Terminal Dos enfrenta paso clave en su tramitación
INFRAESTRUCTURA. El proyecto de expansión, liderado por TCVAL, es votado esta tarde por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso.
Hace cuatro años se inició el proceso de tramitación ambiental del proyecto de expansión del Terminal Dos, una iniciativa ampliamente debatida y que ha generado cuestionamientos desde que fue adjudicada a OHL en abril de 2013.
Con varias modificaciones en el camino -incluyendo el traspaso a inversionistas de origen australiano- enfrenta una jornada bisagra pues hoy es votado por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso, presidida por el intendente Jorge Martínez. De aprobarse obtendría la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), condición imprescindible para su construcción.
"Mis expectativas son muy altas porque se trata de aprobar ambientalmente un proyecto que creo es decisivo para el futuro de Valparaíso", comentó el presidente de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Raúl Celis, quien destacó la relevancia del sector.
"Cualquier proyección de la ciudad en el futuro requiere que la actividad portuaria se mantenga y se fortalezca, y una forma para que esto se produzca es permitiendo aumentar la capacidad de transferencia de carga del puerto mediante la aprobación del T2", dijo el exintendente.
"La decisión es fundamental porque, entre otras cosas, va a determinar si el puerto sigue siendo competitivo a nivel nacional o simplemente se transforma en un puerto de segundo nivel con todas las consecuencias que eso acarrea (...) que la actividad portuaria también sea secundaria para la ciudad y en un Valparaíso en que en las últimas décadas se ha producido una precarización enorme del empleo, perder la actividad portuaria sería fatal para el desarrollo de la ciudad", sostuvo.
Celis agregó que una aprobación permitiría proyectar Valparaíso al siglo XXI desde una perspectiva diferente con elementos categóricos que permitirían ser más optimista respecto del futuro de la ciudad.
Ante la posibilidad de una judicialización del proyecto se mostró tranquilo pues considera que es un elemento que siempre está presente en este tipo de instancias. "Es parte de las reglas del juego en todo tipo de proyectos. A mí la judicialización no me preocupa demasiado en el sentido que es un derecho consagrado por el ordenamiento jurídico y por lo tanto nadie puede impedir que otras personas que se sientan afectadas ejerzan los recursos que les corresponden", remarcó.
Pese a ello considera que más allá de esta opción, el sólo hecho que se apruebe el proyecto es "una demostración categórica de un camino de futuro para Valparaíso fortaleciendo su principal actividad".
Desde los gremios portuarios también reconocen la relevancia de que la iniciativa sea votada favorablemente hoy. "Estamos interesados en que el proyecto se materialice toda vez que es vital para Valparaíso contar con el Terminal Dos con las suficientes áreas de respaldo para que sea competitivo y tenga capacidad de poder cumplir con las expectativas que se generan", explicó el director de la Cámara Aduanera, Ramón Espejo, quien señala la necesidad de mantener los equilibrios entre los dos principales puertos de la zona central.
"San Antonio en este momento tiene dos terminales que son STI y Puerto Central y entre ambos pueden mover en este momento sin ningún problema 3 millones de contenedores. Cuando esté operativo el megapuerto la capacidad de se va ampliar en 6 millones de contenedores más. En tanto Valparaíso, si no se potencia con el Terminal Dos y a lo mejor con otra infraestructura portuaria quedaría en evidente baja de capacidad competitiva porque con TPS, que el año pasado hizo un millón de contenedores, más el T2 va a poder llegar a 2 millones y algo más, quizás 3", advierte el personero agregando que lo ideal es que ambos enclaves puedan tener cierta equiparidad en sus capacidades, sobre todo para responder a situaciones de catástrofe como sismos o tsunamis , o paralizaciones.
"Creemos que cualquier construcción de envergadura puede significar un posible daño ambiental, pero lógicamente hay que ver la situación con altura de miras y poder desarrollar el futuro de Valparaíso", dijo.
