"Tengo ganas de apropiarme del Valparaíso actual que es tan distinto al que conocí"
Valeria Sarmiento (Valparaíso, 1948) es considerada como la más importante cineasta chilena, a pesar que ha hecho gran parte de su producción en el extranjero, en parte porque tuvo que partir al exilio. Debutó como directora n 1972 con el cortometraje documental "Un sueño como de colores", pero no sería hasta 1984 que estrenaría su primer largometraje de ficción, "Mi boda contigo", por el que obtuvo el Donostia a los nuevos realizadores en el Festival de San Sebastián.
"Secretos", "El cuaderno negro" y "Amelia Lopes O'Neill" componen parte de la cinematografía de la autora, quien también trabajó como montajista de las cintas de Raúl Ruiz (1941 - 2011), quien fuera su esposo por más de 40 años.
Razones más que suficientes para que Claudio Pereira, director artístico del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar (FicViña), afirme que estaba pendiente hacerle un homenaje, el que se está concretando en esta edición del certamen y que incluirá el nombramiento de la realizadora como Doctora Honoris Causa de la Universidad de Valparaíso, lugar donde estudió cine, y que le será entregado hoy.
- ¿Qué le parece este homenaje que se le está haciendo en el FicViña?
- Es bastante emocionante, en realidad, porque yo vengo cada tanto, pero estuve muchos años sin venir a Chile.
- ¿Y que la nombren Doctor Honoris Causa?
- Un gran honor. Volver a Valparaíso, a la Universidad donde yo estudié, la ciudad donde crecí, donde iba al cine, que te den una cosa así es bastante emocionante.
- Es el mismo grado que obtuvo su marido, Raúl Ruiz. ¿Qué opina de compartir este honor?
- Bueno, yo creo que él estaría contento, pero, indudablemente, yo no puedo rivalizar con Raúl. Raúl hizo 120 películas, ha escrito libros, ahora va a salir un libro de poesía de él. Era un monstruo.
Ser mujer en cine
- Desde que comenzó a hacer cine, ¿cómo ha cambiado la industria?
- Yo comencé trabajando con película y ahora se trabaja en digital. Ese es un gran cambio. A mí me gustaba mucho trabajar con película, porque encuentro que los equipos se concentraban mucho más. Ahora con el digital se puede filmar mucha cantidad de películas y resulta que se hacen muchas versiones de una película. Para mí no es lo mismo. A mí me gusta filmar lo justo y necesario y que la gente esté concentrada en lo que se filma y no esta cosa de que se filman 10 versiones o 10 mil ángulos. Es una tontera porque se desvirtúa, yo creo. Es como en el lenguaje que se convierte en verborrea.
- ¿Era difícil ser mujer cuando usted comenzó a hacer cine?
- Sí. Cuando yo comencé eran muy pocas las mujeres que estábamos haciendo cine. Indudablemente, a mí lo que me ayudó fue llegar a Francia, porque allí había un poquitito más de espacio para las mujeres, pero ahora hay cineastas chilenas que están haciendo cine que a mí me gustan muchísimo. Encuentro que eso es fantástico.
- ¿Por qué cree que era tan complejo? ¿Por un tema país o la época?
- No, era un problema de que no era normal que las mujeres tuvieran un rol más protagónico en la creación. Había pintoras, pero también eran menos que los pintores. En cine, cuando se comenzó, casi no había mujeres, eran casi todos hombres, porque era más fácil quizás para ellos. Para nosotras era un poquitito más difícil, era complicado que nos creyeran y afirmarnos en lo que nosotras queríamos hacer.
- ¿Y qué la motivó a estudiar cine?
- Ver cine. Comencé a ver cine a los cinco, seis años. A mi padre le gustaba mucho, entonces yo iba mucho al cine con ellos y me fascinaba. Y en la época, en Valparaíso, había una cantidad de salas de cine que mostraban el mejor cine americano y europeo. En una semana podías ver cinco, seis películas, y eso era genial, te daba un espectro extraordinario. Mientras que ahora, con estas enormes películas, es muy difícil encontrar películas diferentes.
- ¿Qué opina del cine latinoamericano actual?
