"Tiene que haber un actuar más ágil; de lo contrario, la gente se desespera y se siente más vulnerable aún"
El expresidente de la ANFP y artífice de la revolución de la selección nacional de la mano de Marcelo Bielsa, Harold Mayne-Nicholls vuelve a la escena pública tras su destacada labor en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Convencido de que ese año el deporte unió a los chilenos, ahora busca hacer lo mismo desde la política, evaluando una candidatura presidencial como independiente para trabajar, según dice, con todos los sectores y no desde trincheras.
- ¿Cómo parte esta aventura?
- La historia viene de muy atrás, cuando estaba en la ANFP, a fines de 2010, comienzos del 2011. Salgo de la ANFP y se me acercan, yo te diría que todos los partidos políticos de la época, ofreciéndome ser candidato a lo que quisiera, que ellos me apoyaban, pero no creía que fuera el momento adecuado. Después me insistieron varios de ellos para otras elecciones y seguí con mi misma posición, que no era el momento.
- ¿Qué cambió para que se decidiera por ser candidato? Porque ahora no hablamos de cualquier cargo, sino que de la Presidencia.
- Después de los Juegos Panamericanos realicé una presentación en el encuentro empresarial Enela, de la Región de la Araucanía, y ahí se me volvieron a acercar varios partidos para ser candidato a senador o bien candidato a Presidente. Ahí lo fui tomando más en serio y pensando si realmente había espacio para jugármela. Y empezamos a trabajar, juntamos un buen grupo, gente que fuimos conociendo con el tiempo y otros que se fueron sumando, y ahora estamos esperando a ver si finalmente nos lanzamos.
- ¿De qué depende ese lanzamiento?
- Con el grupo nos fijamos como estrategia recorrer las 16 regiones del país y, después de eso, analizar cómo fue la recepción en cada una de ellas para ver si realmente hay espacio para hacer algo o no. Porque también puede ser que el análisis de nuestro recorrido sea negativo, aunque todavía me faltan cuatro regiones por recorrer. También estamos considerando como factor el haber hecho un acercamiento con nueve de los 11 partidos que hay entre la UDI y los socialistas, con los que concretamos reuniones de trabajo. Y otro factor que tenemos claro es que esto tiene que ser algo independiente, no con algún partido que esté detrás. Este recorrido tiene que ser absolutamente independiente.
"no creo en trincheras"
- ¿Quiere competir en una primaria o ir directo a primera vuelta?
- Mira, si es que hubiese más grupos independientes de centro que quisieran hacer una primaria, yo estaría encantado de participar en ella. Sería muy bueno, pero si no, tenemos que evaluar cómo seguimos. En principio, no queremos ir con ninguno de los partidos que hay actualmente.
- ¿Por qué esa distancia?
- La independencia es para mantener ciertos niveles que te permitan después actuar de acuerdo a lo que sientes, a lo que la gente quiere, y no de acuerdo a lo que los partidos quieran que uno haga.
- Aun así, ha sostenido diálogo con ellos.
- Bueno, porque soy un convencido de que el diálogo es fundamental para lograr los propósitos en lo que quieras hacer en la vida y en la política es una herramienta fundamental. La política sin diálogo es muy compleja, y lo mismo pasa cuando falta la cordura, la mesura, la templanza o la tolerancia, que es lo que pasa muchas veces en los sistemas políticos. Yo soy de los que piensa que hay que actuar con todos los que están involucrados y no sólo con grupos limitados.
- ¿Su diagnóstico entonces es que falta diálogo?
- El diálogo es fundamental para sacar adelante cualquier proyecto del país, de cualquier grupo político. Hoy día pareciera que dialogar está castigado en el sistema político y eso me parece súper grave. Y si bien nuestro proyecto es independiente, sumar a los partidos será clave para poder construir. Yo no creo en el sistema de trincheras. Los datos te reflejan lo que la gente piensa: desde que estamos atrincherados o agrupados entre los nuestros ha bajado la credibilidad en los partidos políticos y en la autoridad. Ha bajado la credibilidad en general de la institucionalidad administrativa y política del país. La gente no quiere trincheras, quiere que los sectores salgan a compartir, convivir, dialogar y saquen adelante la tarea entre todos. Unos gobiernan, pero entre todos empujamos. No que uno gobierna y otros le ponen un palito en las ruedas.
- ¿La dirección ejecutiva de los Juegos Panamericanos 2023 la ejecutó desde esa lógica?