Las expectativas también son altas para los trabajadores. "Esperamos que la decisión de la comisión de evaluación ambiental sea favorable y que el T2 pueda ser construido, han pasado años en que este proyecto ha estado detenido y no puede ser que por un grupo de personas que se oponen a la construcción se frene el desarrollo del puerto. Valparaíso, no puede continuar quedando atrás, mientras otros puertos invierten en infraestructura. Necesitamos el T2 por el bienestar de nuestros trabajadores y sus familias", enfatizó el vocero de la coordinadora Marítimo Portuaria de Valparaíso, Sergio Baeza.
En tanto el secretario del Consejo Logístico Regional (Corelog) de Valparaíso, Javier León, opinó que de ratificarse el Terminal 2 en Valparaíso, "creo que estaríamos en buen pie de cara a la infraestructura que requiere el territorio en relación a la demanda del comercio exterior, así de importante es que se materialice", agregando que es un paso previo a la materialización del PGE.
El Pacto Urbano La Matriz (PULM) convocó para hoy a las 15 horas a manifestarse frente a la intendencia con mascarillas y globos negros, y su vocero, Gonzalo Ilabaca, explicó que se oponen por "varios motivos, los principales son los efectos que va a tener en la contaminación de la ciudad y en la salud de las personas. Son 104 toneladas al año de material particulado 2.5 micras (MP 2,5), que es el material más fino, el más peligroso para la salud. Nos oponemos también porque hay un daño irreversible al patrimonio de la ciudad".
En ese marco subrayó que "la salud de las personas y el patrimonio de la ciudad es lo más importante que hay que cuidar, y este proyecto los daña en forma irreversible. La cantidad de contaminación que va a producir, no solamente en MP, sino que también en ruido para la ciudad, que va a interrumpir el descanso que todo porteño necesita, lo hace un proyecto totalmente irresponsable, para nosotros".
En cuanto a la emisión de MP 2,5, Ilabaca precisó que "durante la fase de construcción son 85 toneladas al año, que es lo que reconoce la empresa, y en la etapa de operación son 104 toneladas al año. Este es un material que viene, sobre todo, de los camiones, aunque el buque también contamina".
En cuanto a la contaminación acústica, hizo notar que "el centro del anfiteatro, frente al edificio Cousiño del Duoc, es una concha acústica donde se va a expandir ese ruido hacia los cerros".
A raíz de aquello, en el PULM estiman que "se está ampliando la zona de sacrificio en la región, porque se daña también la reserva de la biósfera de Laguna Verde, que es una gran riqueza natural que tiene toda la región, no solamente la comuna de Valparaíso, porque la cantera la cambiaron un poco de lugar, pero los efectos son exactamente los mismos".
Por otra parte, Ilabaca hizo notar que "más encima, en el ámbito portuario también se sabe que es un mal proyecto, porque no tiene las aguas 100% abrigadas, tampoco tiene dos sitios de atraque para naves de última generación, y tampoco los accesos que todo puerto del siglo XXI requiere, por lo tanto, el Estado de Chile le está dando el peor de los diseños portuarios a la ciudad".
Ilabaca recalcó que no se oponen a que haya una expansión portuaria en Valparaíso, sino que "lo que queremos es que la ciudad tenga buenos diseños de puertos, y para eso, sí o sí, se necesitan nuevas aguas abrigadas, porque si no, no tiene posibilidad alguna de ser un puerto competitivo. El Estado de Chile está dando el peor proyecto, porque quiere ocupar las últimas aguas abrigadas del molo, pero ese molo de abrigo fue hecho en el siglo XX, para los puertos del siglo XX, y ya no sirve para un puerto del siglo XXI, pero sí sirve para la ciudad patrimonial del siglo XXI, porque sí protege un área importante de la zona Unesco".
En ese marco, planteó que "Valparaíso necesita otras aguas abrigadas, y nosotros pensamos que puede ser hacia San Mateo y, si es necesario, después en Yolanda hacer un puerto con aguas abrigadas, donde caben más barcos pero se tendría que hacer una vía de acceso que no vaya por Cabritería, que involucra también un problema medioambiental importante. Hay proyectos que se plantean por debajo de la avenida Argentina".
