 años en criar y las amistades se demoran tres segundos en destruir lo que uno crió".
Paralelamente a estos hechos, el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, planteó que algunos delitos, como el homicidio, frenaron su alza.