Flor Arbulú
La primera jornada del Festival del Huaso de Olmué era un misterio. Se trataba del primer evento masivo y televisado que se realizaba en el país desde el pasado 18 de octubre, y la gran duda era el comportamiento del público. De allí que en los alrededores del recinto hubiese gran presencia de Carabineros, mientras que al interior se veía gran número de efectivos de la PDI.
Sin embargo, salvo una manifestación en las afueras del evento (ver recuadro), las personas que llegaron anoche hasta el recinto fueron definitivamente a disfrutar del espectáculo. Aunque los asistentes no quedaron indiferente a algunos chistes que hizo el Huaso Filomeno en referencia al tema, pifiando o aplaudiendo dependiendo del caso.
Por ejemplo, el chiste que hizo sobre cuando era joven juntaba plata para ir al topless y ahora le bastaba con ir a las marchas, causó molestia en el público compuesto en gran parte por mujeres y jóvenes. "Ahorras plata por último", remató entre pifias.
Caso contrario fue cuando comentó que en twitter había leído que "ojalá Filomeno hablle". "Qué voy a hablar yo, aquí lo que hace falta es actuar no hablar", dijo sacando aplausos al igual que la paya dedicada a los ladrones con corbata.
Romántica y dispar
Pero la noche comenzó con una obertura a cargo del Bafochi, grupo que presentó una alegoría sobre el daño medioambiental centrada en la relación de la Tierra con nuestros pueblos originarios, y luego el daño que se la he hecho con las diversas formas de contaminación.
Luego salió a escena Karen Doggenweiler quien le dio la bienvenida a su nuevo compañero Álvaro Ecobar, a quien los nervios le jugaron en contra a su principio cometiendo varios errores. ¿El peor? Cuando dijo "Karen ha pasado por todos", ganándose las pifias y aunque después intentó arreglar el comentario, no fue fácil. Con el pasar de la noche se fue relajando y agarró la confianza que acostumbra a mostrar en las galas de "Rojo".
Luego vino el momento de Paloma San Basilio. A diferencia de lo que suelen hacer los artistas, la española salió a escena con un discurso en el que agradeció la invitación, e incluso, preguntó "¿hay alguien vestido de huaso para ver cómo van?", y dos personas del público se levantaron para mostrar sus atuendos.
La cantante empezó su presentación con el tema "Cariño mío", aunque en una versión renovada que descolocó al público que no pudo seguir la canción. Tanto así que en el gensto clásico de poner el micrófono al público nadie cantó.
"Beso a beso... dulcemente" fue con la que continuó, y en la que los asistentes ya pudieron cantar con ella, quien dijo sentirse más americana que española porque fue el continente que la acogió y que le permitió volar como artista y ser cantante. Por ello cantó algunos temas latinoamericanos, como "Te regalo una rosa de Juan Luis Guerra y los boleros "Sabor a mí" y "El día que me quieras".
Pero fueron los clásicos "Juntos", "Demasiado herida" y "Libre" los que transformaron en El Patagual en un verdadero karaoke. También cantó "No llores por mi Argentina" y el bis fue con "Gracias a la vida" de Violeta Parra.
Lo que sí no pasó desapercibido es que presentó algunos problemas con su voz, pues le costaba lllegar a los tonos altos y que los arreglos musicales se hicieron para que no tuviese que cantar tanto. El gesto técnico de pasar el micrófono al público fue parte de la estrategia también.
A pesar de todo ello, Paloma San Basilio hizo un show que enamoró a quienes llegaron a verla y en el que ella se sintió cómoda al comentar aspectos de su vida, como que tiene nietos americanos por lo que ahora habla inglés.
Lo del Huaso Filomeno se podría calificar de dispar. Si bien hizo reír en muchas ocasiones, también sacó algunas pifias, sobre todo en relación a los chistes referidos a los cuerpos femeninos.
La rutina comenzó con chistes en referencia al video que se viralizó del triángulo amoroso entre funcionarios de Carabineros (Cifuentes y Cavieres), aunque se centró mayormente en la relación que tiene la juventud con la tecnología, haciendo referencia a Facebook y WhatsApp, y como eran los tiempos antiguos.
Al cierre de esta edición se desarrollaba la competencia y se esperaba que el grupo Morat subiera al escenario. El grupo era uno de los más esperados de la jornada, ya que hubo varias personas que sólo llegaron a El Patagual exclusivamente a ver la banda.