El mundo está experimentando un gran cambio poblacional que no sólo plantea varios retos, sino que ofrece, al mismo tiempo, oportunidades para reducir la pobreza y garantizar una distribución más equitativa de las rentas, si se adoptan políticas adecuadas.
La demografía mundial se encuentra en un punto de inflexión: la población crece a un ritmo mucho más lento, pero también envejece a una velocidad sin precedentes. Hay una heterogeneidad significativa entre los distintos países, ya que mientras algunos siguen teniendo poblaciones jóvenes y en crecimiento, en particular aquellos en los que se concentra la pobreza a nivel mundial, otros están envejeciendo, especialmente los países de renta alta y media.
El cambio demográfico
Durante los últimos 25 años, más de mil millones de personas salieron de la pobreza extrema, sin embargo, un 10 % de la población mundial continúa viviendo con menos de dos dólares al día, lo que muestra la enorme tarea que queda pendiente. Las estrategias para acabar con la pobreza de manera sostenible y promover la prosperidad compartida deben tener en cuenta la demografía, al mismo tiempo que los países promuevan internamente un crecimiento de base amplia e inviertan en desarrollo humano.
Así lo establece un reciente informe del Banco Mundial denominado "Los objetivos de desarrollo en una era de cambio demográfico", el primero sobre la demografía mundial que publica ese organismo desde 1984, y que da cuenta de un cambio en la trayectoria de las tendencias demográficas y en la manera en que un mundo cada vez más globalizado valora la importancia de la demografía para el desarrollo.
Dividendos
Varias conclusiones pueden obtenerse de este estudio. Los países con poblaciones jóvenes, como Chile, pueden maximizar los beneficios de la demografía, invirtiendo en salud y educación, para sacar el máximo partido de las habilidades, y las perspectivas laborales futuras de sus jóvenes, así como un mayor empoderamiento de las mujeres.
Por otra parte, los países cuyas poblaciones están envejeciendo, deben consolidar sus ganancias económicas, impulsando la productividad y fortaleciendo las redes de seguridad social, y otros sistemas de protección social, para proteger a las personas mayores.
Adicionalmente, este trabajo señala que los países pueden obtener un primer dividendo demográfico cuando crece la proporción de mano de obra en el conjunto de la población nacional, constituyéndose en un poderoso acelerador del crecimiento.
A medida que los cambios en la estructura de edades expanden la producción y los recursos, es posible obtener un segundo dividendo, al acumularse el ahorro y aumentar la inversión. En el caso chileno, que ya ha experimentado una caída de su tasa de fertilidad, pero que aún tiene poblaciones jóvenes, podría beneficiarse de la aceleración de la creación de empleo, debido al vínculo existente entre el aumento de la mano de obra y el crecimiento. Por ejemplo, un incremento de un 1 % en la población, en edad de trabajar, puede traducirse en un aumento del PIB per cápita de hasta un 2%.
Desafío para los países en desarrollo
El comercio puede reducir la pobreza al acelerar el crecimiento, diversificar la economía y aportar mayor estabilidad macroeconómica. Puede, también, facilitar las transferencias de tecnología impulsando la productividad y el crecimiento.
En este sentido, Chile debe profundizar medidas de facilitación del comercio, para contribuir a su ventaja comparativa en productos intensivos en mano de obra y ayudar a crear empleo. Adicionalmente, la demografía puede aumentar la demanda de flujos de capital internacional.
El facilitamiento de tales flujos permitiría a los países jóvenes, y con abundancia de mano de obra, generar un aumento de la productividad laboral y de las remuneraciones, contribuyendo a un crecimiento más rápido. En estos países, el diseño e implementación de medidas para mejorar la calidad institucional, y desarrollar el sector financiero, incrementará estos flujos de capital, aspectos que constituyen un reto fundamental para países en vías de desarrollo, tales como Chile.