La Cancillería ordenó el retorno de dos cónsules por supuesto tráfico de personas
INDAGACIÓN. Miembros del servicio exterior son investigados por ingresar a 228 migrantes de manera irregular.
La Moneda dispuso ayer el regreso al país de dos cónsules investigados por el supuesto tráfico de 228 migrantes indios y nepaleses, informó la Cancillería. Se trata del cónsul chileno en Córdoba, Argentina, Frank Sinclair, y en Dublín, Gustavo Cantuarias.
Para cometer el supuesto delito emitían visas de estudiantes de un año de duración, utilizando un instituto multicultural (MC Institute), de propiedad de Sinclair, que carecía de permisos legales y que promovía las migraciones a Chile, consignó la agencia EFE.
La nota añadió que el canciller Roberto Ampuero solicitó la destitución de Cantuarias y Sinclair. El comunicado precisó que se ordenó el retorno de ambos cónsules "por lo que cesarán en los cargos que ejercen actualmente en el exterior. Esta medida no prejuzga los resultados del proceso judicial ni del sumario administrativo" iniciado la semana pasada.
La Cancillería inició el sumario interno luego de ser informada de la investigación de la Fiscalía. Cantuarias, Sinclair y otras tres personas están citadas el 11 de enero a un juzgado donde se les informarán los cargos de asociación ilícita para el tráfico de migrantes y se establecerán medidas cautelares mientras se extienda la indagación. Se arriesgan a penas de hasta cinco años de cárcel.
Antes de desempeñarse en Dublín, Cantuarias fue cónsul chileno en Nueva Delhi.
Los informes preliminares de la Fiscalía establecieron que los dos diplomáticos cobraban entre US$ 6.800 y US$ mil por los visados de estudiantes. De acuerdo con la cantidad de migrantes que movilizaron habrían recibido un monto cercano a US$ 1,3 millón.
De los 228 migrantes que llegaron a Chile entre 2015 y 2017 por gestiones de los cónsules, 160 siguen en el país y los restantes prosiguieron a Estados Unidos, estableció la investigación del fiscal Carlos Ramírez. El fiscal regional Metropolitano Oriente, Manuel Guerra, dijo que la supuesta entidad educacional fue certificada de manera falsa, haciéndola ver con supuestos permisos de funcionamiento del Ministerio de Educación. También apuntó a que Sinclair arrendaba hostales para la estadía de los extranjeros en el país.