Carolina Collins
El Papa Francisco aceptó ayer las renuncias presentadas en mayo por los obispos de Rancagua, Alejandro Goic, y de Talca, Horacio Valenzuela. La dimisión de Goic fue aceptada por su edad, ya que había cumplido los 75 años de retiro en 2015, pero en el último tiempo había sido cuestionado por el caso "La Familia", una cofradía de sacerdotes de la diócesis acusados de abusos sexuales y por el cual hasta ahora 14 sacerdotes han sido suspendidos.
Goic había declarado como testigo por ese caso y sobre él recayeron acusaciones de que tenía antecedentes hace más de un año. Luego de que se conociera ese caso, el ahora obispo emérito había renunciado en mayo al Consejo de Prevención de Abusos de Menores de Edad.
Valenzuela, en tanto, era discípulo de Fernando Karadima y, tal como el obispo emérito de Osorno, Juan Barros, había sido acusado de encubrir los abusos del expárroco de El Bosque.
Como administrador apostólico de Rancagua se nombró a Luis Fernando Ramos Pérez, mientras que en Talca a Galo Fernández Villaseca.
La aceptación de las renuncias de Goic y Valenzuela se suma a las de los obispo de Osorno, Juan Barros; de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar, y de Puerto Montt, Cristián Caro Cordero, estos dos últimos mayores de 75 años.
"Yo me pregunto cada día si pese a las denuncias que dieron origen a los procesos canónicos que terminaron en duras sanciones en contra de los responsables, en mi condición de testigo de estos tristes acontecimientos que tienen en crisis a la Iglesia, si pude hacer más, si debí hacer más, qué me falto para entregarme mejor al servicio de todos estos hermanos víctimas sufrientes en todos los períodos de nuestra historia", dijo Goic.
Lamentando que su retiro haya estado marcado por las que calificó como "dolorosas circunstancias", el presbítero se comprometió a colaborar con su sucesor en "todo aquello que el administrador apostólico requiera para que, desde la iglesia diocesana, ofrezcamos a la comunidad y a la opinión pública, las respuestas que con razón nos piden".
A través de una carta, el ahora obispo emérito de Talca, Horacio Valenzuela, pidió "perdón a quienes causé algún sufrimiento y no traté bien; a quienes presté poca atención y no les di un buen testimonio de Cristo y su evangelio; por todo lo que no concluí, por lo que no hice o hice mal, les pido perdón y comprensión".
Víctimas de Karadima valoran salida
Los denunciantes del caso Karadima, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, valoraron la decisión del Papa de aceptar las renuncias de Goic y Valenzuela. "Francamente, estoy muy contento de que siga este proceso de sacar a todos estos obispos corruptos. Obviamente, me gustaría que todo fuera mucho más rápido, porque hay muchos más que sacar, pero, por lo menos, ir despertando cada día con dos más (fuera), me da esperanzas", dijo Cruz a "Cooperativa". "Pasito a pasito", comentó por su parte, Murillo, junto a la noticia de la salida de los dos obispos. Ambos denunciantes se juntaron con el Papa en mayo.