La novena versión del cada vez más imprescindible Congreso del Futuro, suerte de joint venture político de los senadores Francisco Chahuán y Guido Girardi, tuvo ayer su tradicional jornada porteña en el Salón de Honor del Congreso de avenida Pedro Montt, donde cientos de asistentes (incluidos los alumnos del colegio Patricio Lynch de Playa Ancha, ganadores del sudamericano de la especialidad y quienes estuvieron en el último Mundial de Robótica) se deleitaron con cuatro tan disímiles como inspiradoras y aplaudidas presentaciones.
A primera hora fue el turno de la doctora norirlandesa en Ciencias de la Computación, Kate Devlin, quien desarrolló una intensa charla sobre el estudio de los robots sexuales (esto es, la fabricación de androides que intenten suplir la carencia humana por afecto y estimulación sexual) y lo improductivo de los mismos, proyectando la investigación a otras abstracciones que podrían, de algún modo, ayudar a soportar esa carencia llamada soledad.
Tras ella se presentó sobre el escenario el notable doctor neozelandés en Ecología y Biología de la Evolución, Rob Knight, quien se especializa en la innovación de microbiomas, las cuales por intermedio de software y estrategias de laboratorio ha vinculado microorganismos a distintas enfermedades, como la obesidad o el cáncer, e incluso a los planos industriales con el análisis del ADN de los microorganismos del subsuelo como guía para las decisiones de las empresas petroleras.
A continuación intervino la francesa Catherine Paquette, doctora en Urbanismo y experta en Desarrollo Sostenible, la que en un perfecto español ahondó sobre los clásicos errores de planeamiento urbano que le ha tocado ver durante sus 30 años de trabajo en América Latina y, a la vez, entregó sus principales recomendaciones para evitar la exclusión social, no relegando el carácter de "sostenibilidad" exclusivamente a fines "verdes".
Para finalizar, el politólogo y profesor de origen alemán de la Universidad Johns Hopkins, Yascha Mounk, presentó su ponencia titulada Democracia y Sociedad, alertando sobre los profundos y peligrosos ribetes de la nueva ola populista y los quiebres democráticos que amenazan al mundo, insistiendo en los riesgos de la cultura (la baja cultura, se entiende) como factor de escisión partidista en la política occidental, lo que ha derivado en la agonía de los partidos socialdemócratas.
En suma, y con un reconocimiento al notable desempeño de sus interlocutores (la seremi de Ciencias, María José Escobar; el profesor de Derecho PUCV, John Charney; y los académicos Alejandro Dinamarca, UV, y Patricio Aroca, UAI) no está de más volver a aplaudir esta tremenda iniciativa y estimular a que el próximo año, en su décima versión, el Congreso del Futuro siga por su generoso camino del conocimiento y la igualdad.