"No seré parte de la colusión política; el Congreso está deslegitimado para hacer una Constitución"
En rebeldía se declaró el diputado Fidel Espinoza (PS). No quiere ser parte del eventual acuerdo en el que están trabajando parlamentarios de oposición y oficialistas desde el miércoles para darle una salida a la crisis política que generó el estallido social de las últimas tres semanas. ¿La razón? "No podemos darle la espalda a la ciudadanía", advierte.
- El Congreso está empeñado en sacar un acuerdo. ¿Qué le parece ese esfuerzo?
- Los esfuerzos tendientes a buscar una fórmula política para salir de la crisis son importantes, entre ellos desarrollar una discusión política para salir de la crisis son importantes. Por ejemplo, la opción de realizar un plebiscito donde los chilenos y chilenas en las urnas, ojalá con voto obligatorio, tengan la posibilidad de dirimir si quieren o no una nueva Constitución y una segunda pregunta, preguntar sobre qué mecanismo. Pero no el mecanismo que están proponiendo líderes de la oposición donde quieren dejar fuera la Asamblea Constituyente. Sería vergonzoso porque soy de los que creen que no se puede dejar afuera la voz del pueblo y sus decisiones. Y cuando se está fraguando que haya un porcentaje de parlamentarios que sean parte de la construcción del nuevo texto, quiere decir que no están escuchando nada de lo que quiere la gente. La gente quiere una nueva Constitución sin la participación del Congreso que, para los momentos que estamos viviendo, está deslegitimado.
- La oposición en pleno había llegado al acuerdo de que la única salida era la Asamblea Constituyente.
- Es que este vaivén es incomprensible. Es una contradicción. No puedo entender que parlamentarios como Pablo Vidal o Giorgio Jackson -porque los llama Mario Marcel y les dice que viene el caos- aparecen allanándose a una fórmula a espaldas de la ciudadanía.
- Pero en una negociación ambas partes deben ceder.
- Es que seamos claros. Yo comprendo que en política hay que negociar, pero este es un tema neurálgico y central del Chile que queremos construir hacia adelante; y el Chile que se ha construido -independiente de que se ha avanzado en la recuperación de la democracia, en la superación de la pobreza- está cansado y enojado porque se llega a la edad de jubilar en pésimas condiciones. ¿Por qué tenemos a miles de jóvenes marchando? Porque no quieren sufrir como han visto sufrir a sus padres y abuelos y porque quieren tener un sistema educacional que les garantice más derechos. Chile también se cansó del vandalismo, porque todos condenamos lo que ha pasado en las calles, pero nadie habla del vandalismo de cuello y corbata que también cansó a los chilenos. Por eso no quiero ser parte de una colusión política para decirle a la ciudadanía "nosotros, que estamos deslegitimados, también vamos a ser parte del 20% o 30% de la construcción de la nueva Constitución.
- La convención constitucional igual incorpora a representantes de la ciudadanía elegidos por voto universal.
- Sí, pero es una trampa. Se quiere que el 70% sea con representantes de la ciudadanía y un 30% del Congreso, pero dentro de ese 70% los grupos de poder económico del país realizarán una campaña brutal para elegir constitucionalistas de su sector político con el propósito de que no cambie nada porque a ellos les aterra que haya cambios en una Constitución que los protege. Cuando la derecha hoy dice, ignorantemente, que en la Constitución en ninguna parte habla de las AFP o las isapres es jugar con la inteligencia de los chilenos. Por supuesto que en ninguna parte del texto dice eso, pero el artículo 19 es claro, porque para el tema de la seguridad social hay quórum elevadísimos que no tenemos para modificar los aspectos que hacen intocable a las isapres o a las AFP. Yo estoy porque sean los chilenos los que decidan. No sólo el 20% que elige a los presidentes. Y ese chileno que sale a marchar también tiene que ir a votar en un eventual y futuro plebiscito.
- Pero en la propuesta de la Presidenta Bachelet se establecía la Convención Constitucional, no la Asamblea Constituyente...
- Sí, pero eran tiempos distintos. La gente quiere que la escuchen. Nunca había visto que cuando entrevistan gente, 9 de cada 10 quiere que se vaya el Presidente, pero yo no estoy por esa vía, estoy por una salida democrática y esa vía es un plebiscito. Tampoco estoy por la acusación constitucional contra el Presidente, porque me parece una farsa, pero no estoy por construir un mecanismo a espaldas de una ciudadanía que no quiere que participe el mundo político en este proceso. No nos vamos a mover de esa línea y vamos a buscar a diputados que sean más de un tercio y que estemos en contra de una cocina constitucional.
- O sea, no quiere que participe el mundo político...
- Nosotros queremos que sea 100% ciudadana, donde estén representados todos los grupos de interés del país. Los grupos originarios, los religiosos, los empresariales, los académicos, la ciudadanía entera.
