Cosas de la globalización: la decisión tomada en Washington por Donald Trump de retirar a su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) generó una reacción internacional que culmina (o comienza) con una reunión de cancilleres en Viña del Mar.
A ese encuentro, que tendrá lugar los días 14 y 15 de marzo, concurrirán los cancilleres de Colombia, México, Perú, Brunei, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Canadá, Japón, Malasia y Vietnam. Chile, en su condición de presidente pro témpore de la Alianza del Pacífico, ha invitado a dos importantes actores de la economía global: China y Corea del Sur.
El encuentro denominado "Diálogo de alto nivel en iniciativas de integración en el Asia-Pacífico", busca rescatar los esfuerzos de cooperación internacional de la Cuenca frenados tras la salida de EE.UU..
La Cuenca del Pacifico está llamada a constituirse en el mayor escenario económico y cultural del planeta, lo que significa oportunidades para el desarrollo de países latinoamericanos como Chile, Perú, Colombia y México que al complementar sus economías totalizan un bloque de gran peso dentro del mencionado escenario.
Y ese ánimo integrador se mantiene, pese a la marginación de Estados Unidos, actor sin duda clave en la economía global, y así lo expresa con optimismo el canciller Heraldo Muñoz, afirmando que "vamos a persistir en la apertura al mundo y en la integración bajo distintas modalidades: acuerdos bilaterales, subregionales y regionales".
Abogando por la importancia del comercio internacional, el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, advierte que "no nos amilanaremos porque Trump retiró la firma del TPP", en tanto, el senador por Valparaíso Francisco Chahuán recalca la importancia de la cita expresando que ella "permitirá discutir los términos originales del TPP, muchos de los cuales eran gravosos…tendremos la opción de renegociar y lograr un nuevo acuerdo".
En suma, el tropiezo que pudo significar la decisión de Donald Trump, obliga a encontrar nuevos caminos para no abandonar la ruta integradora Asia-Pacífico, cuyo potencial también interesa a la Unión Europea, inquieta por el encapsulamiento que postula el mandatario republicano.
Y desde el punto de vista local el importante encuentro de cancilleres es una nueva muestra que consolida a Viña del Mar como centro de reuniones y congresos de alto nivel, cuya realización tiene un efecto multiplicador que debe ser cautelado y estimulado. Esta reunión nos sitúa, una vez más, en el primer plano de la mirada mundial, de los medios de comunicación y de los protagonistas de las grandes decisiones universales.