Por su parte, Jorge Bustos, quien interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones buscando detener la aprobación del T2, señaló que éste fue desestimado por el tribunal de alzada, ante lo cual entabló un recurso de reposición, el cual ayer también fue rechazado "pero elevó los autos a la Corte Suprema a solicitud nuestra, porque creemos que la Corte de Apelaciones no es imparcial, y desde ese punto de vista, nuestro abogado, Rodrigo Díaz, pidió que los antecedentes fueran enviados a apelación para que en definitiva quien zanje esto sea la Corte Suprema".
El motivo de su acción judicial "es por los actos administrativos que efectuó la Dirección Regional del Servicio de Evaluación Ambiental, que en definitiva permitió que datos que fueron falseados, después fueran rectificados sin pasar por la etapa de observaciones ciudadanas. Y no solamente el SEA cometió vicios administrativos, sino también los seremis de Salud, de Medio Ambiente, de Transportes, que no dijeron nada, entonces, obviamente, aquí hay una parcialidad que se esconde bajo el título de desarrollo y prosperidad, cuando en definitiva el T2 no es ningún beneficio para la ciudad".
Bustos está confiado en tener éxito en el máximo tribunal del país, pues según destacó, si bien la Corte porteña desestimó su acción por considerar que existen otras instancias donde tratar el tema, como los tribunales ambientales, "existen fallos en casos similares sobre omisión de la etapa de consultas que respaldan aquello que estamos planteando, como el fallo de enero de 2017 con respecto a Gener en Coronel, donde la Corte Suprema determinó que el recurso de amparo era una herramienta, porque el artículo constitucional que adujimos implica que el recurrente puede usarlo aun habiendo otras instancias para ver el caso".
Advirtió que en caso de no prosperar su recurso en la Corte Suprema va a perseverar con otras acciones judiciales.
"Mis expectativas son muy altas porque se trata de aprobar ambientalmente un proyecto que creo es decisivo para el futuro de Valparaíso (...) la judicialización es parte de las reglas del juego"
Raúl Celis Presidente de EPV"
"Esperamos que la decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental sea favorable y que el T2 pueda ser construido, han pasado años en que este proyecto ha estado detenido"
Sergio Baeza Vocero Coordinadora Marítimo Portuaria de Valparaíso"
"(Nos oponemos) por varios motivos, los principales son los efectos que va a tener en la contaminación de la ciudad y en la salud de las personas"
Gonzalo Ilabaca Vocero Pacto Urbano La Matriz"
Morales apuesta por San Mateo
El concejal Daniel Morales afirmó que de visarse el Terminal 2 por parte del CEA regional, será un nuevo proyecto "que se judicializara por años". También recordó que falta aprobar el acceso, precisando que "implica demoler los dos edificios nuevos de EPV y TPS, cambiar la salida de los camiones y hacer un túnel bajo el muelle Prat que sabemos que es relleno y que está lleno de piezas de valor arqueológico". Finalmente el edil finalmente manifestó que espera que IFM Investors -firma que adquirió la rama Concesiones de la española OHL- aplique la cláusula de salida, mientras se analizan cuáles serían las mejores opciones de ubicación de ampliación portuaria. "En lo personal pienso que es San Mateo", puntualizó.
4 impactos positivos consigna la adenda del T2, entre la etapa de construcción y la de operación, mientras que los impactos negativos entre esas dos fases son 92, hizo notar el concejal Daniel Morales.
41 impactos negativos altos registra la adenda para la etapa de operación. A eso se agrega un impacto negativo bajo. "Casi todos son porque afectan al paisaje y al patrimonio cultural", añadió el edil.
20 impactos negativos altos consigna la adenda para la etapa de construcción, a lo que se agregan 21 medios y nueve bajos, mientras que impactos positivos no hay ninguno, destacó Morales.