La visión macro del empresario Richard von Appen es alarmante: "La guerra comercial está afectando a más de un billón de personas en sus trabajos". Apreciación que formula desde su cargo de presidente del Consejo Asesor Empresarial (ABAC) del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, confiando a la vez en que Chile, en el encuentro APEC, "pueda ayudar a acercar posiciones y ojalá llegar a un acuerdo que resuelva este tema lo antes posible".
No deja de ser ambiciosa la esperanza de Von Appen, tratándose de nuestro país, modesto peón en el ajedrez en el cual las piezas las mueven las grandes potencias. Pero él habla a partir de que "Chile, país pequeño en la última esquina del mundo, es muy respetado".
En entrevista con El Mercurio de Valparaíso, sacándose la toga global y con tenida portuaria como titular de Ultramar, el controlador del Terminal Pacífico Sur (TPS) alerta sobre el farragoso futuro de la ciudad.
Frente a la caída del movimiento de carga que lo sitúa en un pobre quinto lugar en el país, afirma que la única inversión portuaria en los últimos 19 años ha sido "la extensión en 120 metros que hicimos nosotros en TPS versus otros puertos, como San Antonio, que tiene un terminal nuevo con una inversión sobre los 400 millones de dólares". Y en ese campo apoya nuevos terminales, como el 2, o parte de él, o bien el 3, por el lado de Yolanda.
Insistiendo en el punto, advierte que "Valparaíso sin inversión va a tener un problema de sustentabilidad hacia el futuro y eso no es solamente en relación al frente de atraque, sino también a las áreas de respaldo". Postula también que debe dar "una señal de que tiene un futuro portuario con nuevas áreas donde pueda recibir simultáneamente dos naves de nueva generación". Busca así recuperar para el puerto el liderazgo en la transferencia de contenedores.
Del tema de las obras pasa a un punto sensible, la necesidad de "devolver la confianza a los clientes". Así es, pues muchos se fueron a San Antonio ante problemas en el terminal local y, afirma Von Appen, ha costado mucho recuperar las confianzas.
Insistiendo en materias en las cuales entra en juego lo subjetivo, sostiene que en Valparaíso "no tenemos un consenso respecto a cuál es el desarrollo que se va a impulsar, no sólo del puerto, sino de la ciudad… Si Valparaíso no tiene un proyecto de desarrollo futuro, va a ser muy difícil que se sostenga en el tiempo".
Matizando esos temores, el empresario habla de tres ejes de sustentación: turismo, universidad y, su propia cancha, el puerto.
Las observaciones de Richard von Appen, si bien reflejan la visión desde su negocio que es vender transferencia de carga, necesariamente tocan los intereses de Valparaíso y, lo que se debe observar con atención, son sus alertas sobre la sustentabilidad futura del puerto.