Hay esperanza, entonces, de que el nuevo edil encabece la conversación que en Valparaíso nos hace falta, con todos sentados a la mesa y sin que nadie se crea poseedor de la verdad y tampoco de la clave para mejorar el presente y futuro de la ciudad.
Warnken y Sharp
Sorprendido, como muchos, esperé las primeras declaraciones del alcalde electo para conocer sus intenciones. El joven abogado en un discurso acalorado, anunció en voz alta: "Se acabó la corrupción, se acabaron las injusticias". Para continuar expresando: "Ahora, la centralidad de nuestro desafío es derrotar la desigualdad que viene por un modelo económico y social neoliberal que le roba la dignidad a nuestro pueblo".
Su triunfo, señaló, "va más allá de Valparaíso, desde Arica a Magallanes". A estas alturas comencé a dudar de lo acertado de la elección. Su discurso se semeja mucho a la de gobernadores populistas que siembran sus intenciones en la descalificación de las clases políticas y en promesas rupturistas. Al parecer sus ambiciones van más allá de la comuna. Por ahora, debemos confiar y esperar una feliz gestión, pero, con prudencia. No adhiero al júbilo de Cristián Warnken.
Zapallar
Cada vez que un chileno no manifieste su derecho constitucional (y deber moral) de votar, les cito: "El mayor castigo para quienes no se interesen en la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan".
Elecciones
En las declaraciones de políticos, escucho y leo la palabra rectificación para revertir la situación en lo poco que resta de gobierno ante las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales, actitud que se opondría a los postulados, proyectos y reformas que el conglomerado supuso que era lo que la ciudadanía quería; la rectificación conllevaría un giro a la derecha y consigo la fragmentación contraria a la necesaria unidad.
Otras dos palabras que surgen son arrogancia y humildad, la primera recuerda la aplanadora del comienzo del actual gobierno y la segunda la tan necesaria a los triunfadores, que deben continuar trabajando con tesón como si hubiesen sido perdedores.
Elecciones II
Elecciones III
Superposición
Redes sociales
Por fin un alcalde con apoyo amplio y transversal en una ciudad que, como Valparaíso, se suele llevar las palmas en cuanto a fraccionamiento en grupos de ideas o de intereses que se muestran irreconciliables unos con otros.
Agustín Squella
En páginas editoriales y en forma apasionada, Cristián Warnken expresa su júbilo por el triunfo de Jorge Sharp a la alcaldía de Valparaíso.
Eduardo Bastías Guzmán
Cada vez que un ciudadano afirme que su voto no cambiará nada, que no olvide el empate técnico de 2.045 votos en la comuna de Zapallar, entre dos postulantes a la alcaldía.
Francisco Damiano
Acostumbrado a las bombas de humo del gobierno para desviar la atención de los ciudadanos, se me ocurre que debemos esperar una bomba atómica para tapar la derrota eleccionaria de la Nueva Mayoría y el oficialismo, y ruego que la naturaleza no ayude con un terremoto o cualquiera de los desastres que de vez en cuando nos depara.
Marcos Concha Valencia
El pueblo sacó a la Mandataria a la pizarra y la calificó mal. Conclusiones: Ella debe estudiar más y no dejar que sus compañeros de curso le hagan sus tareas y piensen y decidan por ella.
Renato Norero Valenzuela
No puede andar bien un país, donde la Presidenta desconoce u olvida el procedimiento a seguir para votar.
Jorge Baeza Concha
Por primera vez me encuentro con que en el supermercado se superponen Halloween y Navidad.
Richard Rodríguez Hormazábal
Ha estado muy de moda la foto difundida en las redes sociales: "Ni una menos". Muchos adhieren a la campaña, suponiendo que poner una foto de perfil, hará que las cosas mejoren. Como veo tanta fe en la humanidad, aprovecho de invitar entonces a que todas esas personas que se involucraron con la campaña, lo hagan también por la otra, no menos importante, de lucha contra el cáncer de mama, que se ha intentado difundir, como todos los años, este mes de octubre. Si decimos de verdad que nos queremos cuidar, para no dejar de existir, entonces partamos por casa.
Cristina Calderón