- ¿Por qué el rechazo del oficialismo a la Asamblea Constituyente?
- Porque por ideología están llamando a perpetuar un modelo que los protege. La quieren demonizar por lo que pasó en Venezuela. Y lo que ocurrió en Venezuela es una isla dentro de lo bueno que han sido las asambleas en 25 países del mundo, donde se elige un representante por cada 200 mil habitantes. Las ha habido en Colombia, Túnez, Finlandia, Italia, Portugal, y que han sido tremendamente exitosas. Venezuela cometió el error de no rayar la cancha en forma previa de hasta dónde llegaban las facultades de los constituyentes elegidos, pero un constituyente tiene inhabilidades y su rol termina cuando la nueva constitución se ratifica. En ningún caso sería un poder paralelo, porque en Chile el único poder paralelo es el Tribunal Constitucional, que echa para atrás leyes que van en beneficio de los ciudadanos, como fue el caso del Sernac. Quizás hace años habría apoyado la propuesta de Bachelet de Convención, pero Chile cambió y despertó y eso no es un eslogan. Nunca había visto un movimiento de la forma en que está resistiendo. El chileno entendió que provoca las transformaciones ahora o no serán nunca.
- ¿Tiene alguna aprensión respecto a que se llegue o no a un acuerdo?
- Creo que no hay que temerle a la democracia. El único que puede ser responsable de que este Gobierno no termine es el Presidente. ¿Por qué lo digo? Porque si llegamos a un plebiscito y la derecha no da los votos para que se logre respetar el mecanismo de Asamblea Constituyente, estoy seguro que la ciudadanía se va rebelar contra eso. Estoy hablando de una rebelión social mucho más fuerte que ésta y con eso el Gobierno va tener contados sus días. No tengamos miedo. Y si hay un espíritu democrático en ciertos sectores de la derecha, como creo que lo hay, no deberían tener miedo a que sea una asamblea constituyente y que busquen tener el número de representantes necesarios. Estoy claro que la UDI no quiere nada. Y será la UDI la que deberá responder a sus electores en las próximas elecciones. Y si quieren quedar reducidos a la mínima expresión y hacer crecer a una ultraderecha como ha ocurrido en España, será problema de los líderes actuales de la UDI.
- ¿Cómo evalúa el rol de RN y su presidente, Mario Desbordes, a quien le han crecido los bonos políticos en estos días?
- Ha sido un rol zigzagueante, un rol mentiroso. Hay sectores que se allanan, pero se allanan por una convención, jamás por una asamblea constituyente. Y bueno, Desbordes públicamente dice que quiere plebiscito y privadamente dice que no hay piso dentro de su sector para eso.
- Desbordes señaló que estaba de acuerdo con un plebiscito de partida que incluye la elección del mecanismo, ¿no?
- Pero quieren un plebiscito donde las preguntas que hagamos vayan predeterminadas. Es decir, se elimina el concepto de Asamblea Constituyente, pero tampoco quieren reemplazarlo por otro que implique lo mismo. Quieren preguntar ¿quieren una convención con un 20% o 30% de congresistas? Eso es una falta de respeto.
- ¿En qué sentido?- Yo no voy a ser parte de ninguna colusión política.No voy a ser parte de esos parlamentarios que para pasar a la historia como estadistas actúen a espaldas de la ciudadanía. La gente se cansó de que este Parlamento sea la cocina para acuerdos que han significado retrocesos tremendos. La principal postal que me hizo radicalizar mi posición es que tenemos un Servel que no quiere apoyar la consulta municipal; a Mariana Aylwin, Clemente Pérez y Felipe Sandoval rechazando el acuerdo de la oposición, lo que se está haciendo en el Congreso, y el tuit del Presidente Lagos diciendo "el tiempo se acaba".
- ¿Qué pasará si no hay acuerdo?
- Que se vote y que los chilenos vean quiénes están por los cambios reales y quiénes no, pero no presentarle a los chilenos un plebiscito falso con preguntas que excluyen una opción que los chilenos pudiesen legítimamente elegir. Hemos tenido un Presidente sordo, indolente, que no quiere meterle la mano en el bolsillo a sus amigos de las isapres y las AFP y que en el discurso del lunes perdió el escaso capital político que le iba quedando.
"El rol de RN ha sido zigzagueante y mentiroso. Hay sectores que se allanan a una convención, jamás a una asamblea constituyente. Desbordes públicamente dice que quiere plebiscito y privadamente dice que no hay piso"
"En ningún caso la Asamblea Constituyente sería un poder paralelo, porque en Chile el único poder paralelo es el Tribunal Constitucional, que echa para atrás leyes que van en beneficio de los ciudadanos, como fue el caso del Sernac"