La tarea urgente es evitar que naufrague el tradicional Bote Salvavidas de Valparaíso. Ese Cuerpo es una institución tradicional del puerto entregada al rescate de personas y embarcaciones en casos de emergencias en el mar. Nacido en su actual estructura en 1925, sus orígenes se remontan a 1878 cuando las emergencias en la bahía, sin protecciones actuales, eran frecuentes. Era urgente actuar en peligrosos rescates, labor que se sigue acometiendo en condición voluntaria tal como ocurre con Bomberos.
Se contaba con pocos medios, pero posteriormente se incorporaron elementos para operar en las peores condiciones marítimas. En la trayectoria institucional se recuerda a su capitán Oluf Christiansen, marino danés avecindado en Valparaíso que fue alma de la institución, tanto por su arrojo como por su sentido de organización. La esforzada labor de los voluntarios, además, aparece destacada en la obra del escritor Salvador Reyes.
Junto a su importante tarea en emergencias, la vinculación de la entidad con Valparaíso se da desde hace años a través de su tradicional restaurante que mira al mar y a los temporales en primera fila. Antes fue un destartalado pero cálido local y ahora es un renovado edificio de dos pisos.
Ese restaurante, entregado en concesión a un particular, en teoría solventa los elevados gastos de operación de las embarcaciones de socorro.
Pero en ese aspecto ha estallado un problema de gravedad debido a supuestas deudas impagas del concesionario al propietario del local donde funciona el restaurante. Alegando esta situación, la entidad ha pedido la entrega del recinto, pero el arrendatario argumenta tener una prórroga por 18 meses. Sin embargo, Gerardo Fernández, presidente de la institución, afirma que el 8 de mayo el arrendatario, Tomás Puig, comunicó "que no podía cubrir los cheques y por eso solicitamos la entrega del local". Manuel Camus, abogado de Puig, cuestiona la deuda y reitera la vigencia de la prórroga, asegurando que a la brevedad, por vía judicial o extrajudicial, se pondrá término a la situación producida.
Pero el hecho, destacado por el presidente Fernández, es que la situación los afecta. Faltan recursos para combustible como el que en estos días consume la embarcación en la búsqueda de la estudiante perdida en el sector Punta Ángeles de la bahía. "Pero si ocurriera una situación mayor, simplemente por falta de recursos no podríamos asistir… esta grave situación está afectando nuestras funciones hacia la comunidad". Y ese temporal que amenaza con hacer naufragar al Bote Salvavidas debe asumirse con una mirada más allá de lo judicial y lo comercial, valorando un patrimonio de servicio y entrega que no se puede perder.