Finalmente, y tras una larga -quizás innecesaria- discusión política, el Senado aprobó por una amplia mayoría la designación de la jueza de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, María Angélica Repetto, como nueva ministra de la Corte Suprema, en reemplazo de Milton Juica. El proceso, originado tras el fracaso de la primera propuesta presentada por el Presidente Sebastián Piñera, se vio entrampado producto de una interminable discusión entre el gobierno y los parlamentarios sobre el proceso de nominación de la magistrada, situación que finalmente fue zanjada luego que se fijaran las "bases" para las siguientes nominaciones que vendrán en los próximos meses.
Lo curioso de esta demora en la aprobación de Repetto, y que lo hacía complejo de entender para la ciudadanía de a pie, es que desde un principio los senadores destacaron la carrera judicial de la magistrada y las virtudes que le han permitido llegar a lo más alto de su carrera en este poder del Estado. Incluso, resaltaban el hecho de que fuera mujer (cuota de género) y, aunque suene increíble en un país que busca la descentralización, el que fuera de Valparaíso (cuota regionalista).
Ahora bien, ya tomada la decisión, la abogada de la PUCV María Angélica Repetto señaló estar agradecida "de que realmente se privilegiara en esta oportunidad a la región y al género. A la región porque -a lo mejor muchos no lo saben- es primera vez en la historia que una mujer desde región llega a la Corte Suprema y primera vez en la historia que una mujer desde esta región ha sido nominada".
Es destacable, sin duda, que una mujer de esta región asuma tan alto cargo en el Poder Judicial. Es destacable, también, que hoy se esté hablando sobre la necesidad de que las regiones también sean consideradas a la hora de la designación o nominación de altas autoridades del país. Este, como ya se señaló, es un trabajo descentralizador que debe ser observado con detención y donde en un plazo breve tendría que dejar de alegrarnos y pasar a ser una normalidad en el país. En las regiones existen personas capacitadas para asumir responsabilidades a nivel central.
Así como se ha trabajado, con justa razón, en los últimos años por una cuota de género en las distintas capas de la sociedad, ya sea en la política, sector público o privado, interesante también, a raíz de la designación de Repetto, sería abordar cómo son consideradas las regiones a la hora de definir cargos de alta relevancia.
Un ejemplo de esto es el nombramiento de candidatos a cargos de elección popular. ¿Cuántos casos hay de personas de Santiago que se trasladan a regiones para asumir una carrera política? ¿No habrá llegado la hora de cambiar (elevar) estas exigencias en beneficio de las regiones? ¿Qué dicen los políticos? Mientras tanto, celebrar que una ministra de la Corte porteña haya sido designada a la Suprema.