Ida Vitale rompe el protocolo en el nombramiento del Cervantes
LITERATURA. La ganadora 2018 aseguró que su candidato era Enrique Vila-Matas al anunciar a Joan Margarit como ganador.
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Una particular situación protagonizó ayer la escritora uruguaya Ida Vitale. Como ganadora 2018 del Premio de Literatura Miguel de Cervantes -el principal galardón que entrega las letras hispanas-, le tocaba presidir el jurado que elegiría a su sucesor y se salió absolutamente de protocolo al anunciarlo.
La poeta quería darle "consuelo a los derrotados" y por eso no dudó confesar en público -y teniendo incluso a su lado al ministro de Cultura español, José Guirao, que encabezaba la conferencia-, que ella tenía otro candidato distinto al ganador de este año, Joan Margarit: Enrique Vila-Matas.
"Haz lo que quieras"
Sin tapujos, reveló que ella y otros tres miembros del jurado habían optado por el narrador ante la mirada asombrada de Guirao y las risas de los periodistas. La situación se prolongó, porque Vitale continuó varios minutos hablando del mismo tema. "No voto nunca por amigos y no tengo el gusto de conocer a Vila-Matas", dijo, lo que hizo reaccionar con complicidad a Guirao con un "te lo presentamos".
Según reconoció la poeta, "no siempre se llega -a un premio- conociendo toda la literatura", "lo cual es bastante horrible". "Pero ese poema (en referencia a "No tires las cartas de amor", de Margarit) me ganó mucho", reconoció.
Desde esa perspectiva, Vitale aceptó que siempre tiene en cuenta que "los otros saben más que uno, entienden más que uno, y sobre todo son más futuro que uno".
En un intento de frenar la sinceridad de la poeta, Guirao informó a los periodistas que este año había sobre la mesa "bastantes nombres" y que "los jurados son autónomos para establecer sus criterios y nadie pone en duda la extraordinaria calidad poética de Margarit".
Pero la uruguaya no dio su brazo a torcer y quiso dejar, más claro aún, sus criterios a la hora de votar: "Cuando se vota se hace respetando el pasado o con toda la esperanza puesta en el futuro". Ante la situación, el ministro de Cultura se rindió ante la sinceridad de la poeta y solamente le dijo "haz lo que quieras, Ida".
En lengua catalana
Pero más allá de la polémica conferencia, se optó por otorgarle el galardón al poeta catalán Joan Margarit "por su obra poética de honda trascendencia y lúcido lenguaje, siempre innovador", comentó Guirao en representación del gobierno español que entrega el galardón.
Agregó, en base al acta emitida por los jueces, que el autor "ha enriquecido tanto la lengua española como la lengua catalana, y representa la pluralidad de la cultura peninsular en una dimensión universal de gran maestría".
Margarit, de 81 años y que también es arquitecto, ha publicado más de 20 libros de poesía, principalmente en catalán y ha recibido múltiples reconocimientos, incluyendo el 2017 el Premio Iberoamericano Pablo Neruda de Chile. Entre sus títulos se incluye "Estación de Francia" (1999), "Joana" (2002), "Misteriosamente feliz" (2008), o "Para tener casa hay que ganar la guerra" (2018).
Esta última es una autobiografía en prosa sobre la infancia y primera juventud nacido en 1938 en el pueblo catalán de Sanaüja, al pie de los Pirineos, durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Tras conocer la noticia, Margarit celebró la noticia al considerar que "la poesía tendrá más lectores". "El premio permite que la poesía como herramienta de consuelo llegue a más gente", sostuvo, agregando que "si un poema no puede consolar a una persona en una situación difícil es que no vale nada como poema".
Destacó a su vez que este género no es el hermano pobre de la literatura, y ha dicho que la poesía no es tan fácil como la prosa. "Seguramente la poesía tiene más que ver con la música que con la literatura", apuntó.
"No le voy a devolver el español al general Franco, que me lo metió a patadas", agregó en declaraciones a Europa Press, en referencia a su dimensión como autor español y catalán, tal y como él mismo destacó el pasado 4 de noviembre tras depositar un legado en el Instituto Cervantes.
Preguntando por la actualidad política y la situación en Cataluña, Margarit ha destacado que está "harto" de hablar de ello y, respecto a la conexión con este premio con el conflicto sostuvo: "Los poetas tenemos los pies en el suelo por más que tengamos fama de idealistas".
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