- He visto poco, porque no llega tanto a Francia -yo vivo el mayor tiempo allá-, pero algunas cosas me han parecido interesantes. Me ha parecido muy interesante que el cine chileno empiece a existir fuera (...). El cine latinoamericano se está haciendo, un poco, gracias al digital, pero también con el problema que después no hay lugar para distribuirlo.
Regreso a Chile
Tras el golpe de Estado, Valeria Sarmiento partió al exilio a París, Francia, donde ratifica la naturaleza de sus preocupaciones feministas con "La dueña de casa" (1975), un cortometraje argumental al que le sigue un documental de jocosa virulencia llamado "El hombre cuando es hombre" (1982).
No sería hasta 1990 que volvería a filmar en Chile. Se trata de la cinta "Amelia Lopes O'Neill", protagonizada por Laura del Sol, Laura Benson y Franco Nero, y filmada íntegramente en Valparaíso. El filme se proyectará hoy (19 horas) en la Sala Insomnia del Teatro Condell, donde su realizadora hará un cine foro.
- ¿Cómo fue hacer esa película?
- Primero pensé hacerla -pensando que en Valparaíso era muy difícil de filmar en esa época- en Portugal, porque tiene Lisboa, que también tiene colinas y se podía prestar para una historia como de amor. Y el productor, que era Patrick Sandrin y que conocía Valparaíso, me dijo "Valeria, no, tienes que venir a Valparaíso, qué sé yo", y yo dije "bueno, vamos a ver". Y vinimos. Claro, era el lugar ideal para hacerla, había estado pensada un poco para eso. Todo el resto era hacer como una película travesti. Pero fue muy bonito filmar en Valparaíso en esa época, porque era muy cómico.
- ¿Por qué?
- Porque, por ejemplo, la primera escena era una con bicicleta y Sergio Hernández se tiraba por una colina y teníamos a todo el cerro mirando. Cuando veían que se tiraba y llegaba abajo, todos aplaudían (ríe). Era como teatro. Esa parte fue muy linda.
- Y el hecho que fuera en 1990, ¿significó algo?
- Estábamos todos alojando acá en el Hotel O'Higgins y fue justo el cambio de mando. Había una pantalla enorme que mostraba toda la escena, cuando le tiraban tomates a Pinochet. Era bien impresionante y justo nosotros estábamos filmando.
- ¿Era un equipo sólo de chilenos?
- No. Vinieron 13 franceses y el resto eran chilenos. La producción la hizo Leo Kocking (director de cine y quien organizó el FicViña de 1990), quien estuvo a cargo de la producción chilena y organizó la cosa acá. Eran dos equipos, a veces no se entendían muy bien, "pero si yo te dije" (risas).
- La barrera del idioma.
- Sí, pero lo importante es el resultado y el resultado está.
Los nuevos proyectos
Aunque luego de esta cinta ha hecho otras, lo cierto es que no ha regresado a rodar en el Puerto, algo que podría cambiar con el proyecto que tiene entre manos, titulado "Detrás de la lluvia".
"Espero que algún día lo pueda hacer, estamos tratando de conseguir el presupuesto para hacerlo. Y no sé, tengo ganas de apropiarme un poco del Valparaíso actual que es tan distinto del que yo conocí de niña", sostiene la realizadora que para esta cinta se encuentra trabajando con otro porteño como es Omar Saavedra en el guión y la productora Poetastros, liderada por la actriz Chamila Rodríguez y el cineasta Galut Alarcón.
- ¿Me podría adelantar de qué se trata esta película?
- Bueno, no hay que develar mucho lo que es, pero es la historia de una chica que vuelve a Valparaíso después que cuando niña tuvo una experiencia de abusos sexuales. Es un thriller, o sea, es una película un poquito policial, pero la idea es volver a lo que siente una mujer adulta cuando encuentra el lugar, o el espacio donde ha sido agredida de niña.
- ¿Y cuál es el problema para conseguir los fondos?
- Se presentó al Fondo Audiovisual que dan una parte del proyecto, porque no alcanza. Menos para filmar en Valparaíso, que hay que trasladar equipos, no todos los equipos están en Valparaíso. Después, nosotros tenemos la posibilidad de conseguir una coproducción con Francia, pero también los franceses son temerosos. Y hay que conseguir algo más. Seguramente buscaremos en otros lugares, en Alemania, haciendo preventa de la película, buscando la cadena de televisión. Se demora uno un tiempo en juntar el dinero.
