Bajo amenaza
Quienes son contrarios a nuestra actual Constitución manifiestan que la misma es ilegítima por haber sido impuesta por la fuerza. Desde luego, este argumento pierde sustento en cuanto ha sido validada por cinco gobiernos democráticos, incluida la firma del expresidente Lagos, y su aplicación ha sido la base de la etapa de mayor progreso social y económico de la historia de Chile.
Aun así, si aceptáramos que ésta es ilegítima, atendiendo a las circunstancias en que se dictó, con el mismo razonamiento será ilegítima cualquier Constitución que tenga como origen la extrema violencia que ha soportado el país durante las últimas semanas. La nueva Constitución estará para siempre viciada por haber sido dictada bajo amenaza de un grupo minoritario de delincuentes e inadaptados que no representan a la mayoría de los chilenos.
Nadie medianamente serio puede sostener que el Presidente y demás autoridades están actuando de forma libre y voluntaria al aceptar el proceso constituyente que se iniciará.
Javier Cortés Philipp
Circunstancias
A todas luces presionado por las circunstancias y tras escuchar "con humildad" las plausibles demandas ciudadanas que se arrastran por décadas -algunas de solución inmediata, la mayoría a largo plazo-, Piñera va cediendo poco a poco.
La violencia y el vandalismo ha resurgido con más ímpetu desde la cínica ultraizquierda "encapuchada" -sin Dios ni ley-, ya no unos cuantos "descolgados" -que se hacen eco del llamado a la "desobediencia civil"-, sino "infiltrados" en cuanta marcha y concentración habidas, que esperan el momento preciso para atacar, sin medir resultados, porque "la orden" de, es "todo ahora ya" -sin tregua, incluida su renuncia inmediata y el llamado a elecciones populares para hoy en la tarde- o "más fuego destructor", poniendo en riesgo, cada día, la seguridad nacional.
No sólo "se le revolvió la baraja" de su programa de gobierno, sino también "le han revuelto el gallinero" a más no dar y ponen más aves en el corral para que sea peor.
Curiosamente, los manifestantes "pacíficos" -la mayoría ingenua- al no actuar ante ellos de manera espontánea, como debería ocurrir, merecidamente, "los dejan hacer" y con ello se hacen cómplices de los desmanes que causan su propio perjuicio.
Jorge Saavedra Moena
Destrozos y vandalismo
¿Hasta cuándo los destrozos y el vandalismo, que a todos afecta, tendrán vergonzosa cabida y justificación al alero de los DD.HH.? ¿Hasta cuándo se hará y justificará su uso hipócrita por las fuerzas antisistémicas y dañinas de una sociedad? ¿Hasta cuándo el ser humano aceptará estos derechos como un dogma infalible creado para el bien del mismo, pero en innumerables ocasiones utilizado tendenciosamente para fines muy cuestionables? ¿Hasta cuándo?
Ahora sí, en resguardo de cada individuo, pero en desmedro del conjunto, es decir la sociedad, tienen cabida y como observamos en los hechos tan desequilibradamente, dudo seriamente de su validez y menos de su utilidad.
José Manuel Caerols Silva
Disponibilidad
La presidenta de la UDI expresó: "El partido no está disponible para negociar mientras no cese la violencia". ¿Qué autoridad tiene ella para imponer sus puntos de vista? Ya está bueno que la UDI reaccione y cambie a su presidenta, que si bien no ha tirado una molotov, le ha causado bastante daño al país.
Jorge Baeza Concha
Pilar solidario
Las pensiones no contributivas en Chile tienen su origen en 1975, a partir del Programa de Pensiones Asistenciales (PASIS), el cual entregaba pensiones a los adultos mayores vulnerables, a personas inválidas y a personas con deficiencia mental. La cobertura era muy reducida, tanto en montos como en número de beneficiarios.
El gran impulso al pilar solidario fue con la reforma previsional de la Presidenta Bachelet en el año 2007, donde aumentó la cobertura al 60% más vulnerable y con un monto inicial de $65.000. También la Presidenta Bachelet, en su segundo mandato, mejoró el pilar solidario en un 10%, luego de las marchas por mejores pensiones en el año 2016. En la actualidad, la pensión básica solidaria llega a $110.201.
Las manifestaciones de los últimos días se hicieron sentir y la mejora inicial al pilar solidario del 10% propuesta por el Presidente Piñera pasó a un 20%, con una mejora adicional para los mayores de 75 años para el año 2020 y 2021.
Pero no hay que caer en populismos, como ofrecer igualar la pensión básica solidaria al sueldo mínimo, pues no sólo no existen los recursos para ello en el corto plazo, sino también complejidades para su pago en el mediano y largo plazo.
El pilar solidario debe ser prioridad como política pública y las pensiones solidarias deben aumentar a medida que mejoran los ingresos del país, con un reajuste calculado de manera técnica.
Eduardo Jerez Sanhueza