- Siempre dije que el objetivo que los Juegos debía ser el unir a todos los chilenos. No era la piscina más grande del mundo ni llenarnos de medallas, sino que fueran un factor de unión de los chilenos. Al término de los Juegos tiendo a creer que se logró absolutamente ese objetivo, la gente los apreció y, además de apreciarlos, sintió que habían sido un aporte a la convivencia diaria y no veo por qué tiene que haber un cambio ahora. Yo creo que la gente sigue esperando aportes a la convivencia del día a día entre todos los chilenos y chilenas, tal como fueron los Panamericanos. Ese debe ser el primer objetivo de cualquier gobierno o cualquier grupo político que gobierne el país: unirnos a todos. No puede ser que toda la construcción política se base en diferenciar constantemente a buenos y malos. Eso no nos ayuda a unir y en esa pelea de trinchera llevamos los últimos 15 años, que nos han traído dolores y decepciones bastante grandes, con soluciones poco reales y el deterioro en la esperanza de la gente.
Miradas regionales
- En su recorrido por Chile ya vino a la Región de Valparaíso. ¿Con qué se encontró?
- Bueno, la Región de Valparaíso es sumamente importante para todo el país. Primero, es una de las regiones más grandes que, además, va literalmente desde el Pacífico hasta la cordillera. Una región que tiene mucho movimiento, tanto con puertos marítimos como terrestres, con un intercambio muy fuerte con el extranjero y eso requiere una infraestructura mucho más sólida en cuanto a todos los sistemas de transporte. Ese es el primer diagnóstico que uno hace al llegar a la Región de Valparaíso. Después te encuentras con los dramas de cada uno.
- ¿Qué dramas visualiza?
- Lo hemos visto últimamente con varias megatomas, por ejemplo, en San Antonio o Viña, pero yo creo que hay muchas más, y cuando uno va por las carreteras puede ver casas vulnerables y se encuentra con otra realidad de la zona de Valparaíso. Tampoco entiendo la fuerte intención de poner cada vez más paltos. Basta ir de Los Andes a Viña y uno ve en los cerros cómo está todo lleno de paltos por todas partes, generando un serio problema de escasez hídrica para la población y también para la agricultura. Es un tema que hay que revisar, trabajar y ver qué daño nos está causando.
- Sobre la lenta reconstrucción posmegaincendio, ¿qué acercamientos ha tenido?
- He tenido diálogos con gente que está sufriendo y es terrible. Hay que entender que esa gente perdió todo, y no sólo lo material, sino también cosas espirituales, fotografías y recuerdos que no se van a recuperar nunca más. Cuando como Santiago 2023 hicimos una donación de todas las camas de la Villa Olímpica, fue con la idea de que se actuara con la mayor rapidez posible para tratar de solucionar este drama, pero pasa el tiempo y no se soluciona, y la gente entra evidentemente en un estado de ansiedad y desesperación que a nadie le gusta vivir. Si al final estos proyectos de emergencia deberían ser tratados como eso, como emergencia, y tener un trato distinto a lo que se haría en una iniciativa cualquiera.
- ¿Actuar con sentido de urgencia?
- Mira, ante esta emergencia y ante todas las emergencias que nos pasan, la lógica tiene que ser distinta. No puede ser que como Estado de Chile les demos el mismo trato que a una situación normal para sacar adelante un proyecto en una emergencia donde hay miles de familias damnificadas. En esto el Estado debe tener una flexibilidad mayor, sin que eso implique entrar a quebrantar las normas, pero tiene que haber un actuar un poquito más ágil; de lo contrario, la gente se desespera y se siente más vulnerable aún.
- Más allá de la emergencia, ¿es necesario modernizar el Estado?
- Hay herramientas para darle al Estado una mayor agilidad, como la inteligencia artificial. Lo podemos pensar a la hora de desalinizar agua para llevar al interior, para dar el riego a las paltas, no sé, es un ejemplo. Pero estamos ya en tiempos de tener una fórmula que agilice los procesos para concretar ese tipo de obras y no depender de personal del Estado ralentizando los procesos. Lo haría la inteligencia artificial, revisaría que se cumpla todo, que todo esté en regla, y así haríamos mucho más eficiente el Estado.
"Los datos te reflejan lo que la gente piensa: desde que estamos atrincherados o agrupados entre los nuestros ha bajado la credibilidad en los partidos políticos, en la autoridad. Ha bajado la credibilidad en general de la institucionalidad administrativa y política del país". "
"La independencia es para mantener ciertos niveles que te permitan después actuar de acuerdo a lo que sientes, a lo que la gente quiere y no a lo que quieran los partidos".