- ¿Es cada vez más difícil o lo ha sido siempre?
- Depende las personas. Si yo soy, no sé, Scorsese, supongo que será más fácil; pero sí, yo creo que cada vez para cine de autor es más difícil. Y de todas maneras, las películas de grandes presupuestos también se demoran bastantes años en darse, pero no tienes ningún control sobre esas películas.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Chamila?
- Bueno, ya hemos trabajado varias veces. Ella trabajó conmigo como actriz en "Secretos"; había trabajado con Raúl también como actriz y la amistad ha ido creciendo. Ella se hizo amiga también de mi suegra. Tenía muy buena relación con ella, fue como haciéndose parte de la familia. Y ahora este proyecto "Detrás de la lluvia" es con ella y estamos terminando "El tango del viudo", que es la primera película de Raúl.
- Ya están acostumbradas a trabajar juntas.
- Sí, y Chamila es trabajadorísima. A mí me llega a dejar agotada. Le digo "cálmate", porque es muy trabajadora, demasiado.
- ¿Me podría entregar más detalles de "El tango del viudo?
- "El tango del viudo" es una película que Raúl dejó los copiones, como se decía en la época. La filmó el año 67, antes de "Tres tristes tigres", y nosotros estamos en el proceso de terminar esa película que esperamos se estrene el 2020.
- ¿Es con Luis Alarcón, no?
- Era con Luis Alarcón, Shenda Román, Delfina Guzmán, Rubén Sotoconil y Claudia Paz. Ella está muerta, al igual que Luis Vilches. O sea, de los vivos quedan tres y están viejos y no se acuerdan mucho de la película. Le mostramos la película y no se acordaban de los diálogos ni nada.
- Bueno, han pasado más de 50 años...
- Se acordaban de lo que habían comido (risas).
- Algo les quedó al menos.
- Al menos. Bueno, Raúl hizo esa película y no tuvo plata para terminarla. Entonces el papá con varios amigos capitanes decidieron "ya, te vamos a producir una película de principio a fin", y le produjeron los "Tigres" que fue premio Locarno y ahí comenzó su carrera realmente, porque Raúl venía del teatro.
- ¿Y ustedes cómo se conocieron?
- En Agua Santa. Acá al lado, en casa de una amiga, ahí nos conocimos.
- ¿Se enamoraron de inmediato?
- Más o menos. O sea, fue bastante rápido, porque a los nueve meses estábamos casados. Eso es rápido.
- ¿Era por la época?
- No sé si la época, porque yo tenía 20 años, cumpliendo los 21 años. Me casé justo cuando cumplí los 21 y duramos más de 40 años. Mucho tiempo.
- ¿Y cómo era estar casada con una persona que hace lo mismo que uno?
- Es que... hacíamos lo mismo, pero no teníamos los mismos temas, entonces no era grave. O sea, yo hacía los montajes de sus películas sin ningún problema, él me ayudaba en los guiones, me escribía los diálogos.
- Más que competir era una ayuda mutua.
- Sí, éramos una dupla. Cuarenta y dos años es harto tiempo, y además sin hijos, lo cual también es... porque la gente a veces se junta y se quedan juntos porque tienen hijos. En el caso nuestro no había ninguna razón más que la que querer estar juntos.
"'El tango del viudo' es una película que Raúl dejó los copiones, como se decía en la época. La filmó el año 67, antes de 'Tres tristes tigres', y nosotros estamos en el proceso de terminar esa película que esperamos se estrene el 2020"
"En una semana podías ver cinco, seis películas, y eso era genial, te daba un espectro extraordinario. Mientras que ahora, con estas enormes películas, es muy difícil encontrar películas diferentes"
"Cuando yo comencé eran muy pocas las mujeres que estábamos haciendo cine. Indudablemente, a mí lo que me ayudó fue llegar a Francia, porque allí había un poquitito más de espacio para las mujeres"
"Volver a Valparaíso, a la Universidad donde yo estudié, la ciudad donde crecí, donde iba al cine, que te den una cosa así (Doctor Honoris Causa) es bastante emocionante"