El Papa Francisco elogió la resiliencia del país y llamó a la paz y la unidad
EVENTO. Pontífice realizó misa ante unas 400 mil personas en el Parque O'Higgins, donde exhortó a "sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad, a golpe de salir de casa y mirar rostros".
El Papa Francisco elogió ayer la capacidad de levantarse y de volver a empezar del pueblo chileno, durante la misa multitudinaria que celebró en el Parque O'Higgins de Santiago, en la jornada inaugural de su visita apostólica y de Estado. En la cita, el Pontífice realizó un llamado a la paz y la reconciliación.
Fueron cerca de 400 mil personas -según cálculos de los organizadores- las que llegaron a este parque en el que en 1987 también celebró misa el Papa Juan Pablo II. Francisco dedicó su homilía a la lectura de ayer del Evangelio sobre las "bienaventuranzas".
El Pontífice, acompañado de los obispos chilenos, dijo que las bienaventuranzas nacen de "los hombres y mujeres que saben de sufrimiento, que conocen el desconcierto y el dolor que se genera cuando 'se te mueve el piso' o 'se inundan los sueños' y el trabajo de toda una vida se viene abajo", en una referencia a las catástrofes naturales que a lo largo de su historia han afectado al país.
"Pero más saben de tesón y de lucha para salir adelante; más saben de reconstrucción y de volver a empezar", dijo Francisco en su homilía.
Y exclamó: "¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes!".
Francisco llegó hasta el Parque O'Higgins luego de un trayecto de casi 30 minutos desde La Moneda. Las puertas del recinto se abrieron a las 2 horas.
Agregó que las bienaventuranzas "no nacen de actitudes criticonas ni de la palabrería barata de aquellos que creen saberlo todo pero no se quieren comprometer con nada ni con nadie".
Francisco llamó a sacudirse también la "resignación que nos hace creer que se puede vivir mejor si nos escapamos de los problemas, si huimos de los demás; si nos escondemos en nuestras comodidades, si nos adormecemos en un consumismo tranquilizante".
Esta primera misa en Chile estuvo dedicada "a la paz y la justicia" y Jorge Bergoglio destacó la felicidad "de aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar para que otros vivan en paz" y de aquellos "que se esfuerzan por no sembrar división".
El Papa exhortó a los fieles a "sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad, a golpe de salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal".
Entre los actos que realizó en la liturgia, el Papa coronó a la Virgen del Carmen, de la misma forma que lo hizo Juan Pablo II en el Templo Votivo de Maipú en 1987. En la misa se entonaron cánticos en castellano, pero también en rapanui y mapuche. El Pontífice saludó y abrazó a representantes de estas culturas y también huasos y cuasimodistas.
Un grupo de 50 manifestantes fue repelido con carros lanza aguas de Carabineros en las afueras del Parque O'Higgins, donde desplegaron un lienzo en rechazo a la visita del Pontífice. Varias personas resultaron detenidas tras lanzar objetos contundentes. Más temprano, algunos participantes de la "Marcha de los Pobres" fueron detenidos en un sector aledaño del parque.
"Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse"
Papa Francisco, Sobre el carácter de los chilenos"
"
(El Papa) nos está removiendo, conoce muy bien la realidad de Chile porque es un mensaje que viene muy a cabalidad"
javier peralta, director ejecutivo de la Comisión Nacional a cargo de la visita del Papa