Rector confirma éxodo de estudiantes tras nueva toma en U. de Playa Ancha
VALPARAÍSO. Ordenó el desalojo y se reiniciaron clases, pero alumnas siguen en huelga de hambre.
Durante la madrugada de ayer lunes se produjo el desalojo de las 20 mujeres que permanecían en toma en la casa central y el campus 2 de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) desde el lunes 11 de marzo y el martes 12 respectivamente, movilización que, según exponen las alumnas, obedece a que habría algunos puntos del petitorio acordado el año pasado que no se estarían cumpliendo, mientras los extensos sumarios a los acusados por acoso y abusos aún no tienen resultados. A raíz de estas situaciones, cinco de ellas iniciaron el domingo una huelga de hambre.
Según detalló el rector, Patricio Sanhueza, "a petición de esta Rectoría, Carabineros realizó esta madrugada (ayer) una acción planificada para el desalojo de las dependencias que se encontraban ocupadas irregularmente, desde la tarde del lunes 11 en casa central, y desde el martes 12 en la mañana en el caso del Campus 2".
La autoridad destacó que el desalojo se produjo "afortunadamente, sin ninguna lesión y sin resistencia", aunque en la acción las 20 participantes de la toma resultaron detenidas, y fueron liberadas durante el día de ayer. Fuentes de la universidad aseguraron además que entre las 20 detenidas hay una uruguaya que no es alumna del plantel.
La información oficial la entregó a las 6:05 AM de ayer el rector, cuando anunció que "a partir de este momento la universidad va a quedar abierta, para que nuestros académicos, funcionarios y estudiantes puedan ingresar, para ejercer su derecho al trabajo y el derecho a la educación".
Por otra parte, Sanhueza resaltó que "siempre hubo un espíritu de dialogar, pero lamentablemente no se llegó a un entendimiento para que esto se hubiera depuesto por parte de las propias estudiantes que tenían tomados estos espacios".Entre las razones que motivaron el desalojo, el rector explicó que están "obligados a mantener una universidad en funcionamiento, una universidad sin conflictos de esta naturaleza, porque esta institución siempre se ha destacado por dialogar con todas las partes y con todos los estudiantes".
A través de una declaración pública, Rectoría, señaló que "el grupo que permanecía en ambas dependencias estaba compuesto por aproximadamente 20 personas en total (dicha cifra varió durante los días), muchas de las cuales actuaron de forma encapuchada y muy violenta durante el desarrollo de este movimiento. Pese a que se intentó lograr acuerdos con la Mesa Interina de la Feupla (Federación de Estudiantes) para materializar una solución, esto no fue posible".
A raíz de esto último, dicha mesa interina renunció tras verse superada por el conflicto, quedando actualmente la representación estudiantil sólo en la alumna de Licenciatura en Artes Manuela Gutiérrez, una de las líderes feministas.
La UPLA ya había tenido una larga toma feminista el año pasado, y la actual representante de la mesa interina de la Feupla, Manuela Gutiérrez, expuso al inicio de la nueva toma que "no se han cumplido muchos puntos del petitorio y los sumarios a los acusados no han llegado a ninguna parte, lo que derivó en acciones por parte de compañeras para alejar a las afectadas de ellos (ver recuadro). Ahora tenemos a seis compañeras sumariadas, que arriesgan la expulsión de la universidad y toda la carrera de Pedagogía en Castellano está a punto de perder el semestre y sus becas porque están en paro en apoyo a la persecución que están sufriendo las compañeras".
A raíz de aquello, este domingo un grupo de cinco alumnas inició, al igual que el año pasado, una huelga de hambre, y hoy se sumarían dos más. La principal exigencia, precisó Gutiérrez, "es que el sumario al que fueron sometidas las seis compañeras de Castellano termine pronto y con una sanción leve. Además queremos que la carrera de Castellano tenga facilidades para poder terminar el semestre, porque están en paro desde hace mucho tiempo por lo mismo".
En cuanto a las acusaciones del rector respecto de que no fue posible entablar un diálogo, Gutiérrez aclaró que "el rector nunca se presentó a dialogar, se hicieron dos reuniones y en la primera se acordó que iba a asistir al día siguiente, cuando también se iba a tener la fecha del fallo de los sumarios, pero al día siguiente fuimos y no se cumplió ninguna de las dos cosas, el rector no apareció y no se nos dio ninguna respuesta concreta a nuestro petitorio".
En lo referente al petitorio del año pasado, criticó que "los sumarios a los compañeros que fueron acusados de acoso y abusos no han llegado a ninguna parte hasta ahora, y el protocolo todavía no se pone en marcha".
La toma del año pasado se prolongó por cuatro meses, por lo que recién se está cerrando el año académico 2018. Sin embargo, la reciente toma estaba poniendo en duda aquello y amenazaba también el inicio del año académico 2019, por lo que, ante la incertidumbre, varios alumnos decidieron abandonar definitivamente el plantel.
En su declaración pública, Rectoría expuso que está evaluando "los daños que significa la partida de estudiantes que, estando ya matriculados, decidieron retirarse de nuestra casa de estudios, como también el retraso de cada uno de los procesos lectivos asociados al término del año académico 2018 y el inicio del año académico 2019".
En el comunicado de prensa, Rectoría afirma además que "lo anterior generará los procesos disciplinarios correspondientes, sin perjuicio de la presentación de las querellas criminales pertinentes". Asimismo, "la universidad se encuentra evaluando el estado en que quedaron las dependencias".
Al ser consultada sobre el éxodo de estudiantes tras esta nueva toma, la representante estudiantil, Manuela Gutiérrez, prefirió no referirse a ese tema, mientras que respecto de las acusaciones sobre violencia de estudiantes a rostro cubierto, aseguró que aquello no fue así.
Adelantando lo que podría ser la actitud que primará este año por parte de Rectoría en cuanto a las tomas, la declaración asegura que "es una firme convicción de las autoridades de esta universidad no tolerar ni aceptar, bajo ninguna circunstancia, cualquier acto violento, amedrentador y/o antidemocrático, que ponga en riesgo la integridad de cada una y uno de los integrantes de nuestra comunidad universitaria y/o que afecte las instalaciones de nuestro plantel y la normalidad del funcionamiento de esta casa de estudios".
Esto mismo lo expuso el rector en una asamblea en la que funcionarios y académicos repletaron el Aula Magna ayer por la mañana, quienes respaldaron la decisión tomada por Sanhueza.
Seis alumnas de Castellano sumariadas
"Los sumarios a los acusados no han llegado a ninguna parte, lo que derivó en acciones por parte de compañeras para alejar a las afectadas de ellos", indicó la representante de la mesa interina de la Feupla, Manuela Gutiérrez, aunque no quiso ahondar en detalles, explicando que los hechos están "bajo el secreto de sumario". No obstante, según una nota publicada en un noticiero televisivo, el sumario se debería a que el grupo de alumnas habría agredido a uno de los estudiantes sumariados por acoso y abusos. "Esa información que salió en las noticias es falsa, no fue de esa forma", aseguró Gutiérrez, criticando de paso al rector por haber violado el secreto de sumario.
"Se evaluarán los daños que significa la partida de estudiantes que, estando ya matriculados, decidieron retirarse de nuestra casa de estudios"
Patricio Sanhueza, Rector de la UPLA"