"Este Gobierno no contaba con una agenda de seguridad: empezó a crearse a finales del 2022"
En una semana marcada por el asesinato de tres carabineros en Cañete, la agenda de seguridad irrumpió en la discusión en el Congreso, al punto que la Cámara de Diputados y Diputadas suspendió su semana distrital para poder tramitar proyectos de ley como las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF) o la creación de un Ministerio de Seguridad. En su calidad de presidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara, el diputado de Renovación Nacional Andrés Longton participó activamente en estos temas.
Poco antes de que se aprobara y pasara al Senado el proyecto sobre las RUF, el viernes por la tarde, Longton reflexionó que "hemos tenido una mirada consistente en la línea de la Ley Naín-Retamal que tiene que ver con darles las garantías suficientes a las policías y las Fuerzas Armadas, y la mirada del Gobierno muchas veces viene cargada de prejuicios y sesgos, y eso obviamente que puede repercutir en reglas poco claras y precisas".
Críticas y autocríticas
También fue una semana de más exposición e intensidad para el Presidente Gabriel Boric: no sólo retomó su contacto con la prensa, sino que reconoció que fue un error indultar a Luis Castillo (preso por delitos cometidos en el marco del estallido social), y dijo que nunca estuvo de acuerdo con la figura del "perro Matapacos", aunque el mismo viernes Presidencia admitió que sí tenía un autoadhesivo del animal en un notebook cuando era diputado.
Longton comenta que "uno hubiera esperado que este reconocimiento hubiera sucedido hace mucho tiempo. Ahora, tiene que ser con la convicción necesaria, porque cuando uno ve al Presidente de la República que señala que rechaza la figura del 'perro Matapacos', y que nunca utilizó esta figura porque la encontraba denigrante hacia las policías, y después resulta que sí la utilizaba y no se oponía a ella, no solamente lo hace cómplice, sino que demuestra que no solamente no hay convicción, sino que altera la realidad de los hechos para intentar aparecer más cercano a la ciudadanía".
- Sobre el problema de seguridad, ¿qué autocrítica hacen desde el Parlamento respecto de las legislaciones?
- Lo que pasa es que los que gobiernan tienen que encargarse de la seguridad por mandato constitucional, y tratar de trasladar esa discusión al Congreso es evadir esa responsabilidad. Puedes tener muchas leyes, pero si no se aplican, no se ejecutan, o bien no se tiene una estrategia no hay ley que resista. Si es por hablar de legislaciones, hemos aprobado en este Congreso muchas leyes, la totalidad de ellas con los votos de la oposición. No hemos sido nosotros quienes se han opuesto de manera reiterada a proyectos que van a otorgar mayor tranquilidad y seguridad a las familias chilenas. La preocupacion tiene que venir por parte de la coalición de Gobierno, particularmente por Apruebo Dignidad, que mantiene una conducta en muchos casos parecida a la que mantuvieron durante el Gobierno anterior.
- Y desde su sector, ¿qué autocrítica hacen tras haber sido Gobierno y ahora oposición, particularmente en el avance de proyectos?
- En el Gobierno del ex Presidente Piñera había una agenda consistente en materia de seguridad, pero acá en el Congreso o no se ponían en tabla los proyectos o no se aprobaban por parte del ahora oficialismo, de la izquierda. Y eso es un dato de la causa, no una opinión política. En materia de seguridad tienen poco que reprocharnos, porque hemos dado apoyo a las distintas medidas implementadas por este Gobierno y el del ex Presidente Piñera. La autocrítica tiene que venir de los sectores más radicalizados de la izquierda que no sopesaron, particularmente por una mirada ideológica, condescendiente, diversos temas que hoy nos están afectando como sociedad, que tienen que ver con crimen organizado, narcotráfico, inmigración ilegal, delitos importados. Es cosa de hacer un poco de memoria para darse cuenta de que este Gobierno no sólo no venía preparado, sino que no tenía una agenda en materia de seguridad y esa agenda empezó a crearse, y muchas veces a improvisarse, desde finales del 2022 en adelante.
- ¿Cree que existe un riesgo real de que Santiago y otras capitales de regiones terminen pareciéndose a Colombia, Venezuela o Ecuador, con delitos graves asociados a crimen organizado?
- Lo que pasó en Ecuador no es algo muy lejano a Chile. Las cárceles están hacinadas, con bandas operando en ellas. Si no hay una reforma al sistema carcelario, una modernización de las instituciones, resguardo de fronteras marítimas y terrestres, si no se tipifica como delito el ingreso ilegal, claramente cada vez vamos a estar más cerca de llegar a vivir crisis como la que vivió Ecuador y donde tengamos que tener a las fuerzas militares en labores para las cuales no están formadas y a las cuales, además, se les quiere poner un exceso de reglas para que salgan a la calle y, obviamente, eso repercute con darles las garantías que son necesarias y que hoy estamos legislando.
- La Ley Antiterrorista y Reglas de Uso de la Fuerza se aceleraron tras el asesinato de los tres carabineros en Cañete. ¿El Congreso ha estado a la altura en debatir estos temas con la celeridad que se requiere?
- Creo que no. Hay proyectos de ley que deberían tramitarse con mayor celeridad, en especial en materia de seguridad. Por eso, no se puede no poner un proyecto en tabla por temor a perder una votación. Cuando hay mayoría se tiene que hacer valer en los momentos de discusión, pero no por eso el Gobierno va a dejar de impulsar proyectos que son de relevancia para la ciudadanía, como las RUF, que están desde abril del año pasado, o bien la Ley Antiterrorista, que en el Gobierno del ex Presidente Piñera durmió cuatro años y no fue puesto en tabla por quienes hoy día nos gobiernan. Recordemos que este Gobierno empezó a hablar de terrorismo hace poquitos meses, antes esa palabra no salía de su vocabulario. Claramente muchas veces la izquierda ha pecado de un fanatismo ideológico que no se condice con la realidad de los hechos que hoy día tienen a gran parte del país absolutamente arrinconado por el terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico.
- ¿Qué espera de los menos de dos años de Gobierno que quedan?
- Espero que avancen con mayor convicción en las políticas que impulsan y que tomen en cuenta la evidencia y abandonen los fanatismos ideológicos, que se escapan de la realidad de lo que se vive en este país y la experiencia a nivel mundial. Y recuperar el crecimiento económico, la inversión, la empleabilidad, la seguridad. Esperamos que el Presidente tenga la claridad suficiente y no primen aquellas convicciones ideológicas que nos han llevado al descalabro en que estamos.
- Cuando dice "que tenga en cuenta la evidencia", ¿a qué se refiere?
- A que muchas veces el Presidente ahonda en posiciones ideológicas que acompañan a cierto sector de izquierda que él representa, como, por ejemplo, lo que pasa con la reforma de pensiones, y no se deja ayudar por la evidencia. La evidencia es clara respecto a que hay modelos que no han dado resultado en ninguna parte del mundo, y eso debe tenerlo en consideración al momento de impulsar lo que es mejor para el país y no solamente hablarle a su nicho del 25 al 30 por ciento. Tiene la obligación de hablarle al país con responsabilidad y asumiendo los costos que sean necesarios, haciendo lo que es mejor para todos.