El incondicional amor por la verde: el largo periplo de los wanderinos por llegar a Perú
FÚTBOL. Cientos de hinchas caturros emprendieron una extensa travesía por aire y tierra hasta la ciudad de Arequipa, sede del partido de anoche con Melgar por la Libertadores.
De un momento a otro, la plaza de Armas de Arequipa dejó a un lado su tranquilidad habitual y comenzó a teñirse de verde. La noche recién caía, y cánticos y consignas caturras se tomaron el centro de la ciudad, donde más de 200 hinchas aguardaban, eufóricos, que el plantel de Santiago Wanderers abandonara su hotel de concentración para dirigirse al estadio Monumental de la UNSA a efectuar el tradicional reconocimiento de cancha.
Muchos de ellos seguramente estuvieron presentes también anoche en el partido de revancha ante Melgar, hinchas viajeros dispuestos a hacer enormes sacrificios por su amor a la camiseta verde. Una pasión que no sabe de límites ni fronteras.
A sus 75 años, Edgardo Úbeda viajó a Arequipa junto a un grupo de vecinos de Placilla. Oriundo del cerro Cárcel, lleva 32 años siendo socio del club, y ha recorrido innumerables estadios de Chile siguiendo la suerte del Decano. Sin embargo, esta es la primera vez en su vida que abandonó el suelo nacional.
"Hace mucho tiempo que sigo al equipo, de Punta Arenas hasta Arica, sobre todo en años anteriores. Pero no conocía fuera de Chile, este es mi primer viaje al extranjero y lo hice siguiendo a Wanderers", cuenta con orgullo.
Apenas se supo dónde y cuándo jugaban los porteños en la Copa Libertadores, Úbeda y sus vecinos comenzaron con la planificación del viaje. No encontraron pasajes directos en avión, por lo que optaron por la ruta mixta, la misma que emprendieron la gran mayoría de los hinchas que llegaron hasta Arequipa. Consistió básicamente en volar hasta Arica para luego tomar un bus de poco menos de dos horas hasta Tacna, Perú, y desde allí continuar por tierra, unas seis u ocho horas más, hasta la ciudad sede del encuentro.
Es el mismo itinerario que siguió la playanchina Marcela Jara, quien viajó junto a toda su familia. "Igual es sacrificado, el viaje es largo, gastamos harto dinero, pero llegamos felices. Es todo árido el camino y se vuelve extenso, pero no pensamos mucho en eso, sólo queríamos llegar luego", resume.
Para algunos puede parecer un desgaste enorme, cargado de incomodidades y sinsabores, pero lo cierto es que para muchos wanderinos es una forma de ser que ha sido inculcada desde que son pequeños. Es parte de la esencia de lo que implica ser un "vagabundo".
Es así como Marcela Jara ha acompañado al equipo a lo largo de todo el país, y también fuera de las fronteras nacionales. El 2002 viajó a Buenos Aires para ver el choque ante Boca Juniors por la Libertadores, y el 2015 fue hasta Asunción para presenciar el duelo de Copa Sudamericana ante Libertad.
"Ahora pedí especialmente mis vacaciones para viajar a Arequipa. Pero es algo que desde chica vengo haciendo con mi papá y después con la familia. Por la camiseta verde se hace de todo, y la verdad es que no cuesta. Siempre vale la pena seguir a Wanderers, más allá de como venga el equipo", explica esta fanática caturra, quien encarna, al igual que Edgardo Úbeda, ese a ratos inefable amor por la verde.
"Hace mucho tiempo que sigo al equipo, de Punta Arenas hasta Arica, sobre todo en años anteriores. Pero no conocía fuera de Chile, este es mi primer viaje al extranjero y lo hice siguiendo a Wanderers"
Edgardo Úbeda, Hincha de Santiago Wanderers"
"Pedí mis vacaciones para viajar a Arequipa. Pero es algo que desde chica vengo haciendo con mi papá y después con la familia. Por la camiseta verde se hace de todo, y la verdad es que no cuesta"
Marcela Jara, Hincha de Santiago Wanderers"